El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó el reporte del staff tras aprobar el desembolso de US$ 800 millones. Al realizar el análisis de Argentina, los especialistas consideraron que la desinflación será más rápida de lo previsto, aunque dejaron trascender que preocupa el lapso de la recesión que redundará en una caída de 3,5% del PBI.
Asimismo, el organismo espera que el Gobierno eleve una hoja de ruta para levantar gradualmente los controles cambiarios y a fines de octubre, un plan para una reforma impositiva integral. Otro aspecto referido en su informe, señala que el Gobierno debería dar por terminado a fin de mes el esquema diferencial de exportación dólar blend (80% al tipo de cambio oficial y 20% al contado con liquidación). Sugirió que el dólar debería moverse a un ritmo más rápido que el 2% mensual ratificado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
“La firme implementación del plan de estabilización, basado en un fuerte ancla fiscal sin nuevo crédito neto al gobierno y correcciones de precios relativos, ha llevado a impresionantes compras de divisas por parte del Banco Central, los primeros superávits fiscales mensuales consecutivos en casi dos décadas, notablemente menores. Brechas cambiarias y diferenciales soberanos cayendo a mínimos de varios años”, reconoció el FMI.
Agregó que “para sostener los sólidos avances ya logrados y respaldar la recuperación se requiere: fortalecer el ancla fiscal mejorando la calidad y durabilidad de la consolidación en curso a través de medidas estructurales, algunas de las cuales están actualmente bajo consideración del Congreso y requieren aprobación oportuna y perfeccionar los marcos de política monetaria y cambiaria y la comunicación para afianzar firmemente el proceso de desinflación, mejorar aún más la cobertura de reservas y apoyar la transición a un nuevo régimen de “competencia monetaria”.
Recesión
En referencia a los efecto a la recesión el Fondo empeoró su proyección más reciente, aunque mejoró la de inflación. Estimó que la producción se contraerá alrededor de un 3,5% en 2024, cuando anteriormente calculó un 2,75%. “Se espera un cambio de rumbo en la actividad durante la segunda mitad de este año, a medida que se alivien los obstáculos de la consolidación fiscal, los salarios reales comiencen a recuperarse y la inversión se recupere en respuesta a las reformas”.
“La actividad y la demanda se han contraído marcadamente, aunque hay señales tempranas de que algunos sectores podrían estar cerca de tocar fondo”, sostiene el informe del staff técnico. Destacó que “varios indicadores apuntan hacia una posible estabilización de la actividad económica a partir de abril, incluidas mejoras en la confianza del consumidor, un repunte del crédito privado y del consumo de cemento, todo ello en el contexto de un repunte de la producción agrícola tras la sequía del año pasado”.
“Se espera que la inflación mensual caiga aún más, convergiendo a alrededor del 4% para fines de 2024 (140% interanual frente al 150%anterior) y disminuyendo aún más en el mediano plazo, a medida que la demanda de pesos se recupere de niveles históricamente bajos”, continuó el informe. “Mientras tanto, se prevé que las reservas se mantengan sin cambios, ya que los términos de intercambio menos favorables se ven compensados en gran medida por mayores entradas netas de capital. Los superávits fiscales y externos sostenidos a mediano plazo -respaldados por políticas estrictas, aumentos de productividad y mejoras estructurales en el balance energético- fortalecerán las reservas y asegurarán las perspectivas de acceso a los mercados internacionales”.
Cepo
El staff técnico del FMI informó que el Gobierno se comprometió a elevar una hoja de ruta para la salida, por lo que se interpreta más bien gradual, de los controles cambiarios. Ese documento debería estar listo a fines de julio como fecha de referencia.
“Si bien la tasa fija de crawl (2% mensual) ha ayudado a anclar la inflación luego de la gran devaluación, las autoridades ajustarán la política cambiaria con el tiempo para moverse de manera más flexible para reflejar mejor los fundamentos y salvaguardar una mayor mejora en la cobertura de reservas”, planteó el organismo.
“Tras las medidas iniciales para deshacer las restricciones y controles cambiarios, las autoridades siguen comprometidas a deshacer todos los controles de capital y restricciones cambiarias, comenzando con las medidas más distorsionantes, incluida la eliminación del esquema de exportación preferencial 80:20 y eliminar el impuesto PAIS antes de finales de 2024″, indicó.
“De manera más general, se está desarrollando un marco para una flexibilización de los controles cambiarios basada en condiciones, aprovechando la experiencia de varios países y factores específicos de Argentina para guiar la implementación de una eventual unificación del tipo de cambio”, agregaron.
Riesgos
Al evaluar los riesgos de implementación del programa, el organismo citó que “las condiciones externas podrían volverse menos favorables” pero que en el frente interno “la recesión actual podría prolongarse, alimentando tensiones sociales”. También cree que la dificultad que atravesó el oficialismo en el Congreso es otro elemento que pone en duda las chances de despliegue concreto del programa con el Fondo.
“Mayores retrasos en la obtención de la aprobación del Congreso de los paquetes fiscal y estructural también podrían obstaculizar los esfuerzos de estabilización y requerirían que se tomen fuertes medidas compensatorias bajo el control del Ejecutivo, según sea necesario, para asegurar todos los objetivos del programa. También deben continuar los esfuerzos para garantizar una distribución adecuada de la carga y generar consenso sobre la reforma, dado el frágil panorama social y político”, advirten desde Washington.
“Los desequilibrios macroeconómicos y los obstáculos al crecimiento siguen siendo considerables y aún queda por delante un largo y difícil proceso de ajuste, en el que las políticas deben evolucionar para aprovechar los logros anteriores y respaldar un repunte de la actividad. También se están realizando esfuerzos para generar apoyo político y social a las reformas, así como para aumentar la asistencia social para proteger a los más vulnerables y garantizar que la carga del ajuste no recaiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”, agregaron.
Mencionaron además que el Gobierno se comprometió a “desarrollar y publicar un borrador de propuesta para mejorar la eficiencia y simplicidad del sistema tributario, incluso reorientando el sistema lejos de impuestos distorsionantes sobre el comercio y las transacciones financieras”. Esto debería estar en octubre, después de la presentación del presupuesto 2025.