El avance acelerado de la Inteligencia Artificial (IA) está transformando profundamente nuestra sociedad. Desde reconfigurar cómo trabajamos y automatizar procesos industriales hasta plantear dilemas éticos sobre privacidad y discriminación algorítmica, la IA se ha convertido en un tema central que redefine nuestros paradigmas económicos, laborales y culturales.
Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, sigue con especial atención este tema y en diálogo con Ser Industria Radio, analizó cómo la IA está modificando todos los aspectos de la vida, tanto sus beneficios como desafíos.
La experta, señaló que la IA promete ahorrar tiempo, automatizar tareas y acelerar avances científicos, pero también enfrenta grandes dilemas éticos. La autenticidad de la información y la confiabilidad de las fuentes son algunos de los aspectos que preocupan a la experta.
El impacto sobre el empleo es otro punto sobre el que se explayó. La IA puede reemplazar trabajos, mejorando la calidad de vida en algunas áreas, pero también plantea riesgos de desempleo en un mundo que aún no está preparado para nuevas oportunidades laborales.
Asimismo, consideró que las regulaciones globales y locales son esenciales para gestionar estos cambios. Mociulsky subrayó la importancia de educar a la IA para corregir sesgos y garantizar que la tecnología no deshumanice nuestras interacciones, sino que las mejore.
La IA puede facilitar el trabajo, mejorar rendimientos, optimizar procesos… ¿Cuál sería el lado negativo?
Como cualquier avance tecnológico tiene sus ventajas y tiene sus desventajas. Ventajas tiene muchísimas porque nos puede hacer ahorrar mucho tiempo. Muchas tareas pueden automatizarse. También facilitar un montón de avances científicos en distintas áreas, favorecer el acceso a información, como lo hizo Internet, pero de una manera incluso mucho más integrada a la tarea diaria que estamos realizando. Como todo, también puede ser usado para el bien o para el mal. Hay grandes dilemas éticos en relación a, por ejemplo, qué es verdadero, qué es falso, cómo vamos a hacer para discernirlo, qué fuentes está tomando para contestarnos lo que nos contesta en el caso de los chats y de la IA generativa. La gran diferencia es que ahora la tenemos disponible en nuestro celular. La convergencia tecnológica que se dio en el celular nos puede facilitar muchas cosas, pero también podemos estar accediendo a datos falsos o que no se citen las fuentes de quiénes son los verdaderos autores de la información. Todo lo que generamos empieza a ser parte de lo que la IA puede usar, entonces quienes sean generadores de contenido podrán encontrar frases enteras escritas por otras personas que simplemente lo encontraron a través de la IA. Además, todos los dilemas éticos que se generan alrededor, que tienen que ver con lo que es fake, que se le teme tanto, las estafas o suplantar la identidad.
¿También afecta al mundo laboral?
Hay trabajos que van a ser reemplazados por la IA. Por un lado, puede ser que muchos que hoy son casi inhumanos no tengamos que hacerlo los humanos. Puede ser que los largos trayectos en camiones para transportes sean automatizados y no sean personas las que tengan que manejan tantas horas. A su vez, no sabemos si el sistema laboral mundial está preparado para generar trabajos para quienes van a quedar desempleados. Estamos en un momento de transición, no sabemos exactamente cuáles van a ser los efectos. Sí sabemos que van a ser muchos porque esto recién empieza. Se calcula que va a explotar en 15 años, aproximadamente. Va a ser una revolución como lo fue la aparición de internet, pero como todo lo que es la tecnología, es un crecimiento exponencial de cada tema. Entonces, ¿cómo vamos a saber si es una actriz o no? ¿Es su voz? ¿Esa persona estuvo ahí o estuvo en otro lado? Cuanto más se perfecciona la posibilidad de ser reemplazado por un avatar, que hable en cualquier idioma, que tenga exactamente tu voz, tu aspecto, puede ser para fines positivos, que de alguna manera se pueda aumentar la productividad haciendo más cosas. Pero está todo ese otro costado, el lado B, que es el de todas las dudas que existen al respecto, de todos estos dilemas éticos que todavía no tienen respuesta, que todavía tenemos que preguntarnos constantemente, ¿esto será verdad? Ahora uno ve una imagen, ¿esto será verdad?, ¿Este accidente habrá ocurrido realmente? Eso es lo que más preocupa.
¿Es necesaria una regulación mundial?
No soy abogada, pero está todo tan globalizado que si no hay regulaciones mundiales va a ser muy difícil poner los límites de hasta dónde sí, hasta dónde no, en tal país sí, en tal país no. La circulación de datos falsos pueden aparecer desde cualquier otro lado. Tiene que haber regulaciones globales y locales, porque mientras avanza la tecnología cambian las formas de producción, de consumo, de información, de trabajo, de estudiar e informarse. Esto genera cada vez más planteos, se tienen que reescribir muchos libros, tanto de leyes, que está regulado y que no, que se puede usar y que no. En los derechos de autor, con internet ya es problemático saber exactamente cuántas palabras usaron de un ensayo de una persona en otro. Todo lo que es esa postproducción que nos permite hacer internet, antes la hacíamos con los libros,
buscando citas exactas, qué edición, qué se estaba tomando y hoy lo encontramos totalmente mezclado. Todavía no se terminaron de solidificar las leyes para el uso de los datos personales sin IA y con IA será aún más difícil. No sé, por ejemplo, si la IA va a poder simular nuestras huellas digitales.
¿Ese límite lo pondremos los humanos o la tecnología pueda retroalimentarse y avanzar?
Es el otro gran tema, los sesgos que tenemos los humanos, que alimentamos a la IA y que también se van reproduciendo. Ya hubo muchos juicios y cuestionamientos. Para el día del padre salió una nota en un medio nacional en el que le preguntaron a la IA ¿cómo era el mejor padre del mundo? La IA dijo que es un hombre alto, fuerte, musculoso, que pasea por la playa con el hijo, que lo mira a los ojos, que lo alza…Obviamente uno lo toma con humor, pero los chicos que ya están usando las distintas formas que tienen disponibles y gratuitas de IA, en otros casos donde no es tan claro darse cuenta, que está tomando un aspecto casi fotográfico, pueden quedarse con una definición muy inexacta. Además todos los sesgos, porque esta persona era alta, blanca y a veces cuando se trata de corregir estos sesgos se van completamente para el otro lado y termina siendo también inexacto o incorrecto. Por eso, la humanidad se enfrenta el gran desafío de educar y nutrir bien a la IA para ir corrigiendo estos sesgos. Ahí van a aparecer casi nuevas profesiones, casi nuevos trabajos, que va a ser, por ejemplo, hacer buenas interfaces entre la IA y los humanos, ser buenos educadores de la IA, qué datos le estamos cargando. Casi como ser psicólogos de la IA, qué se equivocó, por qué y dónde estaba el error. Es algo que recién está empezando, pero que va a traer mucho para pensar y cambiar constantemente.
¿Ya se observan cambios de hábitos sociales por la IA?
Vemos sobre todo a los adolescentes o generación Z, empezando a usar la IA generativa como un verdadero copiloto, más que tal vez lo que usaban en internet. Cambios de hábitos los vimos antes de la IA generativa. Tenemos un montón de chatbots, ya usábamos IA, no de esta manera. Hoy sí se usa para resúmenes, los chicos dicen ¿por qué voy a leer un libro entero si lo puedo resumir? Entonces muchas veces está funcionando como atajos que pueden tener el lado positivo de ahorrar tiempo. Tal vez lean más cantidad de libros, pero el lado negativo es que no los leen enteros, ni exactamente como fueron escritos. Los géneros literarios se van a hacer más difusos. Hay cambios de hábitos relacionados en esos aspectos, en todo lo que se promociona como usos para ahorrar tiempo, hacer posteos, mensajes, generar ventas. En muchos aspectos puede ser una forma de aumentar la productividad, como si fueran más personas mandando mensajes para conseguir reuniones para ventas, ese tipo de cosas ya se están usando. Pero los límites que tiene la IA todavía no se conocen. El gran tema es que la IA o la tecnología no nos deshumanice. Al contrario, que se use para lo que era casi inhumano y que nos permita tener mejores trabajos. No sé si será así porque falta mucho para eso, no están todavía las otras fuentes de trabajo preparadas. Entonces, es posible que afecte y que haya en algunos casos desempleo. Además estamos en un momento del mundo donde hay muchas crisis de distintas fuentes: la gran crisis climática, las geopolíticas, hay inflación en muchos países. Ahora se suma este tema que también puede generar desempleo.
El docente y el sistema educativo, ya interpelados por internet, ahora son completamente desafiados por la IA…
Sí, en un momento se intentó prohibir el uso de teléfonos, evitar el uso de internet y promover el uso de la biblioteca. Fue una lucha perdida. Aunque aún hay amor por los libros, lo vimos mucho en la generación Z. Leer desde el libro, tratar de, justamente, una generación que es nativa digital y que todo lo hace desde el teléfono, también valora volver a lo analógico, volver a lo que nos hace sentir más humanos. Pero no sabemos cómo van a responder las nuevas generaciones, los que hoy son niños. Además, ellos ya tienen incorporada esta noción de que todo tiene que ser ágil, rápido, casi instantáneo. Si algo lleva mucho tiempo, si es largo, ya sea una clase, un discurso, un libro o un trabajo, es considerado aburrido. Entonces, habrá que ver cómo se manejarán esos niveles de tolerancia o de frustración.
¿Con la IA la autenticidad es una cualidad aún más importante?
La autenticidad es un valor apreciado desde los millennials y con la aparición de internet, en el sentido de ser fieles a los propios valores. Esto es algo que se valora tanto en las personas como en las marcas y compañías. El storytelling no debe ser solo una declamación, sino que debe haber storydoing: que las empresas y marcas practiquen lo que predican. Por ejemplo, ahora en junio no basta con poner la bandera multicolor en los productos; la gente observa qué más se hace y cómo se ponen en práctica esos valores. Esta demanda de autenticidad será aún más difícil de cumplir con la IA. ¿Esta persona realmente dijo eso o no? ¿Es verdad o no? ¿El Papa realmente usó esa campera de primera marca, una marca de lujo? Todos nos sorprendimos con esa foto en su momento, pero no lo descartamos como imposible hasta que supimos que no era real. Era el Papa, no sé si tendremos la oportunidad de saber que algo no fue real cuando se trata de una persona menos conocida. Hay muchos dilemas y me gusta llamarlos dilemas porque aún no tienen solución. Sin duda, la tecnología seguirá evolucionando y tiene muchos aspectos positivos que pueden ayudarnos en nuestras tareas. Otro gran tema es si esto será accesible para todos. La brecha digital todavía es muy fuerte. No todos tienen acceso a buenos dispositivos, a una buena calidad de internet ni a los conocimientos necesarios para usarlos correctamente. Con la IA, esto es aún más cierto. Entonces, la polarización socioeconómica con la llegada de la IA, ¿se intensificará más? ¿Será beneficiosa para todos o solo para algunos? ¿Será beneficiosa para quienes tengan la oportunidad de usarla bien y generar innovaciones y novedades?
Podría aumentar la desigualdad…
Es lo mismo que ocurre con la educación financiera, que hoy demandan los chicos más jóvenes. Se preguntan por qué no les enseñan en la escuela cómo manejar su propio dinero una vez que terminan los estudios, ya sea que trabajen o que trabajen y estudien. Quieren saber cómo ahorrar, qué es la inflación y cómo se genera, así como sobre las nuevas monedas y las billeteras virtuales. Incluso cuando reciben la mensualidad de sus padres, muchos usan billeteras virtuales. Si tienen algo de educación financiera, buscan la manera de proteger sus activos. Luego están los que quieren ganar dinero rápidamente con el gaming o las apuestas. Es una preocupación que surge desde los más jóvenes. Sin embargo, la pregunta es: ¿todos tienen acceso a estas herramientas? Ese es otro gran tema.