Para describir la situación política y económica que atraviesa el gobierno de Javier Milei, la palabra adecuada, sin dudas, es “incertidumbre“. Luego de los primeros meses en los que los mercados aprobaban el orden macroeconómico por el superávit fiscal, la falta de respuesta para la salida del “cepo” se volvió una encrucijada para la gestión libertaria.
La economista Elena Alonso sostuvo que “estamos pasando un momento bastante turbulento, pero creo que lo que viene va a ser más tranquilo. El ajuste y algunas medidas políticas económicas han hecho ruido y no tuvieron el impacto esperado por el gobierno. Hay que barajar y dar de nuevo”.
En diálogo con Ser Industria Radio, la Cofounder y CEO en Emerald Capital, afirmó “que vamos a estar más tranquilos siempre y cuando mantengan las variables de inflación, un tipo de cambio estable y la brecha cambiaría baje para que no impacte en los precios si tienen que subir el tipo de cambio, algo que muchos que quieren que pase”.
El Gobierno resiste una devaluación y sobre la salida del cepo. El ministro de Economía, Luis Caputo, argumenta que aún no están dadas las condiciones para levantarlo. “Nos hemos olvidado de lo que era vivir sin cepo, indicó Alonso y remarcó que mientras esté esa restricción será difícil que lleguen inversiones del exterior.
“Las restricciones para sacar el dinero desincentiva que haya inversiones”. Por eso consideró que la salida del cepo “es necesaria para que haya más previsibilidad también para las empresas que ya están operando en Argentina”. Recordó que, incluso el gobierno libertario, “ha puesto más medidas para evitar que se vayan capitales hacia el exterior”.
Para Alonso, si bien económicamente la macroeconomía está mucho mejor que el año pasado “la situación está pendiendo de un hilo”. Entonces, explicó que “si al cepo lo levantan ahora, que hay mucha demanda de dólares pueden sufrir un aumento mayor en el tipo de cambio y repercutir en los precios. Ese es el timing que tienen que manejar, ver cómo hacen para que bajen las expectativas de devaluación, que empiecen a crecer las reservas y que la gente no demande más dólares”.
Asimismo, titular de Emerald Capital, señaló que pese a las restricciones para acceder al dólar, algunos sectores ya se están reactivando. “Hay un incentivo para que con crédito barato las empresas puedan generar más ventas en esa recuperación que está habiendo en algunos sectores del consumo”.
En este sentido, señaló que “más allá de que algunos sectores, como la construcción que está bastante golpeado, hay otros que han tenido un recupero. Obviamente que la salida del CEPO va a terminar de generar un impacto más alto en la actividad, pero en principio van a ser puramente las inversiones de las empresas locales”.
Proyecciones
Según algunas proyecciones, la inflación sería del 4% mensual para lo que resta del año. Hace unas semanas, Caputo y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, anunciaron nuevas letras de regulación monetaria para reemplazar a los pasivos remunerados, por el cual el Gobierno busca que la cartera de Economía pague los intereses que generaban los pases del BCRA y restringir así la emisión monetaria.
Ante estos cambios, Alonso alertó que “ahora el Tesoro va a tener más presión para ser más eficiente. Porque no podrá tener déficit, como lo viene logrando el Gobierno, pero además va a necesitar plata para pagar esos intereses. No quiere decir que la inflación no esté contenida, porque esto genera que no tengan que emitir más pesos. Al haber siempre el mismo stock de pesos, tampoco van a devaluar porque dicen que no es necesario. Al no emitir, ni aumentar la base monetaria, la relación entre el dólar y los pesos tendría que mantenerse constante y seguir aumentando al 2%”.
Por eso, consideró que “como está la economía hoy, podríamos esperar una inflación del 4%, pero no bajando de ese número, siempre y cuando no tengan que devaluar por un tema de expectativas y presiones de algunos sectores, que están bastante inflexibles con el tema. Habrá que ver qué pasa a lo largo de estas semanas”.
Alonso también remarcó que “la brecha cambiaria es muy alta y se tiene que resolver, porque eso genera distorsiones. El exportador no quiere liquidar y el importador accede a dólares, pero tiene que pagar con contado con liquidación, a un dólar a $1.400, no de $950. Eso hace que el empresario especule porque no sabe cómo va a seguir para adelante y genera muchas distorsiones- Tienen que resolverlo”.