El mayor grupo bancario alemán anunció que se retirará completamente de diez países, entre los que se encuentran Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay, dentro de un profundo proceso de reestructuración que incluye un recorte radical de su plantilla.
Según comunicó la nueva directiva del banco encabezada por el estadounidense John Cryan, el número de empleados a tiempo completo será reducido hasta 2018 de 103.000 a 77.000; además de separarse de la filial Postbank, el mayor banco alemán suprimirá unos 9.000 puestos de trabajo propios, agregó la agencia de noticias DPA.
Este recorte de personal afectará principalmente a Alemania, donde se registrarán 4.000 despidos y se cerrarán 200 oficinas.
Además, rescindirá 6.000 contratos con trabajadores externos, alrededor del 20 % del total, sobre todo en el área informática, con la intención de tener un mayor control sobre este ámbito.
El banco comunicó también que reducirá su presencia internacional y se retirará por completo de diez países: Argentina, Chile, México, Perú, Uruguay, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta y Nueva Zelanda.
La reestructuración tiene por objetivo ahorrar unos 3.800 millones de euros en costes brutos y demandará gastos de entre 3.000 y 3.500 millones de euros incluidas las indemnizaciones por despido, según la agencia de noticias EFE.
El presidente ejecutivo Cryan anunció el domingo la reorganización de la institución, seriamente afectada por varios escándalos, con el fin de “crear un banco mejor controlado, más eficiente en los costes y más centrado”.
La reestructuración también se vio reflejada en el balance del tercer trimestre, con pérdidas récord de 6.000 millones de euros.
Cryan explicó que para que el Deutsche Bank vuelva a ser atractivo, es preciso primero tomar “decisiones duras”, que afecta a empleados, filiales y a los accionistas, que no percibirán dividendos ni este año ni el próximo.
El objetivo principal del banco en la nueva era que ha comenzado con el fichaje de Cryan es volver a ser un banco “íntegro y fiable” con “beneficios sostenibles” que incurrirá en menores riesgos y elevará sus estándares de capital.
El banco informó anoche que suprimía los dividendos para los años 2015 y 2016.
Los resultados de los dos próximos ejercicios se verán negativamente afectados por la reestructuración del grupo y 2018 será un “año decisivo” para el banco, explicó Cryan.