Lo afirmó el presidente boliviano Evo Morales. El centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear que va a construir el gobierno de Bolivia estará ubicado en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz.
“Este centro va a tener un costo de 300 millones de dólares, está prevista su culminación de instalación en cuatro años, va a ser con la tecnología de Rusia y con la participación de algunos países de Sudamérica como la Argentina”, explicó el mandatario en una rueda de prensa en esa ciudad.
Según refirió Morales, las instalaciones estarán dotadas de un ciclotrón para su empleo en investigación y tratamiento médico, un reactor nuclear con fines de investigación y una planta de irradiación Gamma.
Está previsto que especialistas rusos se trasladen a Bolivia para trabajar en la puesta en marcha del centro nuclear, según detalla un cable de la agencia de noticias EFE.
La elección de El Alto para este proyecto fue anunciada ayer tras quedar descartada la ubicación inicial en el barrio periférico de Mallasilla, en el sur de La Paz, debido al rechazo de los vecinos por temor a la actividad radiactiva.
Morales aseguró que el centro de investigación permitirá que Bolivia “dé un salto en la parte científica y tecnológica”, y lamentó la oposición de “algunos paceños” y “autoridades” a que se construyera en Mallasilla.
También insistió en que las instalaciones no supondrán “ningún riesgo” para las personas o el medioambiente.
La construcción del centro de investigación nuclear forma parte del plan civil de energía atómica con fines pacíficos anunciado por el Gobierno boliviano en 2014, y que cuenta con el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) de la ONU.
Morales ha defendido que su nación es la única de Sudamérica que no tiene un centro de investigación de estas características, y opinó que quienes se oponen al proyecto “son enemigos de Bolivia, enemigos del desarrollo y enemigos de la liberación”.