Avalada por cuatro décadas de trayectoria y probada experiencia en aspectos técnicos, operativos y estratégicos el comercio de mercaderías por vía aérea y marítima, HMCargo (HMC) se consolida como un operador logístico internacional altamente confiable.
La empresa líder de la industria farmacéutica y de la salud en Argentina, apoya su actividad en servicios 100% integrales y digitales. Brinda despachos de aduana, fletes internacionales, tecnología, consultoría y gestiones impositivas vinculadas al comercio mundial.
Precisamente en relación al tráfico aéreo, Fernando Diana, Sales Manager de la compañía, expresó a Ser Industria que en los últimos 10 años registra más de 20.000 toneladas transportadas. Asimismo, detalló los servicios que garantizan en la operatoria de punta a punta y recordó el momento más conmovedor que atravesó en sus 25 años de trayectoria.
¿Cuál es el alcance del servicio que brinda HMC?
Hacemos operaciones de importaciones y exportaciones aéreas y marítimas. Para una importación aérea, llegamos al dueño de la mercadería en el origen que se considere, tomamos contacto con el proveedor, retiramos el producto, lo llevamos al aeropuerto, lo subimos a un avión y lo traemos a Argentina. Una vez en el país, hacemos despacho de aduana y transporte terrestre hasta el destino final. De este modo, brindamos un trabajo de punta a punta a nuestros clientes. Lo mismo hacemos para la exportación. Siempre cubrimos el proceso completo, para operaciones aéreas o marítimas.
¿Hay buen volumen en el aéreo?
Hay temporadas, en función de los commodities, cerezas, arándanos, limones, flores… Tenemos épocas con poco espacio en los aviones, porque está todo vendido. En líneas generales, estas exportaciones han crecido y siguen aumentando. Eso indica que nuestros productos llegan a más destinos. Es bueno aclarar que no hay muchas aerolíneas que vuelen desde nuestro país al mundo, con lo cual algunas operaciones requieren conexiones en Estados Unidos, Madrid o Latinoamérica. En general, el aéreo se limita por la manera en que se exporta la mercadería, pero los aviones van llenos.
¿Todos los aviones llevan carga?
Sí, hay diferentes tipos de aviones. Los de pasajeros, tienen una parte para la mercadería general y los CAO o cargueros, se dedican 100% a llevar productos en sus bodegas. Dentro de ese panorama, hay prioridades y la última decisión la tiene el piloto. A veces los clientes preguntan por qué no subió su carga y hay muchos factores asociados a la nivelación del avión en el aire. A veces, por viento o clima, deciden bajarlas.
¿Qué porcentaje representa la farma?
Ronda el 5% de la mercadería que se mueve desde y hacia la Argentina. El volumen principal lo tienen las petroleras. Aproximadamente hay entre 1000 y 1200 empresas ligadas a la farma.
¿Argentina exporta vacunas?
Sí, tenemos tres grandes laboratorios productores, de los cuales dos son clientes nuestros. Además, tienen plantas que importamos nosotros para posibilitar que se expandan y exporten a todo el mundo. Bajo la Resolución 256 de la Aduana, nuestro grupo trajo del exterior entre 28 y 30 plantas llave en mano.
¿Todas para farma?
De farma el 40%, para los principales laboratorios que producen y exportan. El resto está relacionado al sector automotriz, plantas metalúrgicas. Tenemos la experiencia en la Resolución, que es bastante compleja y resolvemos con mucha celeridad. HMC tiene un equipo muy experimentado en clasificación de mercadería y la ejecución final del proceso. Hay que trabajar mucho con la Aduana, compartir información muy confidencial de los laboratorios y lograr que la mercadería llegue en tiempo y forma.
¿Es el principal desafío?
Es súper importante. Tenemos un promedio de antigüedad de 15 años dentro de la compañía. Eso te da la experiencia para desarrollar las operaciones de cualquier cliente. Hemos manejado carga compleja, de menos 70 grados, con poco rango de excursión de temperatura. Quiere decir que el producto puede irse de la temperatura indicada, 1 o 2 grados para arriba o para abajo y en función del tiempo que tiene esa excursión, la mercadería puede servir o no. Si se va dos horas en una carga de 2 a 8 grados, a 10 grados durante 5 horas, no sirve más. Eso requiere un rango de conocimiento de todos los puntos que toca la mercadería, que exige gente con mucha experiencia.
¿Cómo hacen el seguimiento?
Toda mercadería está acompañada de un documento de transporte creado por sistemas, por los proveedores principales, que son las agencias marítimas, dueñas de los barcos. Vamos trackeando ese documento y vemos dónde está. En líneas generales, para lo que está relacionado a temperatura controlada, nosotros le sumamos dispositivos data logger, que nos permiten observar toda la trazabilidad en el trayecto logístico.
¿Se utiliza un dispositivo por contenedor?
Puede ser por contenedor o pallet. Incluso se le puede colocar a una caja pequeña y darle trazabilidad de punta a punta con temperatura controlada. También hay otro dispositivo, llamado tracker, que va asociado a un chip de teléfono y habilita el trackeo online permanentemente, con ubicación y temperatura de la mercadería. Eso da una visibilidad muy importante hacia el cliente.
Esta tecnología es fundamental para la farma…
Si y un dato no menor, es que detrás de cada laboratorio hay departamentos de calidad muy sofisticados que hacen el proceso completo. Nuestra compañía está certificada en ISO 9001. Tenemos un soporte como compañía 100% de farma y podemos brindarle el servicio a todos los laboratorios. Es indispensable porque los departamentos de calidad crecieron mucho y cuidan la cadena de logística. Nosotros calificamos proveedores de transporte terrestre, aerolíneas, marítimas, data loggers… Hasta el packaging que le ofrecemos a un cliente para su uso. Todo eso es parte de nuestro proceso. Y dentro del grupo tenemos compañías especializadas en diferentes áreas.
¿Qué define que un producto sea transportado por vía aérea?
Sobre todo, la criticidad y el valor. Hay barcos que, desde Brasil tardan entre 7 y 10 días y eso obliga a evaluar si el producto sostiene ese tiempo de tránsito marítimo. Más la liberación en la aduana, que puede tener de 3 a 5 días y el terrestre al destino final, se van 15 días. Por eso, básicamente, la criticidad de la mercadería y la urgencia son los factores que definen.
¿Cuánto reduce el aéreo?
Podemos referir el plazo más largo. Desde China se puede tardar 10 días con diferentes conexiones. En cada conexión la mercadería tiene que estar en una cámara de temperatura controlada. Generalmente, los aeropuertos internacionales tienen tres tipos de cámaras: menos 20 grados, de 2 a 8 grados y de 15 a 25 grados. Hay confusión cuando se debe mantener la mercadería de 15 a 25 grados o temperatura ambiente, porque si se da un día de 30 grados, se va de rango.
Es muy diferente la temperatura ambiente en Argentina o Ecuador…
Exactamente. Siempre hay que tener cuidado con eso y lo resolvemos en base a nuestra experiencia Si en la trazabilidad detecta que la mercadería llegó a 30 grados, no sirve. En nuestro país, para manejar temperaturas controladas, sólo tenemos el aeropuerto de Ezeiza, desde el que se hace todo el tráfico internacional.
¿Se usa el cabotaje?
No mucho, porque no hay muchas conexiones. Toda mercadería importada llega a Ezeiza. Si, por ejemplo, tiene que ir a Córdoba, se pone en tránsito en el sistema de aduana y debe ser trasladada hasta Aeroparque para subir a otro avión. Es un proceso bastante complejo.
¿El costo del avión se compensa con la eficiencia?
Sí, obviamente el precio es más alto, pero una carga que traes de China, en aéreo lleva entre 7 y 10 días. Si lo hacés por marítimo, tenés de 60 a 90 días. La carga puede ser ser paletizada, un paquete, un sobre o hasta un contenedor completo.
¿Un contenedor?
En aéreo hay un tipo de contenedores que se llaman Envirotainer y tienen la forma de la cabina del avión. Son más chicos que uno marítimo, activos y pasivos, eso lo determina cómo atemperan la mercadería. Tenés contenedores que van enchufados y en Ezeiza hay sólo 20 enchufes. Si llega el número 21, no puede ser conectado y es abastecido por pilas, con litio y hielo seco. Lo ideal siempre es desconsolidar el contenedor, porque Argentina no es una estación de Envirotainer. Si un exportador quiere enviar mercadería al exterior con un Envirotainer, tiene que traerlo desde una estación central, que puede ser Estados Unidos. Luego, bajarlo en Argentina. Después tiene que exportar y devolverlo a la estación de origen. Todo ese trayecto es parte del costo. Sin embargo, el packaging que tenemos nosotros, con uno de nuestros principales proveedores, cambia el paradigma del Envirotainer. No es necesario pagar tanto cuando un producto te sostiene la mercadería, fuera de cámara, 120 horas, por ejemplo.
¿Es exclusivo de ustedes?
No es 100% exclusivo, pero es un producto que proveemos a nuestros principales clientes, que son laboratorios.
¿Con cuántos laboratorios trabajan?
Estamos en el orden de los 50. Los principales proveedores de vacunas trabajan con nosotros, hacemos la cadena logística integral completa. Marítimo, aéreo, terrestre, despacho de aduana, seguro internacional, intervenciones en la aduana, intervenciones en el ANMAT, Sedronar… Todos los detalles que requiere la mercadería, para exportación o importación.
¿El tráfico aéreo de mercaderías tiene un horizonte de crecimiento?
Va a depender mucho de los proveedores. Si las aerolíneas aportan más aviones a la Argentina, es muy probable que el negocio se expanda. Por ahora hay limitaciones.
¿Hay cambios en la logística?
Voy a poner el ejemplo de los barcos. En el 2000, 2005, cada marítima tenía su propio barco. Hoy, como el comercio internacional ha bajado mucho, las compañías se asocian para completar de contenedores un buque y traerlo hacia la Argentina. Lo mismo pasa con el aéreo. Hay aerolíneas que vuelan dos veces por semana a Panamá y otras todos los días a Estados Unidos. Es un nuevo desafío y una realidad en la que hay que resolver.
¿Cuál fue la experiencia más fuerte que viviste?
En una oportunidad, tuve que importar leche en polvo especial para dos niños recién nacidos, pero uno de ellos falleció por la falta del producto. Fue en el 2000, aproximadamente. Era un insumo crítico, venía de Holanda, clave para que el chico siga viviendo. Esa experiencia me cambió el concepto de lo que hacemos en este rubro. No podía dormir, puse mi vida para traer la leche. Movemos mucha mercadería para la salud humana. Cuando sos consciente de eso, como los somos quienes estamos en HMC, entendemos que nuestro negocio no es transaccional. Traemos vacunas, productos muy críticos, asociados al cuidado de las personas, que hacen que puedan seguir viviendo o no. Comprendemos la inmensa dimensión del trabajo que hacemos.