La Administración General de Puertos (AGP) enfrenta dificultades financieras, con una deuda pendiente de US$ 83.001.109,61 al 30 de mayo de 2024, correspondiente a los trabajos de dragado realizados por Compañía Sudamericana de Dragados, subsidiaria de Jan de Nul.
Para equilibrar sus cuentas, el responsable del organismo, Gastón Benvenuto, propone aumentar el peaje de la hidrovía, cuya tarifa actual en dólares es de US$ 3,06. La iniciativa busca aumentarla en US$ 1,92, lo que representaría un aumento del 62%, llevando el costo a US$ 4,98. “Esto repercutirá en el peaje que pagan los buques que entran a los puertos del Río de La Plata, Paraná y Uruguay”, advirtió un empresario del sector a serindustria.com.ar.
El impacto en el comercio exterior será inmediato. Los portacontenedores aumentarán el “Toll fee” que se cobra en el Bill of Lading (B/L), que actualmente es de US$ 133 y podría subir a US$ 215. Esto implica mayores costos para la industria, tanto para quienes importan insumos para producción o comercialización, generando más inflación.
Para los exportadores, el incremento reduciría la competitividad, lo que podría significar la pérdida de clientes en el exterior y para muchas PyMEs, posiblemente el cierre.
Audiencias
Mientras la AGP realiza audiencias públicas no vinculantes para discutir el aumento del peaje, los privados insisten en que esta medida afectará principalmente a la carga contenerizada, especialmente en los puertos de Buenos Aires, Dock Sud, La Plata y Zárate.
Expertos en logística internacional señalan que la medida de la AGP busca “salvar el desorden financiero causado por el manejo del IVA y otros gastos no relacionados con la hidrovía”.
Durante la gestión de José Beni al frente del organismo, se contrataron servicios costosos y se han destinado ingresos a otras áreas, como estudios en Tierra del Fuego o reparaciones en la costanera de Rosario, acusan los críticos.
El futuro para la industria, se vuelve más oscuro debido a que inicialmente, el aumento del peaje impactaría en los costos logísticos de todos los buques que transiten la vía fluvial. Sin embargo, los industriales están en alerta ante la posibilidad de que el aumento recaiga únicamente en la carga contenerizada. “Creemos que el argumento proviene de los exportadores de granos, quienes dicen ‘te adelanté fondos, soy el mayor generador de dólares’”.
Otra salida
En el marco de la audiencia pública, la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó en un comunicado que “los usuarios del sistema fluvial no deben soportar las consecuencias de decisiones en las que no tuvieron injerencia, como el incremento del precio del dragado al contratista o la inclusión del IVA en el costo de operación”. La UIA sostiene que el Estado podría manejar la deuda utilizando formatos empleados en otras áreas, como la administración de pasivos de importadores y proveedores de energía.
Finalmente, la UIA señaló que “se debe reconsiderar el aumento propuesto del peaje en el Río de la Plata, ya que este incremento tendría repercusiones negativas en la industria nacional, afectando la competitividad y el desarrollo económico del país”.
En esa sintonía, desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales, llegaron a la conclusión, luego de analizar los documentos que se presentaron en la consulta pública, que la adecuación tarifaria se basa en cifras aproximadas como la deuda que AGP fija en alrededor de US$ 94 millones. También señalan números contradictorias respecto a precios de dragados en comparación con obras de dragados, no incluidas en el contrato. Asimismo incluye “razones ignotas” como “la no resolución tributaria”.
“Ninguno de los argumentos que presenta la actual Concesionaria, dan suficiente evidencia y respaldo documental imprescindible para su comprobación. Tampoco incluyen una evaluación del impacto del incremento de casi el 63% de la tarifa acarreará a todas las cadenas productivas argentinas y en especial a la agroindustrial”, indicó el comunicado que firma Gustavo Idigoras, presidente de CIARA.
Incógnitas
Un miembro de una organización que agrupa a distintas cámaras empresariales comentó que a fines de mayo, en una reunión, solicitaron a Benvenuto que intervenga ante los constantes aumentos que estaban aplicando las terminales portuarias. Ante esto, el funcionario respondió que regular las actividades contradecía la política libertaria. Los empresarios explicaron que tanto las terminales como las navieras tienen una posición dominante sobre la carga.
“Al no fletar un buque completo, la carga debe ir con quien te presta el servicio. Son cuatro, cinco, seis navieras que llegan al Río de La Plata. Ellos imponen las condiciones y te envían a la terminal donde llega su barco. No podés decirle a Hamburg o a Maersk que vaya a cargar a tal puerto; te van a decir que lo busques en Buenos Aires en Terminal 4 y no protestes mucho porque te saldrá más caro”, añadió.
Sin embargo, ante el pedido de Daniel Scioli, Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Benvenuto cedió. Para fomentar el turismo, que mueve aproximadamente 400 mil personas, otorgaron una rebaja del 20% en las tarifas de peaje para cruceros.