La semana pasada tuvimos dos hechos fuertes en lo económico y lo social. Tuvimos el dato económico fuerte del Estimador Mensual de Actividad Económica correspondiente al mes de junio de este año del INDEC y el tema de la reforma de jubilaciones.
En cuanto al EMAE los datos significativos son en lo general la caída del -3,9% contra el mes de junio de 2023 pero si tomamos el nivel general contra el año 2022, puesto que en 2023 tuvimos efecto de sequía la caída fue de -8,70% la cual podría ser aún mayor salvo que la parte del campo posee un crecimiento casi del +83% lo que genera que la caída sea aún más brusca. El tema primordial que aunque ya sabemos que no es característico ni prioritario de este gobierno es que tanto la construcción, industria, comercio mayorista+minorista e intermediación financiera cayeron -23,54%, -20,39%, -18,66% y -10,47%, respectivamente.
Este dato del EMAE es plenamente contrastable con la caída del consumo en el orden del -20% en las grandes superficies y hasta incluso en las recaudaciones nacionales y provinciales junto con el poder de compra de las familias en el mismo orden desde el mes de noviembre a hoy que llegan a ese valor consecuencia del cambio de hábitos de las familias con la disminución de las calidades de los distintos productos que adquieren para tratar que a sus ingresos/sueldos les sobren la menor cantidad de días al final del sueldo. Puesto que la tan mencionada recuperación en V sería prácticamente imposible con estos datos hasta no antes de fin de 2025.
Como expresamos antes, la última semana también se terminó de aprobar la reforma jubilatoria a los efectos que nuestros adultos mayores recuperaran ese 8,1% del mes de enero pasado y tengan recomposiciones anuales para ir equiparando en forma más lenta el 25% perdido entre 2018-2019 a través de un porcentaje del RIPTE anual que se incorporará en forma anual. Es de destacar que esta reforma serviría para que nuestros queridos jubilados y pensionados posean hoy una recuperación cercana a $20.000 mensuales, tampoco es que se van a volver los padres de Rockefeller ni Bill Gates pero se incorporaría en su totalidad el bono que hoy deben esperar se confirmen de manera mensual.
En números macroeconómicos el total es de $703 MM hasta fin de año o lo que es lo mismo el nivel de disminución que sufrieron los titulares del Impuesto a los Bienes Personales por la Ley 27.743 (paquete fiscal) aprobada recientemente o la conjunción de los $ 100 MM del DNU 656/2024 para gastos del nuevo SIDE + los US$ 500 millones ($ 500 MM) por la compra de los 16 aviones F16 operativos y los 8 no operativos canibanizables para repuestos por ser aviones que ya n se encuentran en línea de producción. Lo cual no significa otra cosa que para terminar haciendo espionaje (interno) entre nosotros y con hipótesis de conflicto suscitadas por no entender las situaciones geopolíticas en las que nos colocó el actual Presidente de la Nación encolumnandóse en posiciones de guerra saliendo de la habitual 3º posición/neutralidad que caracterizó a nuestro país desde la 1ºGM, solo de la cual salimos el 5-08-1945 y durante el año 1991.
Haber hecho eso nos costó el repudió general del mundo por pretender incorporarnos a la Segunda Guerra Mundial para ingresar al reparto postguerra y dos bombas en sitios de la comunidad israelita en nuestro país además del asesinato del hijo de un Presidente de la Nación en ese momento.
Si entendemos que el Presidente de la Nación adelantó que va a vetar la Ley de Reforma previsional y a ese veto la respuesta del Congreso Nacional será la insistencia Legislativa, creemos que en el lapso de 15 días, la misma Ley sería promulgada sin posibilidad de anulación y los degenerados fiscales habrán generado que nuestros queridos viejos se encuentren en posición de un mayor consumo. Como tampoco sería imposible de esperar que el Senado retome la media sanción de la devolución de IVA actualizando su importe de $60.000 a $150.000 para tratar de mejorar el bolsillo de la clase media que pareciera ser que el gobierno pretende que deje de existir a los efectos de latinoamericanizar nuestra sociedad y que desaparezca la clase media, poseyendo a posteriori 5 o 10% de clase alta y el resto en la pobreza/indigencia.
Si al final del párrafo anterior le sumamos la competencia de monedas terminaríamos teniendo una economía a la peruana. Aunque no es fácil de creer que nuestra sociedad lo soporte sin salir a las calles a reclamar, sin importarle incluso si los reprimen o no. Hoy el nivel de depresión económica es solo con base del 4% de inflación y luego hacia arriba, que no deja de ser la inflación en dólares que venimos sufriendo y hoy queda en evidencia.
Por eso recuerden la frase célebre que dijo el actual Presidente de la Nación antes, incluso, de ser candidato al cargo: “Cualquier idiota puede bajar la inflación con recesión“.