Los años 90 son recordados por una política privatizadora, similar a la que impulsa Javier Milei, donde una de las empresas que más sintió el impacto fue YPF, creada en 1922 por iniciativa de Enrique Mosconi. Con el propósito de reducir gastos y personal, la petrolera estatal promovió retiros voluntarios y despidos, provocando los primeros piquetes y cortes de rutas, inicialmente en la Patagonia.
La región del Gran La Plata también se vio afectada, por la incidencia laboral, económica y social de la Refinería Ensenada, la mayor productora de combustibles de Argentina.
“En ese momento, un grupo de 26 trabajadores entre los que se encontraba mi padre, Miguel Chijlis, se asociaron para iniciar este emprendimiento. YPF les hizo un contrato por tres años y los trabajos realizados fueron de excelencia y continúan”, expresa Germán Chijlis, Gerente Administrativo de Conexiones, empresa radicada en Berisso. En una entrevista concedida a serindustria.com.ar, recordó su llegada a la compañía en 2004, donde desplegó tareas en las áreas administrativa y operativa,
Tras mencionar que la Gerencia Operativa está a cargo de Miguel Macris, Germán repasó con orgullo el recorrido de la compañía que muestra una inocultable historia de superación. La perseverancia y la responsabilidad de sus integrantes, los condujo por un camino de crecimiento que les permitió crear distintas unidades de negocios.
“Actualmente somos 72 trabajadores directos a los que se agregan contadores, abogados, un asesor comercial y otros profesionales que no son empleados nuestros pero los consideramos pilares fundamentales”. agregó.
¿Cuándo se creó Conexiones?
La empresa nació en 1991 y fue consecuencia de los despidos que hubo en YPF. Como la mayoría de los servicios que distintas PyMEs prestan a la petrolera, se formó en el SUPeH Ensenada. Los operarios que en ese momento quedaron en la calle, fueron contratados por la empresa, pero como externos. En este caso se asociaron 26 trabajadores, entre ellos mi padre. Hubo otros emprendimientos similares generados para cumplir diversas tareas. Por votación mi padre y dos personas, que ya no están en actividad, fueron elegidos para hacerse cargo del gerenciamiento.
Asumieron el desafío…
Sí, porque YPF los contrató por tres años más dos de opción y siempre se fue renovando. Cuando se inició esta empresa yo tenía 17 años. Con el paso del tiempo, algunos socios se fueron jubilando o se alejaron por distintos motivos. A la vez, fueron contratados nuevos trabajadores para realizar el conexionado y otras tareas, entre ellas pruebas hidráulicas y demás, siempre vinculadas a YPF.
¿Cómo definieron el nombre?
Tiene directa relación con la tarea que realizaban los fundadores y sigue siendo la labor madre: el servicio de conexionado de tanques. A través de manguerotes se transportan los fluidos, en su mayoría nafta y gasoil, desde YPF a los barcos que llegan a cargar al puerto. Esa es nuestra principal tarea y responsabilidad, conectar correctamente para que los buques lleven combustible a otros puertos de la Argentina o del mundo. Después sumamos otras actividades.
¿Cómo se dio el crecimiento?
En 2016 mi padre tuvo problemas de salud y los socios me eligieron como Gerente. Venía trabajando junto a mi viejo en la diaria, conocía como administrar la empresa, estaba en contacto con la gente y sigo en esa función. Yendo a la pregunta, en 2017, YPF nos invitó a participar de la licitación del amarre y desamarre de los buques tanques y tuvimos la suerte de ganarla. Así sumamos un nuevo servicio e incorporamos dos embarcaciones. Primero alquilamos y luego compramos dos lanchas cero kilómetro. Una de ellas es netamente de metal y está equipada con las normas de seguridad que le permiten actuar, si llegara a ocurrir algún derrame o una eventual rotura en el puerto.
¿A partir de ahí se abrió otro panorama?
Más tarde ganamos otra licitación, también en YPF, para atender los contenedores llenos de maquinarias y demás que hay en la empresa. Pudimos comprar un sampi para hacer los movimientos. Está a disposición de YPF dos días del mes para el traslado desde el galpón llamado CCI, donde se lo opera. También lo llevamos cargas al muelle o adonde sea necesario.
¿Tuvieron que incorporar maquinarias?
Sí, con el paso de los años, sumamos otras maquinarias, grúas… Empezamos a hacer un servicio de 24 horas los 365 días del año. Lo ofrecimos a las agencias marítimas y firmas que están en el puerto, como apoyo a los buques o para buques que están en rada, con lanchas directas. Ofrecemos servicios de grúa, cargamos y descargamos víveres, maquinaria, herramientas… Incorporamos dos grúas más y podemos desarrollar tareas no solo para YPF y las agencias, sino a cualquier cliente que requiera el servicio. Vamos a cualquier empresa que necesite levantar todo tipo de bultos, aunque mayormente trabajamos en las zonas portuarias. En 2021, ganamos una licitación de mantenimiento de espacios verdes en YPF. Nos encargamos de distintos sectores, como el puerto, poliducto, terminal La Plata y otras áreas de la Refinería. Para ello incorporamos 21 personas, maquinarias, tractores, minitractores y otras herramientas relacionadas a la tarea.
¿Cómo atravesaron la pandemia?
Fue un momento duro porque había muchos recortes. Nos adaptamos y lo sobrellevamos acompañando a YPF. Fue el momento más difícil, no solo en cuanto a la salud, sino en cuanto a la parte laboral y por suerte no tuvimos que despedir a nadie. En esos meses decidimos reinventarnos, porque sobraba tiempo y empezamos a producir contenedores habitacionales. Los compramos, los reformamos y los vendemos como pañol, viviendas, vestuarios, oficinas o lo que decida el cliente. Ganamos algunas licitaciones y vendimos oficinas. En 30 o 45 días, podemos entregar una vivienda terminada e instalarla en el terreno. Otro aspecto importante es que el diseño se hace junto al cliente, acorde a su necesidad y sus preferencias en cada detalle. Además, no sólo estamos negociando en el área local, sino que hemos vendido a distintas provincias.
Así acceden a clientes fuera de YPF…
Si, pero seguimos muy vinculados porque a YPF, le debemos todo. También ganamos una licitación para la reparación y el mantenimiento de las defensas navales de YPF en Puerto La Plata. Esa tarea la hacemos una vez al año. Las sacamos del agua, les hacemos el mantenimiento, las revistas, las pintamos, les colocamos el encadenado, las cubiertas… Conformes con nuestro desempeño, nos invitaron a participar de otra licitación para hacer la misma tarea en todos los puertos de Argentina donde opera YPF. La ganamos y estamos presentes en los puertos de San Lorenzo, Concepción del Uruguay, Dock Sud, Mar de Plata, Orión en Ushuaia. Es una logística importante, porque esas defensas se usan constantemente.
¿Pudieron poner un pie en Vaca Muerta?
Está en proyecto. Si se diese la posibilidad de hacer algo vinculado a la tarea, estamos en condiciones. Todo trabajo es bienvenido. Si nos invitan a participar en la licitación, podemos competir con empresas colegas y fundamentalmente con nosotros mismos para seguir creciendo.
Se va a construir el Puerto de GNL en Río Negro. ¿Están listos para participar?
Sí, totalmente. Desde ya, es una noticia sumamente importante que se avance con ese desarrollo y si llegara la oportunidad de participar en alguna licitación, sin dudas nos presentaremos.
No le temen a los nuevos desafíos…
Exactamente. Tenemos certificación ISO de calidad y estamos muy seguros porque contamos con lo más importante: la gente, el personal, la confianza… Hemos generado un gran equipo, tanto en la parte administrativa como en la faz operativa, con capacidad de respuesta ante cualquier necesidad que surja. Y como consecuencia del presente y lo que proyectamos, vamos a ampliar nuestra base.
¿De qué se trata?
Antes que nada, quiero agradecer a las autoridades del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, especialmente a su presidente, José María Lojo, porque vamos a mudarnos a un espacio, mucho más amplio, donde nuestra gente podrá trabajar con más tranquilidad, comodidad, pegados directamente a YPF y el río. De este modo el equipamiento que antes salía por las calles, va a transitar directamente por el muelle, evitando cualquier tipo de accidente. Quiero destacar que en estos días, en los que el tiempo es escaso, ser escuchados por el titular del Puerto, es algo que tiene un altísimo valor. Estamos definiendo detalles del diseño con el arquitecto, analizando los ingresos, los egresos. El galpón está armado y calculo que en no más de tres meses estaremos mudados. Vamos a un lugar donde tenemos todo, sólo faltan detalles que lo optimicen.
¿Cómo te sentís al frente de tantos emprendimientos?
Muy feliz, porque damos trabajo y en el caso de los contenedores, ese desarrollo nos permitió crear vínculos con distintos comercios, técnicos y profesionales de Berisso. Participan personas que colocan durlock, electricistas, compramos pintura, sanitarios… Generamos una cadena virtuosa pero también arraigo, porque entre todos nos apoyamos y en las distintas áreas contamos con gente muy capaz, idónea, que conoce muy bien su función. Además, nací, vivo y apuesto al crecimiento de esta ciudad que amo. Dar trabajo a gente de Berisso, Ensenada y La Plata, es algo que nos hace sentir muy bien.
Todo comenzó con tu padre y compañeros despedidos. ¿Imaginabas estar en este lugar?
Estudié marketing, pero fui aprendiendo esta tarea a su lado. Observaba todo, acompañaba el día a día. Soy un agradecido, porque no sé si muchos tuvieron la oportunidad de trabajar con su padre, compartir tantas cosas y aprender. Incluso en los primeros días me preguntaba de qué manera enfrentaría él las situaciones para entender cómo resolverlas. Sus enseñanzas tienen un valor incalculable.