El consorcio CMA-1, integrado por Total Austral, Winthershall Dea Argentina y Pan American Energy, anunció la puesta en producción del primer pozo del proyecto gasífero Fénix, ubicado en el Mar Austral Argentino.
Este ambicioso desarrollo offshore representa una inversión de US$ 700 millones y se espera que, una vez completada la perforación de los tres pozos, el proyecto aporte el equivalente al 8% de la producción de gas de Argentina.
Fénix, la sexta plataforma del consorcio en la región, está ubicada a 60 kilómetros de la costa de Tierra del Fuego. Oficialmente se inauguró el 19 de septiembre de 2023 y esta conectada a la infraestructura existente a través de un gasoducto submarino de 36 kilómetros. Las plantas de tratamiento en Río Cullen y Cañadón Alfa recibirán el gas extraído y lo inyectarán al Gasoducto San Martín, que lo transportará a lo largo de 2.000 kilómetros hasta Bahía Blanca para abastecer a los principales centros urbanos del país.
Un hito en la industria energética argentina
Catherine Remy, Directora General de Total Austral y Country Chair de TotalEnergies en Argentina, destacó la importancia de este avance. “La realización del proyecto Fénix representa un nuevo hito en la historia del consorcio CMA-1 y fue logrado gracias al apoyo y trabajo junto a las autoridades provinciales y nacionales”, afirmó.
Además, subrayó el logro en tiempo récord y el alto nivel de seguridad con el que se ejecutó el proyecto, que forma parte integral del desarrollo energético del país.
El proyecto Fénix se desarrolló en tres fases principales. La primera incluyó la instalación de un gasoducto submarino, con 36 kilómetros de tuberías submarinas que conectan Fénix con la plataforma Vega Pléyade, también operada por Total Austral.
Posteriormente, se llevó a cabo la construcción e instalación de la plataforma de producción. Está colocada en el lecho marino, a 70 metros de agua de profundidad. Finalmente, se avanzó en la perforación de pozos, con tres perforaciones horizontales, de las cuales el primero ya ha comenzado a producir.
Más energía
Este proyecto refuerza la seguridad energética de Argentina y se destaca por su bajo impacto ambiental, siendo uno de los proyectos con menor huella de carbono en el país, con menos de 10 kg de CO2 equivalente por barril de petróleo.
Asimismo, la producción de Fénix permitirá sustituir importaciones de gas natural licuado, lo que se traducirá en una disminución del ingreso de 15 barcos de GNL durante los meses de invierno, generando importantes ahorros para la Argentina.
En términos de magnitud, Fénix ha sido el resultado de cuatro años de trabajo continuo, involucrando a más de 3.000 personas en su ejecución. Además de ser un proyecto con una inversión de más de US$700 millones, su ubicación a 60 kilómetros de la costa y la profundidad de agua en la zona de instalación de 70 metros reflejan la complejidad y la magnitud del desarrollo.