La minería espacial, un concepto que hasta hace poco parecía sacado de la ciencia ficción, está emergiendo como una realidad potencial que podría transformar la economía mundial y la explotación de recursos naturales. Aún en fase de desarrollo tecnológico, esta disciplina promete extraer minerales valiosos de asteroides, la Luna y otros cuerpos celestes, lo que abre un debate tanto en términos científicos como jurídicos sobre la apropiación y uso de estos recursos.
Al respecto Carlos Alberto Villulla, titular de la cátedra II de Derecho de Minería y Energía de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), explicó que la minería espacial consiste en hacer lo mismo que un productor minero realiza en la Tierra, pero en un asteroide.
“Es una novedad para nosotros. En términos generales, esta actividad implica la extracción de recursos de un cuerpo celeste como se hace en la cordillera de Los Andes. La gran diferencia es que ningún país puede apropiarse de los asteroides. Esto plantea la necesidad de crear un marco legislativo internacional”, detalló Villulla. Aunque todavía no se ha comenzado a aplicar esta tecnología, el avance en robótica y exploración espacial está acercando cada vez más esta posibilidad.
Cambio de paradigma
Otro integrante de la cátedra, Roberto Cadenas, resaltó la importancia de generar un marco legal adecuado y equilibrado, que no solo contemple la dimensión económica sino también el impacto social y ambiental. “Para nosotros significa un cambio, una esperanza de una explotación minera que puede ser llevada adelante con cierto criterio social o tratar de mejorar la vida de la gente. En ese sentido, el trabajo de la universidad pública, en particular de la cátedra, es preparar profesionales para que puedan discutir un marco legal que pueda mejorar todo, porque económicamente puede llegar a cambiar la historia en términos de los recursos que se obtendrán en un futuro”.
La clave para el desarrollo de la minería espacial radica en la colonización de la Luna y otros cuerpos celestes. Juan Cruz González Allonca, director del Centro Interdisciplinario de Estudios Espaciales de la CONAE, señaló que las perspectivas están alineadas con “las misiones previstas para la Luna incluyen la construcción de un asentamiento permanente. Si queremos permanecer en la Luna, necesitaremos materiales de construcción y agua, tanto para hidratación como para generar oxígeno.
El recurso más valioso que podría encontrarse en la Luna es el Helio 3, un isótopo no radioactivo que podría revolucionar el suministro energético si se logra su fusión nuclear. “El helio 3 está presente en la superficie lunar y, de lograrse su fusión nuclear, proporcionaría energía limpia e inagotable“, afirma González Allonca.
Aunque traer minerales pesados como platino desde los asteroides a la Tierra sería complejo y costoso, el helio 3 podría cambiar el sistema económico global si se llegara a implementar su explotación y uso energético.
La explotación de los recursos espaciales
La explotación de recursos en el espacio plantea una serie de desafíos jurídicos y geopolíticos. Los tratados internacionales actuales prohíben a cualquier país apropiarse de regiones del espacio, incluyendo la Luna y otros cuerpos celestes. Villulla aclara que, aunque no se permite la apropiación territorial, “los tratados no mencionan qué sucede con lo que se extrae de estos cuerpos. Este es un debate en desarrollo, ya que extraer minerales de un asteroide y agotarlos podría considerarse una forma de apropiación”.
En línea con esta reflexión, Cadenas añadió que “la gran discusión es de quién es el recurso, si es de la humanidad o del que lo toma primero”. Este interrogante se volverá más relevante a medida que avance la minería espacial.
Países como Estados Unidos, Japón, Emiratos Árabes Unidos y Luxemburgo ya han avanzado en la creación de marcos legales que permiten a sus ciudadanos y empresas realizar actividades de explotación en el espacio. Cadenas resalta un punto crucial: la tensión entre las legislaciones nacionales y la cooperación internacional.
“Si se extraen 200 toneladas de platino o de oro y se traen a la Tierra, podrían surgir conflictos sobre la legalidad de esa acción, similar a lo que ocurre con los diamantes de sangre en África”, advirtió. Esta cuestión podría abrir debates éticos y jurídicos sobre la apropiación de recursos espaciales.
Normativa internacional
En cuanto a la regulación internacional de la minería espacial, queda un largo camino por recorrer. “Hay países que están intentando modificar la legislación vigente para facilitar estas actividades, pero la cuestión no solo es jurídica, sino también económica y ambiental“, apuntó Villulla. La extracción de recursos del espacio no debe agotar las fuentes y debe respetar los principios del desarrollo sustentable, un reto que también deberá ser abordado en la legislación futura.
Por su parte, González Allonca subraya que, si bien Argentina no tiene como prioridad estratégica la minería espacial en su plan espacial actual de diez años, cuando se renueve “es probable que este tema sea considerado, dado el avance internacional en esta área”. A pesar de no liderar el tema, Argentina participa activamente en los foros internacionales y misiones científicas que contribuirán al desarrollo de esta actividad.
El año pasado, Argentina se unió a los Acuerdos de Artemisa, un convenio bilateral impulsado por Estados Unidos a través de la NASA, firmado por más de 40 países. Este programa tiene como objetivo llevar a la primera mujer a la Luna, establecer un asentamiento permanente en su superficie y posteriormente, preparar misiones a Marte. Con su adhesión, Argentina forma parte de esta ambiciosa iniciativa espacial.
Un aspecto crucial es la participación del sector privado en la minería espacial. Villulla resalta que, aunque los Estados jugarán un papel central, las empresas privadas como SpaceX de Elon Musk también están desarrollando tecnología espacial avanzada. “El sector privado ya está involucrado, pero es fundamental que haya una autoridad de control que supervise qué se está haciendo y cómo”, concluyó.