Poblaciones dispersas de la puna jujeña, que carecen del servicio de electricidad y gas, están incorporando a sus hogares cocinas y termotanques que funcionan a base de energía solar. Al contar con estos aparatos en sus hogares, los pobladores ya no deben hacer el esfuerzo de caminar kilómetros para traer leña para calentar el agua.
A partir de la experiencia de algunos integrantes de la Fundación EcoAndina, una ONG que desarrolla proyectos comunitarios de energía solar térmica en pueblos andinos, surgió la pyme “Juysolar”.
Así como muchas familias cuentan con paneles solares para iluminar sus viviendas o para calefacción, hay otras que se van “modernizando” y acceden a artefactos como termotanques y cocinas solares parabólicas, que le brindan una mejora en su vida cotidiana y mayor confort.
“Tenemos un fuerte foco en el desarrollo de artefactos, en este momento hay algunos que se están industrializando y tienen una performance muy buena, pero estamos diseñando nuevos equipos para requerimientos diferentes”, manifestó el gerente de la empresa, Carlos Rodríguez.
“Hasta el momento tenemos unos 400 equipos instalados en toda la provincia y por suerte hay una importante demanda institucional y privada”, destacó el referente de la empresa.
Sobre las cualidades de esos equipos, destacó que “son durables, con una vida útil de 15 años y son fáciles de mantener. En el caso de los termotanques tienen una capacidad de 100 a 1.000 litros, y los más chicos son para uso familiar con un costo de 7.000 pesos”.
Los aparatos además se adaptan a las condiciones extremas de la región de la Puna que van de 20 grados bajo cero hasta 30 grados centígrados.
Tiene un uso práctico y el gasto se compensa con el ahorro “de un 80 por ciento de los costos que se utiliza en energía para el agua caliente sanitaria”, explicó Rodríguez.
La tecnología es compleja, ya que un termotanque de cien litros involucra la industria del plástico, de la goma y la metalmecánica. “Toda la materia prima es un 100 por ciento nacional y no hay ningún componente importado y eso hace que sea un artefacto altamente confiable”.
Al contar con estos aparatos en sus hogares, los pobladores ya no deben hacer el esfuerzo de caminar kilómetros para traer leña para calentar el agua.
“Nos genera una inmensa alegría ver cómo están incorporando la tecnología como parte de la vida diaria sin cambiarles la cultura. Solo acercamos soluciones a que puedan vivir mejor y además se contribuye con el medio ambiente”, expresó el directivo.
Más de la mitad de los 400 artefactos que se han comercializado hasta el momento, a los que también se deben sumar calefactores solares, se han entregado a pobladores de la región de la Puna, en menor medida a los de la quebrada y el resto a residentes de zona urbana o céntrica de Jujuy.