Argentina enfrenta desafíos en la regulación de sus emisiones de gases de efecto invernadero, en un contexto donde la transición energética es una prioridad global. La necesidad de avanzar en políticas de medición y reducción de emisiones plantea interrogantes sobre el camino que debe seguir el país para adecuarse a las exigencias internacionales y fomentar un desarrollo energético sostenible.
En este contexto, la abogada, magíster en gestión de la energía y consultora en transición energética y ambiente, Verónica Tito explicó en Ser Industria Radio que “actualmente existen varios proyectos regulatorios, como la resolución 970 de la Secretaría de Energía, que establece la obligación para las empresas del sector de hidrocarburos de medir y, posteriormente, reducir sus emisiones en un plan de cinco años”. Este marco busca alinear a las empresas del sector con la transición energética, aunque aún carece de una reglamentación que detalle los pasos para su implementación.
La ex asesora de la Secretaría de Energía de la Nación consideró que un aspecto clave en la regulación ambiental es la posibilidad de establecer un mercado de carbono regulado en el país. Tito destacó que “en la redacción final de la ley de bases, el capítulo de transición energética, que incorporaba el sistema de cap and trade, quedó fuera”. Este modelo, utilizado en muchos países, permitiría a las empresas que no alcancen los límites de emisiones vender sus créditos a aquellas que los superan.
Impacto de la falta de regulación sobre exportaciones
Por otro lado, la falta de un mercado de carbono regulado no representa una limitación inmediata para la exportación de hidrocarburos. Sin embargo, Tito advirtió que “las empresas que exporten GNL a Europa tendrán que trabajar en planes de reducción de emisiones, ya que la Unión Europea impondrá restricciones a las importaciones de GNL o crudo que no cumplan con los estándares de trazabilidad de metano”.
Además, comentó que recientemente se presentó un proyecto de ley en el Senado de la Nación sobre los presupuestos mínimos para el mercado de carbono, que permitiría otorgar un marco legal a los créditos de carbono generados en proyectos de mercados voluntarios, contribuyendo así a los compromisos internacionales de reducción de emisiones.
“La iniciativa pretende, de alguna manera, darle un valor legal a los créditos de carbono generados a través de proyectos de mercado voluntario, donde la empresa decide voluntariamente desarrollar un proyecto de carbono. El objetivo es que esos créditos sean transparentes y, sobre todo, puedan ser utilizados por el país para demostrar, en el marco de sus compromisos internacionales, la reducción de emisiones a nivel nacional“, explicó.
Desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones
En cuanto al desarrollo del hidrógeno, Tito hizo una distinción importante entre el hidrógeno verde y el hidrógeno de bajas emisiones. Mientras que el primero se produce exclusivamente a partir de fuentes renovables, el segundo incluye opciones como el hidrógeno azul, derivado del gas natural con captura de carbono, o el hidrógeno rosa, proveniente de energía nuclear.
Según Tito, “existe una uniformidad en la comunidad internacional para utilizar el término hidrógeno de bajas emisiones, dado que muchos países, incluyendo Argentina, ven en el gas natural una fuente viable a través de tecnologías de captura de carbono”.
La especialista expresó una visión optimista respecto al futuro del sector energético argentino, aunque advirtió que se necesitarán incentivos y estabilidad fiscal para atraer inversiones de gran escala en proyectos de hidrógeno. “El RIGI sirve, pero no es suficiente”, afirmó, en referencia a la normativa existente. “Las empresas del sector están propiciando la implementación de una normativa complementaria que permita una proyección a largo plazo, de 30 o incluso 50 años”.
En ese sentido, señaló que para los megaproyectos de hidrógeno de exportación y de vectores del hidrógeno, como amoníaco y metanol, se requieren inversiones de US$ 10.000 millones.
Pese a los desafíos, Tito consideró que “Argentina tiene recursos significativos que aún no se han explotado completamente, especialmente en Vaca Muerta y en el offshore”.
Asimismo, destacó que “no hay que dejar de lado las energías renovables, pero en el país contamos con tantos recursos hidrocarburíferos y necesitamos exportar y desarrollarnos. Creo que, por eso, el foco aún debe estar puesto con mucha importancia en este sector”, concluyó.