Recientemente, se celebró una reunión clave entre actores del sector industrial, importador y exportador, junto a representantes del gobierno nacional. La agenda giró en torno a los desafíos de costos logísticos y portuarios. 

Participaron del encuentro  la Unión Industrial Argentina (UIA), la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), la  Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) y la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA).

Al respecto, Ser Industria Radio conversó con Fernando Landa, presidente de la CERA, quien se refirió a la implicancia de los costos en la competitividad del país. Asimismo, repasó otros temas, entre ellos el futuro de la Hidrovía Paraná Paraguay y las expectativas del comercio exterior argentino.

¿Qué temas preocupan al sector?

Abordamos varias preocupaciones logísticas, especialmente los costos portuarios. Desde la CERA, adoptamos una perspectiva amplia ya que el problema logístico abarca mucho más que los puertos; afecta la competitividad de todo el país. Argentina está en el hemisferio que tiene el 12% de la población mundial y es el octavo país en territorio. La logística no puede ser un ancla, sino que debe ser verdaderamente una ventaja, tiene que ser la mejor pero estamos lejos de ese punto. 

¿Cuáles son los principales problemas en términos de infraestructura y costos?

Por un lado, tenemos problemas de inversión en el Atlántico y un calado inadecuado en el puerto de Buenos Aires para los buques actuales. Al mismo tiempo, en el Pacífico, Chile ha desarrollado puertos fundamentales para toda la dinámica que tiene la demanda de India y China, pero tenemos un cuello de botella en el transporte terrestre, con un costo superior al normal, por tener un subdesarrollo del sistema ferroviario. Por otro lado tenemos problemas fronterizos de facilitación de comercio, que hacen que el transporte al Pacífico sea dificultoso. Se forman hasta 13 kilómetros de cola de camiones en primavera. En lugar de aprovechar las inversiones que ya existen en Chile, tenemos dificultades de orden administrativo. 

¿Se discutieron propuestas concretas para mejorar el puerto de Buenos Aires?

Si analizamos los costos del puerto de Buenos Aires comparados con la región,  observamos que son al menos el doble. Las razones son múltiples, pero analicemos los aumentos. El año pasado se prorrogaron las concesiones bastante antes del vencimiento que ocurría en mayo de este año y se liberaron las tarifas. Estos aumentos están impulsados principalmente por concesionarias privadas como TRP y la Terminal 4. Desde la última prórroga de concesiones, las tarifas han subido entre un 15 y 20 % en dólares, sólo desde noviembre hasta hoy, lo cual afecta nuestra competitividad. Esta situación requiere un análisis exhaustivo.

¿Sucede lo mismo en el resto de los puertos argentinos?

La situación es similar en otros puntos, como la hidrovía, donde la tarifa ha aumentado de manera significativa en los últimos años, pasando de US$0.97 en los años 90 a US$4.30. Estos incrementos no solo afectan al puerto de Buenos Aires, sino que también crean una carga financiera en toda la infraestructura logística del país.

¿Qué avances hay respecto a los corredores bioceánicos y la conectividad fronteriza con Chile?

Con Chile, tenemos 78 pasos fronterizos, de los cuales solo diez se utilizan para el comercio. En muchos de ellos, los comités de integración no han avanzado en soluciones operativas. Un problema adicional es la conectividad digital deficiente. Ambos países son signatarios del Convenio TIR, que facilita el tránsito multimodal y agiliza el comercio, pero aún falta implementar esta herramienta.

¿Se abordó el impacto del tipo de cambio en el comercio exterior?

No fue un tema central en la reunión. Nos centramos en problemas estructurales que afectan la competitividad, ya que el tipo de cambio es solo una parte del desafío. Queremos promover una visión más amplia que considere tarifas competitivas, comparables con otros puertos internacionales y mejoras en la infraestructura portuaria y logística.

Recientemente se anunció que los gobernadores y el sector privado participarán en la discusión sobre el futuro de la hidrovía…

Es positivo que se establezca una mesa de discusión para avanzar con una nueva licitación. Muchas cámaras hemos transmitido inquietudes. Nosotros siempre mencionamos que no puede pagar lo mismo el buque que entra al puerto de Buenos Aires que los que van a Rosario. El puerto de Buenos Aires no puede subsidiar puertos de arriba. Es una cuestión de razonabilidad, sobre todo en un puerto que está realmente en un estado crítico en términos de costo. 

Sería interesante que se consideren las opiniones y no que los inviten solo para escuchar…

Sí. Nosotros vemos que hay un tránsito hacia la simplificación y las correcciones de factores que complicaban la exportación. Se hicieron muchas cosas. Recientemente, eliminaron las restricciones al pago de flete de exportación, un esquema que hacía que la PyME no exportara. Eso se ve. Lo hablamos con las autoridades y mostramos cómo había caído particularmente la carga de contenedores desde que se impuso esta medida. Nos escucharon y levantaron la restricción. Eso nos parece muy positivo.

¿Cómo proyectan el cierre del comercio exterior este año?

Cerramos el año con una balanza comercial positiva, en parte por la fuerte caída de importaciones, aunque las exportaciones han disminuido, estamos en números alrededor de US$78.000 millones. Obviamente no alcanza los máximos que ha tenido Argentina, ni siquiera alcanza a 2022. Atribuimos esta situación a factores como precios internacionales poco favorables y políticas fiscales locales que aún restringen a las empresas exportadoras. Sin embargo, hay signos positivos, como el aumento de la producción de petróleo y gas. Tenemos que compensar una caída de empresas exportadoras tremenda que ocurrió en 2023. Eso todavía no lo vemos. Pienso que el año que viene, si sigue este proceso de ordenamiento y desregulación, eso va a ocurrir.