Tras una semana sumamente agitada y con muchas novedades económicas y políticas, Ser Industria Radio dialogó con Carlos Fara, Consultor Político y  presidente de la Asociación Internacional de Consultores Políticos.

Durante las últimas jornadas se conocieron datos económicos como el índice de inflación de octubre, inferior al 3%, la baja del Riesgo País que quedó debajo de la línea de los 800 puntos. Pero también fue ratificada la condena a la ex Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner y Donald Trump se impuso en las elecciones de Estados Unidos.

A partir de ese caudal de información, Fara trazó un panorama político y consideró que está en marcha un proceso de posicionamiento hacia las elecciones de medio término, que polarizan La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo- kirchnerismo. Sin embargo, advirtió que hay un importante segmento de la ciudadanía que busca una alternativa superadora de ambas posturas.

¿Ya comenzaron las campañas para el 2025?

Sin lugar a dudas, estamos en proceso de posicionamiento. Ya llevamos 11 meses del gobierno de Milei, que permiten sacar unas cuantas conclusiones respecto de para dónde va, cómo actúa, cuál es su estrategia política. En función de eso, seguramente a la vuelta de las vacaciones, vamos a empezar a tener más conversaciones en firme respecto de posibilidades de coaliciones y alianzas. Fundamentalmente estamos en un proceso que hasta acá seguramente va a ser un proceso de polarización, sobre todo entre LLA, quizá en alianza con el Pro y el frente Unión por la Patria o como se llame, con el peronismo- kirchnerismo. Después puede ser que haya alguna especie de tercera vertiente, que no sé si va a tener alguna articulación nacional entre figuras como Schiaretti, Randazzo, Pichetto, los socialistas de Santa Fe, etcétera. Creo que ahí básicamente va a estar el escenario. 

¿Hay lugar para “la avenida del medio”? 

Creo que existe un tercer espacio. Hay una cantidad de gente que no quiere el regreso al kirchnerismo, pero tampoco termina de digerir el modelo y el estilo de Milei. Eso se encuentra sobre todo en el público que votó a Juntos por el Cambio, en la primaria o en la elección general, que es más moderado, coincide en algunas cuestiones o grandes objetivos con el gobierno de Milei, pero tiene importantes diferencias de matices y una preocupación sobre el costo social, de los cambios que está haciendo el Presidente. 

¿Milei es liberal o conservador? 

Está claro que es una experiencia muy particular. Tiene algunos rasgos claramente ultraliberales y como estamos viendo en estos días con alguna de estas batallas culturales, parece un conservador tradicional. Pero estamos en un escenario, también curioso a nivel internacional, con el triunfo de Trump, con algunos otros líderes de derecha, como la primera ministra de Italia u Orbán en Hungría…

¿Ir contra el Pacto 2030 afecta a su electorado? 

Da toda la impresión de que el gobierno decidió tomar una vía a nivel internacional, bastante atípica para la Argentina. El retiro de la Cumbre del Cambio Climático da la imagen de Argentina aislándose del concierto internacional. Estamos pasándonos a una especie de caso raro a nivel internacional. Votamos contra la Agenda 2030, a favor de la cual votó incluso Estados Unidos. Argentina forma parte del G20, también hay que tener en cuenta eso, que tiene consensos sobre temas importantes, como el tema medioambiental y se está apartando de esa agenda. Desde ese lado, me parece que esta política exterior, en algún momento, a Argentina le va a generar algún tipo de costo en su integración mundial. 

¿Hay una especie de mesianismo en Milei? 

Mesianismo sin lugar a dudas. Me parece que en la personalidad de Milei, hay una postura de ser un personaje único, especie de líder muy particular, que tiene una visión muy personal de su rol en la historia de la Argentina y del mundo. Eso obviamente lleva a posiciones muy extremas y a actitudes  absolutamente refundacionales para la Argentina. Está claro que Milei, no solamente por las características de cómo llegó a la presidencia, sino también en estos once meses, por estas posturas que estamos comentando, sale totalmente de la tradición. Vamos a ver cuánto tolera la sociedad en el largo plazo, no en el corto plazo, que está claro, estamos teniendo algunos indicadores económicos que claramente favorecen al Presidente.Nuestra sensación es que la sociedad argentina cambió, por eso aceptó a una persona como Milei, probar con un experimento. Pero también es cierto que muchas de las batallas culturales que está planteando son ajenas a la opinión pública, no son temas de la sociedad. 

¿Cómo ves la figura de Cristina? 

Está claro que ella se plantea llegar a la presidencia del partido desde una situación de debilidad, porque nunca le interesó ese lugar. En más de una oportunidad se burló del PJ. De hecho, en el 2017 cuando fue candidata de Unidad Ciudadana, dijo que podían hacer lo que quisieran con el partido porque no le interesaban, la marcha, las consignas, las banderas, ni nada por el estilo. Creo que claramente se sienta en la presidencia del PJ por los temas judiciales, de manera de poder politizar la discusión sobre los fallos de la justicia, los de esta semana y los que puedan venir. Además creo que a Cristina le viene como anillo al dedo el hecho de que Milei la haya tomado sistemáticamente como su gran antagonista política e ideológica, de manera que ellos monopolizan la principal discusión  política, ayudándola a que tenga un rol protagónico. De esa manera evita que puedan aparecer figuras nuevas o que tomen algún volumen Macri o Massa, que por ahora están fuera del escenario. 

¿Es un arma de doble filo poner a Cristina en ese lugar? 

Es una gran pregunta, porque claramente ya sabemos lo que le pasó a Macri. Al final Cristina volvió. Ese tema de “no vuelven más” es relativo, depende de las circunstancias. Todos sabemos de la habilidad política de Cristina, aún con su desgaste. Está claro que es de los personajes más astutos que tiene la política nacional. Entonces, ojo, porque hoy parece que todo en el gobierno es una fiesta. También lo parecía en los primeros años de Macri, cuando ganó la elección de medio término y creía que iba derecho a la reelección. Luego empezó el final y fue imposible levantarse. Yo sería cauteloso. Creo que Cristina todavía tiene hilo en el carretel. El tiempo pasa y tiene problemas judiciales, sin lugar a duda. Pero más allá de los temas judiciales, va a seguir siendo, por lo menos para un tercio de la sociedad, una voz importante en la Argentina. 

¿Cómo debería resolver Kicillof la interna con la Cámpora? 

Deberíamos preguntarle a Kicillof qué es lo que quiere hacer. Porque él, si no genera demasiado problema, es probable que pueda ser el candidato presidencial del espacio político en el 2027. Ahora, si efectivamente él cree que hay que hacer una renovación, que quiere convertirse en líder alternativo y dar una discusión dentro del ámbito del kirchnerismo,  eso tiene sus costos. Me parece que esta discusión no tiene vuelta atrás, porque la Cámpora y Cristina ya, como se ha dicho vulgarmente, le picaron el boleto, saben que no es una persona en la cual pueden confiar. No es una simple diferencia de opinión de circunstancia. Ven en Kicillof a alguien que se indisciplinó en el proyecto. Me parece que es un tema que no va a tener resolución fácil, por lo menos. 

¿La clave de la elección de 2025 será la temperatura de los bolsillos? 

Sin lugar a dudas, porque el tema económico va a ser central durante mucho tiempo en Argentina. Si al gobierno le salen las cosas bien, si se recupera el salario, sigue bajando la inflación, el dólar se mantiene quieto, eso va a implicar una recuperación de consumo masivo en algún momento del año que viene, seguro en la segunda parte y si eso sería en el momento en el que se deba votar y  vuelca el escenario a favor de Milei, en tanto y en cuanto no tengamos un martes 13. Entre lo que pasa en Medio Oriente, la llegada de Trump, el conflicto con China, Rusia invadiendo Ucrania, tenemos un mundo difícil. Eso eventualmente puede llegar a tener alguna consecuencia desde el punto de vista económico internacional que complique a Milei, más allá de cómo esté haciendo las cosas. Sencillamente porque la Argentina, durante mucho tiempo, va a ser un paciente en terapia intensiva.