McCain reafirma su compromiso con la lucha contra el hambre, la malnutrición y el desperdicio de alimentos a través de la donación de 3.500 toneladas de papas desde su planta en Balcarce, provincia de Buenos Aires, a Bancos de Alimentos Argentina (BAA). Esta iniciativa ejemplifica el impacto positivo de la colaboración entre el sector privado y las organizaciones sociales.
En solo 17 días hábiles, 39 camiones trasladaron 1.065.940 kilos de papas a 12 Bancos de Alimentos en distintas provincias, como Buenos Aires, Rosario, Río Cuarto, Mendoza y Neuquén. El objetivo de esta alianza es distribuir un total de 3.500.000 kilos de papas antes del 30 de diciembre, asegurando que este alimento esencial llegue a miles de familias que más lo necesitan.
La articulación entre McCain, el centro de rescate de excedentes NODO, los Bancos de Alimentos, municipios y otras organizaciones civiles ha sido clave para el éxito del operativo. Gracias a protocolos específicos, se garantiza la calidad y trazabilidad de los alimentos desde su recepción hasta su distribución.
Compromiso social
En un contexto donde se desperdician 16 millones de toneladas de alimentos al año y más del 45% de la población enfrenta inseguridad alimentaria, este tipo de iniciativas es un ejemplo de cómo las alianzas pueden generar cambios significativos.
Al respecto, Matías Victory, Director de Recursos Humanos de McCain para el Cono Sur, destacó que “esta donación refleja cómo el sector privado puede liderar iniciativas solidarias con impacto directo en la alimentación de miles de familias. Reafirmamos nuestro compromiso con la sustentabilidad y con las comunidades donde estamos presentes”.
Por su parte, Pablo Algrain, director ejecutivo de BAA, añadió que “la alianza con McCain fortalece nuestra misión de reducir el hambre y la malnutrición en Argentina, además de evitar la pérdida de alimentos de alto valor nutricional. Este tipo de colaboraciones son esenciales para transformar la realidad del país”.
Más allá de la ayuda inmediata, McCain y BAA no solo aportan alimentos a quienes más lo necesitan, sino que también promueven sistemas alimentarios sostenibles. Este modelo refuerza la solidaridad como un valor colectivo fundamental para el desarrollo social.