Desde que el actual gobierno ganó la segunda vuelta electoral con los votos prestados del PRO que le permitió llegar al 56% hasta hoy, no se cansaron de expresar sus representantes mediatizados que venían tiempos muy duros y necesariamente de mucho dolor para los “argentinos de bien” pero que incluso ellos no iban a ser quienes pagaran el ajuste sino la casta.
El día 12 de diciembre de 2023 el ministro de Economía anunció una depreciación del 118% de la moneda nacional llevando el tipo de cambio de $ 360 a 800 y la liberación de precios establecidas por el DNU 70/2023, que elevaron todos los precios relativos de la economía llevando la inflación a 25.5%, cuando en noviembre había sido de 12.8%. Al mismo tiempo se anunciaba que se cortaba de cuajo la obra pública en todo el país -a pesar que ya en los primeros días de diciembre los dueños observando lo que anunciaban comenzaron a dar vacaciones/suspensiones y hasta cortar algunas obras públicas- comenzó con los cortes de cerca de 120.000 obreros de la construcción y hasta comenzando con el esquema de recorte de empleados de la administración Publica Nacional, para lo cual lo primero que se ocuparon de vaciar fue una parte de Trenes Argentinos S.A. ya que uno de los laderos preferidos del actual Presidente de la Nación se ocupó de llenar muchos casilleros con familiares-relaciones y amigos.
Con lo expresado en el párrafo anterior comenzó la debacle en los indicadores de actividad económica (industria, construcción) que se agudizaron sobre los meses anteriores e incluso hasta hoy no dejan de caer en la comparación interanual llegando a valores anuales acumulados en el 2024 de -12 y 16% en industria y construcción previendo una caída del PBI para todo 2024 cercana a -405/-5% real.
O sea, se llevó al pueblo en principio a una recesión inconcebible para culminar el año en una depresión económica brutal y sin vistas de correcciones debido a que en el esbozo de Presupuesto 2025 en ninguna parte exhibía incentivos a la producción ni al consumo para comenzar a tratar de dar vuelta la situación que llevó a caer de 44.7% a 49.9% la pobreza –en base al Observatorio de la Deuda Social de la UCA- comparable al nivel de crecimiento de la pobreza de los 4 años completos de la gestión de Alberto Fernández y/o la mitad de la suba de Mauricio Macri entre 2016-2019. Incluso esto no nos llama la atención como tampoco que no les contesten a los pedidos que realiza la UIA sobre la necesidad de no quebrar más empresas industriales que las 2.500 que quebraron entre enero-octubre 2024 vs las 16.500 PyMEs totales ya que desde la campaña presidencial y hasta hoy mismo nunca mencionó las palabras producción, o fábricas o industria. Por lo tanto, a la pregunta si al gobierno le importa la industria a la UIA hay que confirmarle plenamente no.
Todo lo anterior queda evidenciado en la actividad económica, el consumo y la capacidad ociosa, todo esto es redundante en caídas cercanas al -15% volviendo al final del gobierno de Mauricio Macri que había vuelto a niveles acordes a nuestra matriz económica en el período intermedio de amos gobiernos.
Hoy nos seguimos encontrando con trabajadores en blanco que siguen siendo pobres como cuando fue el período 2016-2019 que no pudo recuperarse entre 2019-2023 (aunque no cayó más la diferencia de poder de compra) y hoy vuelve a caerse consecuencia de tomas como variable de ajuste únicamente los salarios mientras que el resto de los precios de la economía interna se dolarizaron a tal punto que hoy ante una caída brutal de pesos en la calle y el uso de lo que era clase media 2023 (50 % del pueblo, aproximadamente) de sus ahorros terminó generando que cerca del 15% de la clase media cayera a la pobreza/clase baja pero para peor sin ahorros en caso de ser necesarios para alguna urgencia/emergencia.
Debemos señalar que los datos de inflación tampoco son los más adecuados ya que a hoy acumulamos en el año 107% solo a octubre y previendo que Noviembre será más alto que el 2.7% de octubre y diciembre aún más alto, tomando como dato para ello que en noviembre además de los precios acostumbrados la carne subió 12% y prevé una suba cercana del 20% en diciembre. En un proceso de depresión económica lo normal es una deflación mensual (inflación negativa) como fue desde fines de 1998 a diciembre 2001 y considerando que un 3% mensual en este contexto es equivalente a una hiperinflación
A todo esto terminamos en las mismas condiciones que en febrero de 2018 pidiendo urgentemente un nuevo préstamo del FMI que ya avisó que no lo harán antes de fin de marzo y no por el monto pedido para cubrir el rojo de las reservas del BCRA estimadas cercanas en US$ 10.000 millones a fin de mes.
Entonces si a los mismos problemas le aplicamos las mismas soluciones con los mismos actores, vamos a tener los mismos resultados pero más rápido, aunque no era necesario someter al pueblo a este sacrificio inútil que no va a dar ningún resultado más viendo la notoriedad del senador Kueider que cuenta con Prisión Preventiva por tratar de entrar a Paraguay con más de US$ 200 mil que no puede explicar su origen y ante fuertes rumores que sería producto de corrupción para votar a favor del gobierno actual desde enero a la fecha que podría generar que leyes como la BASES Y PAQUETE FISCAL se caigan basándose en el turbio origen de la legitimidad.