En el marco del Día del Petróleo en Argentina, Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), destacó los logros y los desafíos que enfrenta la industria hidrocarburífera del país. A pesar de las adversidades como la pandemia, la inflación, las restricciones cambiarias y la falta de financiamiento, el sector ha demostrado resiliencia, incorporando tecnología de punta y mejorando su productividad. Hoy, Argentina supera los 700.000 barriles de petróleo diarios y los 150 millones de metros cúbicos de gas diarios durante el invierno, con exportaciones nuevamente en marcha.
“Estos logros no fueron fáciles de alcanzar en este país,” señaló López Anadón, quien también subrayó las comparaciones con otras cuencas no convencionales, como las de Estados Unidos. Mientras que ese país logró convertirse en el mayor productor y exportador de gas y petróleo en menos tiempo, el desarrollo de Vaca Muerta, después de 12 años, aún está lejos de su verdadero potencial. La cuenca podría estar produciendo entre 250 y 300 millones de metros cúbicos diarios de gas y entre 1 y 1,5 millones de barriles diarios de petróleo.
El discurso también abordó el debate global sobre el cambio climático. López Anadón destacó que Argentina solo representa el 1% de las emisiones globales, mientras que los países que consumen el 90% del carbón son responsables de dos tercios de las emisiones y han hecho poco por reducirlas. En contraste, la región sudamericana emite solo un 4,5%, pero enfrenta altos niveles de pobreza: un tercio de la población en la región y el 50% en Argentina.
El desarrollo de los recursos naturales, según el presidente del IAPG, es una herramienta clave para combatir la pobreza. Sin embargo, advirtió que el tiempo es crucial, ya que la demanda de hidrocarburos eventualmente será reemplazada por energías alternativas. Solo las producciones más eficientes y de menor intensidad de emisiones podrán mantenerse en el mercado global.
Proyección y Oportunidades
Argentina tiene el potencial de generar hasta US$ 30.000 millones anuales en exportaciones de gas y petróleo. Para el presidente del IAPG esto requiere un enfoque en infraestructura y desarrollo sostenible, con inversiones estimadas entre US$ 20.000 y US$ 30.000 millones al año. El país debe atraer fabricantes, compañías de servicios y realizar importantes obras de transporte, tratamiento y exportación. Además, los gobiernos locales deberán ampliar la infraestructura vial y municipal para acompañar esta expansión.
López Anadón mencionó que leyes como la Ley Base y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) pueden facilitar estas transformaciones. Sin embargo, enfatizó que en un “país normal” estas medidas no serían necesarias, recordando los logros obtenidos en la década de 1990 con la desregulación.
La industria enfrenta una fuerte competencia a nivel global. Otros países han realizado importantes descubrimientos de gas y petróleo, ofreciendo oportunidades de inversión competitivas. Argentina debe simplificar y flexibilizar sus normativas para atraer inversores y evitar decisiones que generen incertidumbre y posterguen el desarrollo.
“Sin renta, no habrá competitividad. No habrá desarrollo ni crecimiento,” advirtió López Anadón, quien también llamó a superar la etapa de “eterno potencial” y comenzar a concretar resultados reales. “Soplan otros vientos. Esperemos que finalmente podamos hablar de realidades y no de potencial nunca realizado”, concluyó.