Investigadores del departamento de microbiología e inmunología de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Río Cuarto (UNRC) desarrollaron un inmunomodulador en base a aceite esencial de peperina que permitiría prevenir la mastitis bovina, una enfermedad que causa pérdidas estimadas en 221 millones de dólares anuales en la industria láctea argentina.
El inmunomodulador ya fue probado con éxito en un modelo de ratón, que es el paso anterior a la vaca, porque el ratón tiene el mismo sistema de glándula mamaria, y una vez que se realicen las pruebas en el modelo bovino se podría comenzar a comercializar.
“La investigación comenzó hace dos o tres años, pedimos un subsidio del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FonCyT) que fue otorgado porque se estaba estudiando un compuesto de la peperina que funcionaba bien como un inmunomodulador en ensayos humanos, entonces pensamos en probarlo en animales y vimos que funcionaba”, explicó la doctora en Ciencias Biológicas e investigadora asistente del Conicet, Elina Reinoso.
La investigación forma parte de un Proyecto PICT Argentina Innovadora 2020 y de la tesis doctoral que lleva a cabo la microbióloga Ivana Montironi, dirigida por las doctoras Reinoso y Noelia Cariddi del Departamento de Microbiología e Inmunología (UNRC), con el asesoramiento del médico veterinario José Raviolo (UNRC).
El estudio resultó ganador, en octubre pasado, en la categoría Fitomedicina del concurso Innovar 2015, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
“Para pasar a la prueba en modelo bovino necesitamos un aporte económico para comprar vacas, que cuestan entre 5 mil y 6 mil pesos cada una. En general, los tambos prestan vacas pero la idea es hacerlo con vacas propias en la universidad, porque en la universidad tenemos espacio físico para controlar mejor el ensayo. Lo podríamos hacer primeramente controlado y luego llevarlo al tambo, donde está la vaca en condiciones naturales”, detalló Reinoso.
Actualmente, la mastitis bovina se trata con antibióticos y la leche durante el tratamiento debe ser descartada, por lo que en la industria láctea se calculan pérdidas anuales 221 millones de dólares en Argentina, y en el mundo causa pérdidas de entre 35 y 300 dólares por vaca por año.
Los antibióticos generan mucha resistencia, por lo que es frecuente la reinfección, y a veces queda residuo en leche: “La leche con residuo con antibiótico no puede ser comercializada y ocasiona pérdida, lleva cierto período de retiro del antibiótico y la leche tiene que ser descartada en el tambo”, señaló Reinoso.
Además, el uso de antibióticos es en general indiscriminado “porque no se realiza una identificación por la necesidad de la industria láctea de mantener a las vacas sanas y produciendo leche, entonces se manejan con protocolos”.
El inmunomodulador reemplazaría a los antibióticos porque “es un aceite esencial de peperina que actúa como prevención de la mastitis, por lo cual si la vaca se infecta las defensas estarían bastante elevadas, entonces evitaría la mastitis”.
“El costo de la aplicación del inmunomodulador, que se suministraría a través de un pomo intramamario, sería menor que el del antibiótico porque es un producto natural autóctono que es más fácil de obtener, se obtiene por hidrodestilación, los costos de obtención no serían altos”, detalló.
La peperina (Minthostachys verticillata) es una planta aromática silvestre que crece en las sierras cordobesas, y actualmente su uso industrlal más extendido es como hierba seca para mezclas en “yerbas compuestas” para ser utilizadas en infusiones.