En el corazón turístico de la Patagonia, entre San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, emerge Dina Huapi, un encantador destino que combina naturaleza, tradiciones y tranquilidad.
Este rincón de la provincia de Río Negro, que cuenta con ocho mil habitantes, no solo se destaca por su belleza, sino también por su ubicación estratégica: a tan solo 15 kilómetros de Bariloche y a 45 minutos de Villa La Angostura. Es el punto ideal para quienes buscan explorar la región sin renunciar a la calma.
Claudia Thostrup, directora de Promoción Turística de Dina Huapi, comparte el secreto de este lugar con Ser Industria Verano: “la gente viene a buscar tranquilidad. Tenemos playas extensas y libres al pie del lago Nahuel Huapi y una naturaleza que te envuelve. Además, las casas no tienen rejas, las bicicletas quedan afuera y todo permanece intacto. Es un reencuentro con la serenidad del pasado”.
Ante un verano donde la incertidumbre prevaleció sobre las expectativas del turismo interno, la funcionaria señala que “en la provincia de Río Negro estamos posicionados en el segundo lugar con un 85% de ocupación, después de Las Grutas, que está con el 96%. Nos fue muy bien en la primera quincena de enero y tenemos muy buenas perspectivas para los semanas siguientes”.
“Cuesta conseguir alojamiento. A veces llega el turista y hasta yo me desespero porque no es fácil ubicarlo. Por eso les recomendamos que se comuniquen con nuestra oficina para que puedan alojarse en los lugares habilitados, sin problemas ni riesgos, porque lamentablemente hay muchas estafas”, agregó.
Esta bella y joven ciudad, no solo enamora por sus paisajes, sino también por sus actividades al aire libre. “Somos la capital provincial de la pesca con mosca”, cuenta Thostrup. En la embocadura del río Limay, los pescadores encuentran el escenario perfecto para practicar esta modalidad deportiva con devolución obligatoria. Además, el río Ñirihuau, con sus aguas mansas y playas de arena, se convierte en un espacio ideal para disfrutar en familia.
Para quienes buscan adrenalina, el kitesurf también tiene su espacio en este destino. Con clases disponibles para principiantes, Dina Huapi invita a los turistas a experimentar la magia de deslizarse sobre las aguas del lago Nahuel Huapi.
Historia de daneses y mapuches
El nombre de Dina Huapi combina sus raíces danesas y mapuches. “Dina proviene de Dinamarca, en honor a los primeros colonos que llegaron a la zona, mientras que “Huapi” significa “isla” en lengua mapuche”, explica Thonstrup.
Actualmente, la comunidad está trabajando para revalorizar esta herencia cultural. Una muestra de ello será la fiesta que se realizará el próximo 22 de febrero en la costanera, para disfrutar de la playa con bandas musicales, artesanías y gastronomía.
Con alrededor de mil camas disponibles, Dina Huapi ofrece alojamiento más económico que sus vecinos turísticos. Los precios oscilan entre los $50.000 y $200.000 por noche en temporada alta, dependiendo de la ubicación geográfica y los servicios. Desde aparts frente al lago hasta cómodos hospedajes familiares, conforman las alternativas que responden a todos las posibilidades económicas y preferencias.
Acceder a esta lugar paradisíaco es sencillo. Está a solo siete kilómetros del aeropuerto de Bariloche y conectada por las rutas 23, 273 y 40. Entre sus atracciones naturales se destacan el Cerro León, un viejo volcán con pinturas rupestres y cavernas que se pueden recorrer y la Ruta 237, que conduce a joyas poco exploradas como Villa Llanquín y el Valle Encantado.
“Dina Huapi es mucho más que un punto en el mapa. Es un destino donde la naturaleza, la cultura y la tranquilidad convergen para ofrecer experiencias únicas. Para quienes buscan desconectarse del ruido y reconectarse con lo esencial, nuestra ciudad asegura atardeceres inolvidables, hospitalidad y una calidez que solo la Patagonia puede ofrecer”, concluye Thonstrup.