A días de que termine su mandato, Cristina encabezó en la ex ESMA. “El tema de los Derechos Humanos es un patrimonio de los argentinos que pueden mostrar en el mundo. No necesitamos ningún tribunal ad-hoc. Somos ejemplo en el mundo”, planteó con vehemencia.
Luego, recordó el acto que realizó Néstor Kirchner en ese mismo lugar, en 2003, al inicio de su gestión: “Para seguir viviendo tengo que creer que en algún momento lo voy a volver a ver”, sostuvo. Y siguió: “Si de algo me enorgullezco es que este espacio político que nació en el 2003 vino a reparar derechos a los 42 millones de argentinos, pueden decir que el día de hoy fue mejor que ayer”.
Además, entre otros elogios a su propia gestión, la saliente jefa de Estado resaltó: “Muy pronto muchos argentinos se van a dar cuenta que ellos también tenían subsidios que les pagaba el Estado”. Así lanzó solapadamente críticas a su sucesor, Mauricio Macri, a quien se le adjudican futuros ajustes. “No soy una hacedora de memoria, simplemente no me hago la estúpida”, advirtió.
“Creen que los que han ascendido lo han hecho por méritos propios, no por políticas públicas que los han acompañado”, dijo. Y volvió a cruzar al líder de Cambiemos de forma velada: “No necesitamos focus group, nosotros tenemos la realidad”. Y cuestionó sus designaciones: “La gobernabilidad no se mide por como nos sonreímos y miramos los de distintos espacios políticos. La auténtica gobernabilidad es la de las calles, de la integración y la inclusión social”.