Las exportaciones argentinas registraron un incremento del 19,4% durante el período de enero a diciembre de 2024, alcanzando un valor total de US$79.721 millones. Este crecimiento fue impulsado por un aumento del 26,7% en las cantidades exportadas, lo que logró contrarrestar la caída del 5,8% en los precios promedio. Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en su último reporte sobre el intercambio comercial argentino.
Por su parte, las importaciones acumuladas durante 2024 sumaron US$60.822 millones, un 17,5% menos que en 2023. Este descenso responde a una disminución tanto en precios como en volúmenes, reflejando un menor dinamismo de la demanda interna y de sectores específicos de la economía. La combinación de estos factores resultó en un superávit comercial de US$18.899 millones.
Socios comerciales
Durante el último año, Brasil mantuvo su condición principal socio comercial, con un intercambio total de US$27.960 millones entre exportaciones e importaciones. Las ventas al vecino país alcanzaron los US$13.611 millones, mientras que las compras sumaron US$14.349 millones. De este modo, el comercio bilateral registró un déficit de US$738 millones.
China, fue el segundo socio en importancia. En este caso, las exportaciones por alcanzaron a US$6.053 millones y las importaciones fueron de US$11.669 millones, dejando un saldo negativo de US$5.616 millones. Este resultado estuvo impulsado por mayores importaciones de bienes de capital y tecnología proveniente del gigante asiático.
En tanto, Chile se destacó por un saldo comercial positivo de US$5.596 millones. Las exportaciones crecieron un 28% interanual, impulsadas principalmente por combustibles y energía. Este resultado reafirma a Chile como un mercado clave para productos argentinos de alto valor agregado.
También se destacaron como socios relevantes Estados Unidos, con un intercambio total de US$12.680 millones y un saldo positivo para Argentina de US$228 millones e India, que experimentó un notable aumento en sus compras de productos agroindustriales.
Los resultados del 2024 marcan un año clave para el comercio exterior argentino, con un superávit sostenido por mayores volúmenes exportados y una retracción en las compras externas. Las cifras publicadas por el INDEC permiten evaluar un desempeño que se mantiene resiliente frente a desafíos globales y coyunturales. El análisis detallado de las transacciones bilaterales confirma la importancia de los socios tradicionales y el impacto de las variaciones de precios en la balanza comercial.
Productos
Las manufacturas de origen agropecuario (MOA) se destacaron como el principal motor del comercio exterior argentino, con envíos que totalizaron US$29.675 millones, lo que representa un aumento del 37,2% interanual. Este crecimiento estuvo impulsado por productos derivados de la soja y el maíz, que experimentaron fuertes incrementos en las cantidades exportadas.
Los productos primarios también jugaron un papel crucial, con ventas por US$18.307 millones y un alza del 27%. Dentro de este rubro, los cereales y el oro no monetario lideraron el volumen de transacciones.
En tanto, las manufacturas de origen industrial (MOI) alcanzaron los US$22.062 millones, con un crecimiento del 16,4% respecto al año anterior, impulsado principalmente por materiales de transporte y productos químicos.
El rubro de combustibles y energía (CyE) también mostró un desempeño destacable con exportaciones que alcanzaron los US$9.677 millones, marcando un incremento del 12,1% respecto al 2023. Este rubro fue impulsado por mayores ventas de aceites minerales y derivados, que experimentaron un crecimiento significativo en volúmenes.
El descenso del 17,5% en las importaciones se reflejó en casi todas las categorías. Los bienes de capital, un indicador clave para la inversión, cayeron un 9,7%, mientras que los bienes intermedios, fundamentales para la producción industrial, retrocedieron un 19,1%.
El segmento con caídas más pronunciadas fue el de combustibles y lubricantes, que registró una baja del 49,4%, evidenciando una menor demanda de energía y productos derivados. Este retroceso también estuvo asociado a la mayor utilización de energías renovables y a la reducción de costos operativos en sectores industriales clave.