Las medida anunciadas esta semana de eliminación de retenciones para las exportaciones de cultivos y rebaja de la alícuota para los envíos de soja, quedaron formalizados hoy mediante la publicación del decreto 133/2015 en el Boletín Oficial.
La normativa señala que las retenciones son “un elemento distorsivo que desalienta la producción” y “no logran cumplir ninguno de los objetivos extra fiscales para las que fueron trazadas, existiendo un marcado deterioro del nivel de crecimiento económico, un sostenido incremento de los precios internos y un preocupante desequilibrio entre el mercado externo e interno”.
El decreto fija en 0% el derecho de exportación para todas las exportaciones del campo, a excepción de la soja -que pasó de una alícuota de 35 a 30%- y sus derivados, y cueros, pieles y descarnes de bovinos, equinos y caprinos, que mantienen gravámenes.
En la medida, se indica que “es necesario brindar una solución a la problemática actual de la disminución del área sembrada y de producción de cereales, así como revertir el deterioro que sufren las exportaciones de las economías regionales y el mercado de todas las carnes”.
Se fundamenta en “una fuerte caída” de las estimaciones de superficie sembrada de trigo para la campaña 2015/16, una “importante proyección de retroceso” en la intención de siembra de maíz y una “baja generalizada y sostenida de la producción y de los niveles de exportación” en las economías regionales.
Mientras que “en el caso de la soja y sus subproductos, el aumento del área sembrada y la cosecha récord de la última temporada, no ha evitado frenar el deterioro de la competitividad y rentabilidad de toda su cadena de valor asociada”.
Por su parte, el mercado de la carne “también atraviesa una de las peores crisis de su historia, evidenciada por la sistemática reducción del plantel ganadero que se observa período tras período, el consecuente cierre de las plantas frigoríficas y una marcada disminución de los volúmenes exportables en situación inversa a lo que sucede en los otros países de la región”.
En este contexto, según el decreto “es necesario adoptar medidas concretas y efectivas para solucionar la grave crisis económica que viven los sectores apuntados, ayudando a los productores y las cadenas de valor asociadas a revertir el deterioro sufrido en el último tiempo, tendiendo a fomentar el desarrollo de la industria exportadora y promover el agregado de valor nacional”.
Por último, se indicó que “la merma en la recaudación del Estado nacional por la aplicación de la presente medida en pos de reactivar los sectores afectados, se verá compensada por el crecimiento en la recaudación de impuestos por el aumento inmediato de la producción que se estima que estará asociada a esta acción de gobierno, dinamizando la actividad económica de las diversas regiones y beneficiando así a las provincias mediante la coparticipación de los tributos”