Es según la evaluación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que esta semana rebajó las perspectivas de caída del PIB de 1 a 3,5%.
Brasil está sufriendo un shock de inflación importante pero “no hay señales de hiperinflación”, aseguró el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, en una entrevista con periodistas en Washington, según reportó hoy la agencia de noticias Brasil 247.
Esta semana, el FMI revisó a la baja la perspectiva de contracción de la actividad económica brasileña para este año y estimó que no se retomará el camino del crecimiento en 2017.
Según Werner, la caída del PIB de Brasil muestra la urgencia para implementar medidas de control de las cuentas públicas.
El PIB brasileño caerá 3,5% este año, de acuerdo con la corrección de las estimaciones del FMI, que había pronosticado un retroceso de 1% en octubre pasado, luego de considerar una contracción de 3,8% en 2015.
“Estoy aterrada con las previsiones del FMI. La gente sabe que el Fondo dice muchas cosas”, reaccionó ayer la presidenta Dilma Rousseff, al referirse a la revisión a baja de ella economía brasieña por parte de la entidad multilateral.
Según Rousseff, el FMI no atribuyó las peores perspectivas a factores económicos sino a la crisis política en el país.
“Tengo la certeza de que vamos a estabilizar políticamente al país, vamos a asegurar tranquilidad para volver a crecer”, prometió la mandataria, quien aseguró que Brasil “tiene sólidos fundamentos” para que vuelvan las inversiones.