Una voluntaria de la organización ecologista Greenpeace decidió cumplir con el reto de escalar el cerro Tronador, utilizando ropa sustentable fabricada sin el uso de productos tóxicos, demostrando así “que se puede llegar sin contaminar”.
Llevando el mensaje de que “se puede llegar sin contaminar” y en el marco de la denuncia de Greenpeace sobre los contaminantes utilizados por las marcas líderes de la industria de indumentaria outdoor (de uso al aire libre), una voluntaria de la organización logró escalar el cerro Tronador con prendas fabricadas sin tóxicos, demostrando que se puede realizar actividades de alto rendimiento con trajes que no dañan al medio ambiente.
La organización ambiental expuso que los efectos nocivos que producen estas marcas al medio ambiente se ven reflejados en los componentes con los que impermeabilizan sus prendas, los cuales se terminan adhiriendo en plantas y corrientes de agua (lo que afecta también a los animales), pudiendo resultar también perjudicial para la salud de las personas.
Laura Hernández, voluntaria de Greenpeace, y su hermana melliza escalaron el Tronador hasta alcanzar los 2200 metros de altura, luego de atravesar condiciones climáticas muy adversas, logrando demostrar que es posible realizar actividades de alto rendimiento utilizando ropa que brinda protección y comodidad sin poner en riesgo la salud de las personas, como así tampoco la flora y la fauna autóctona.
“Estoy muy orgullosa de haber cumplido con el objetivo: demostramos que se puede escalar el Tronador sin dañar el medio ambiente, es por ello, que este desafío sustenta el reclamo de Greenpeace, que le exige a The North Face que sea un ejemplo para otras marcas y cambie su producción contaminante por alternativas sustentables, las cuales ya existen”, indicó la escaladora.
“Si yo llegué sin contaminar, The North Face también puede hacerlo”, finalizó Laura Hernández, voluntaria de Greenpeace.