El ajuste de precios que siguió a la devaluación de diciembre y los aumentos de tarifas de los últimos meses determinan un piso de inflación de 34 por ciento para este año, de acuerdo con un informe realizado por economistas de La Makro.
“A la primera oleada de precios (diciembre 2015) disparada por la devaluación, quita de retenciones y eliminación de cupos de exportación, le siguió el tarifazo de febrero –luz, peajes, tv por cable, telefonía móvil, nafta- que dejó atrás la ilusión del gobierno de mantener indicadores inflacionarios del orden del 25%”, señala el texto titulado “Segundo tarifazo en dos meses: ¿La estanflación PRO es un efecto colateral o es parte del modelo?”.
Asimismo, agrega que “con una secuencia de presión inflacionaria que se repite cada dos meses (diciembre-febrero-abril), ahora el gobierno lanzó la segunda ronda de ajustes en las tarifas de los servicios públicos –telefonía fija, gas, nafta, educación privada, agua y transporte”.
Los economistas Alejandro Robba y Emiliano Colombo sostienen que “el impacto sobre los precios añadiría un 4,3% adicional de inflación. En conjunto, si se toma en cuenta también el ajuste en las tarifas de electricidad -que adicionaron 2 puntos porcentuales a la inflación-, el incremento total por ambos tarifazos adicionaría 6,3% a la inflación, por lo que determinaría un piso del 34% para todo el año”.
Según el análisis, un trabajador del conurbano que tiene que tomarse colectivo, tren y subte para llegar a su trabajo en la Ciudad de Buenos Aires, destina 5.040 pesos anuales al transporte público (6,9% de un Salario Mínimo Vital y Móvil –SMVyM-), y con las nuevas tarifas le destinará 8.400 pesos al año (11,6% del SMVyM) significando un incremento del 66,7% a los gastos de transporte.
Estiman que el total de los trabajadores destinarán 5.400 millones de pesos anuales más al transporte público, lo que se traducirá en una caída del ingreso disponible y en una reducción en el consumo en otros bienes.
Por su parte, los ajustes previstos en el valor del gas en boca de pozo (u$s2 a u$s4) sería trasladado automáticamente al consumidor, aportando 1,44% a la inflación; en el caso del servicio de agua potable prestado por la empresa estatal AYSA en la zona metropolitana la suba propuesta alcanzaría un incremento del 455%, cuyo efecto sobre la inflación seria de 1,04% adicional; y las empresas de telefonía están proponiendo un incremento en el abono básico de $13 a $40, representando un aumento del 207% cuyo impacto inflacionario sería de 0,39% en la inflación.
Asimismo, la educación privada bonaerense se anunció un ajuste en las cuotas mensuales del 24,7% retroactivo a marzo, lo que añadirá 0,54% a la inflación; y por último se agrega un nuevo aumento en el precio del litro de nafta (6%) que adicionará 0,14% más de inflación.
Según los economistas, este “ajuste en los bolsillos de los hogares, empresas y trabajadores debería haberse aplicado en forma gradual a lo largo del año para mitigar los efectos sobre todos los precios de la economía”.
“La estrategia actual es bajar la inflación con recesión (caída del consumo interno por baja del salario real y desempleo, y tasas de interés altísimas)”, agrega.
Por último se refiere al acuerdo con los fondos buitre y afirma que el Gobierno “intentará que si los exportadores son remisos a liquidar (porque no aprueban el nivel del tipo de cambio estable), sean dólares financieros los que refuercen las reservas del BCRA. Ése es el verdadero objetivo del acuerdo, no las inversiones que se les prometen a los legisladores y gobernadores a cambio de su apoyo”.