A propósito de celebrarse el Día del Trabajador Naval, la presidenta de SPI Astilleros, Sandra Cipolla, repasa las problemáticas y desafíos del sector.
Hace ya casi 100 años. Fue para esta misma fecha, pero de 1917 cuando un puñado de inmigrantes con raíces anarquistas y socialistas conformaban la primera Organización Sindical de los Trabajadores Navales.
Cada 20 de abril se celebra el Día del Trabajador Naval como evocación de aquel gesto de unidad y también como reconocimiento a los que hoy siguen construyendo y reparando barcos.
“Entonces la batalla era por no trabajar 17 horas; esa conquista ya se alcanzó. Hoy tenemos que lograr que los trabajadores se profesionalicen, se capaciten”, analizó Sandra Cipolla, presidenta de SPI Astilleros.
En diálogo con Pescare.com.ar, la directiva, que recientemente fue premiada por la Ucip a raíz de su labor empresaria, marcó la necesidad de recuperar ciertos estándares de calidad que caracterizaron a la industria naval argentina, pero que en décadas pasadas sufrieron al compás del deterioro económico de la actividad.
“Como empresa y con la cámara (se refiere a la Asociación Bonaerense de la Industria Naval – ABIN) estamos colaborando con los centros de formación. Los trabajadores pertenecen al arte de construir barcos y como tal debemos apuntalarlos”, definió. El abánico involucra a soldadores, torneros y caldereros, entre otros.
Paritarias en vista
La discusión salarial también está en la agenda inmediata del sector. SPI ya entregó una actualización a cuenta de futuros aumentos allá por febrero y ahora asoma la negociación para renovar convenio (vence este mes).
“Va a ser un año complejo debido a cómo han cambiado las condiciones económicas. La inflación es algo que nos atraviesa a todos. Históricamente nuestra cámara, la ABIN, y el SAON han llegado a un entendimiento y creemos que se va a repetir este año”, adelantó Cipolla.
Pero al parecer la discusión también tendrá otros ejes, además del vinculado al ingreso: productividad, accidentes de trabajo y nivel de ausentismo están en carpeta.
Según Cipolla, particularmente en SPI los problemas de productividad vienen de 2014 y se han acentuado desde el segundo semestre de 2015 en línea directa con el crecimiento de los feriados y el nivel de ausentismo.
“Es algo que también tenemos que trabajar juntos con el sindicato porque se trata de ordenarnos. Esto también lo tenemos que discutir en paritarias”, subrayó. Luegó, agregó: “Tenemos a trabajadores fuera del circuito mucho tiempo por los accidentes (…) Para las ART todos son mínimo diez días. Estas son cuestiones, digamos, que tenemos que revisar”.
Nivel de ocupación
En cuanto al nivel de ocupación, sólo en Mar del Plata SPI emplea a 290 obreros, que en los últimos meses estuvieron enfocados en las reparaciones de buques pesqueros y finalizando la construcción de un remolcador.
“Las reparaciones han sido el sostén del segundo semestre de 2015 y lo que va de 2016. La realidad es que las inversiones en construcciones en este momento están muy quietas. Entonces, la reparación pasa a ser la vedette de nuestra empresa. De todas maneras, siempre fue nuestro principal objetivo”, expuso Cipolla.
Además, consultada por la situación del puerto local y las nuevas autoridades del Consorcio, dejó claro que se impone trazar el perfil de la terminal.
“El puerto tiene la necesidad de ser reordenado y conocer cuál es el rumbo que se va a tomar. Más allá de una orientación al tema pesquero, el pensamiento de un puerto multipropósito parece que está vigente y hay mucho por hacer. Todos los integrantes nos tenemos que poner a disposición para colaborar, más allá de la discusión que podamos tener por la incompatibilidad de un sector con otro. Lo inteligente es buscar un punto de encuentro”, dijo.
Fuente: Pescare.com.ar