Según un informe reciente de la consultoría española Capgemini, el 79% de los clientes ha cambiado sus preferencias de compra según criterios de impacto medioambiental y sostenibilidad. Más aún durante la pandemia donde el 67% de los compradores ha centrado su atención de compra en las marcas que apuesten por el compromiso y la conciencia sobre la escasez de recursos naturales.
Al respecto, tal y como afirma la Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe, la economía circular puede ayudar a reducir el 45% de emisiones totales de gases efecto invernadero además de generar casi 5 millones de empleos netos en 2030, en base a estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo.
En ese sentido, la economía circular en la moda es un nuevo modelo de negocio que supone una oportunidad de mercado en todo el mundo de más de quinientos mil millones de dólares, es decir, un 25% de la cuota total de esta industria, que se sitúa en torno a los dos millones cuatrocientos mil millones de dólares anuales, aproximadamente.
El lento crecimiento de la sostenibilidad en LATAM
A diferencia de la consolidación existente en Europa y Estados Unidos, la economía circular y la moda sostenible en Latinoamérica llevan un ritmo más lento. Las inversiones gubernamentales en ciencia y tecnología para ayudar al desarrollo llegan a un promedio de 0,6% respecto del PIB de toda la región. Esta falta de apoyo financiero a la economía circular frena la innovación y la inversión privada.
Según recoge el informe de la entidad benéfica Chatham House, sólo se alcanza un 36% de financiación por entidades privadas lo que supone un obstáculo importante para esta transición ecológica.
Números preocupantes
Y más aún si tenemos en cuenta los bajos niveles de tasas de recuperación y reciclaje de plásticos en toda la región: Perú no llega al 2% de recuperación y reciclado de plástico; Colombia alcanza el 13,1%; lo sigue con el 20,3% en Brasil, 26,2% en México, 26 % en Argentina y 32,98% en Ecuador. Cifras que quedan muy lejos aún del 42% de promedio en toda Europa, según datos de Latitud R, plataforma regional de reciclaje inclusivo formada por Coca-Cola, Pepsi y Nestlé, entre otras.
A pesar de estos problemas medioambientales y estas dificultades económicas, la mayoría de los países del continente están implementando algunas de las medidas propias de la economía circular en vista de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se incluyeron en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Así, tenemos la participación de Perú y Uruguay en La Alianza para la Acción hacia una Economía Verde (PAGE) que proporciona a los gobiernos de estos países el apoyo de Naciones Unidas en la implementación de políticas públicas de crecimiento verde, entre las que se encuentra la apuesta por la exportación internacional de fibras sostenibles de calidad premium como son el algodón y la alpaca, de la que Perú es responsable del 80% de toda la producción mundial.
También el Ministerio de Medio Ambiente chileno acaba de presentar las acciones específicas dentro de la Hoja de Ruta para un Chile Circular con el objetivo de aumentar la tasa de reciclaje un 40% para el 2030 así como una generación de 100.000 empleos verdes para ese mismo año.
O la celebración en Medellín de una serie de encuentros sobre economía circular en el retail dentro de la Semana de la Moda de Colombia. Una demostración de unión empresarial en torno a las distintas estrategias a tomar para garantizar el futuro sostenible de la moda colombiana y apostar por acciones de reciclaje de materiales entre las comunidades indígenas o de cultivo de algodón orgánico autóctono en zonas montañosas.
Asimismo, en Argentina tenemos la Red de Economía Circular desarrollada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de Buenos Aires al que ya se han adherido más de 120 empresas entre las que se encuentran marcas tan importantes como Nestlé, L’Oreal y Arcos Dorados.
Precisamente, Gabriel Serber, Director de Compromiso Social y Desarrollo Sustentable de Arcos Dorados, afirmaba en un ciclo de Economía Circular celebrado a principios de 2020 que “…la responsabilidad asumida con el medio ambiente es parte de nuestros valores como empresa y la seguiremos desarrollando; mientras buscamos transmitir un mensaje que trascienda a nuestros locales. Con este tipo de iniciativas enseñamos a millones de personas la importancia de los pequeños hábitos amigables con el planeta, para que todos seamos parte de la solución”.
Sin duda alguna, es cuestión de todos hacer un mundo mejor: más ecológico, más eficiente y más ético. Por eso, nacen iniciativas específicas para el sector retail de la moda, como la que ofrece el software de planificación automática de personal de Orquest. Una muestra de apoyo y sin coste a las empresas textiles responsables con el medio ambiente.
En palabras de Alberto Del Barrio, CEO de Orquest: “Esta iniciativa pretende poner a disposición de estas compañías verdes nuestro análisis de diagnóstico gratuito con el que poder comprobar si sus tiendas son eficientes y disponen del dimensionamiento adecuado de personal para lograr el mayor rendimiento posible sin incurrir en un aumento de gastos”.
Asimismo, Del Barrio afirma que “este pequeño grano de arena es un humilde intento de colaborar en el despegue de la transformación tecnológica de los comercios de venta minorista hacia una economía circular sostenible, ecológica y rentable.”