Para la finalización de la obra que concretó la vuelta de la circulación por La Picasa se destinaron $ 200 millones. A partir de que la primera formación cruzó el pedraplén luego de cuatro años de inactividad, el recorrido se redujo en 170 km, lo que equivale, además, a una disminución de un día y medio en el tiempo total de viaje entre las cabeceras de la línea San Martín, ubicadas en Mendoza y Buenos Aires.
En el recorrido anterior a esta obra, se completaban 336 kilómetros, lo que equivalía a 60 mil toneladas mensuales. En tanto que, en la actualidad, el recorrido con la habilitación del pedraplén es de 166 km, transportando 100 mil toneladas mensuales, con proyecciones de mayor crecimiento. Además, la recuperación de la traza permitió que se retomen los servicios de pasajeros de larga distancia.
Con el tramo en pleno funcionamiento se consolidaron tres impactos positivos asociados: la reducción en el consumo de combustible y de los gastos de mantenimiento del material rodante y de vía; al tiempo que se mejora la rotación de vagones.
Los beneficios en la productividad fueron la clave para el aumento de la carga que circula entre las localidades de Aarón Castellanos y Diego de Alvear en Santa Fe. Los principales productos que pasan sobre el espejo de agua se corresponden a cemento, agua, jugo, gaseosas, vino, minerales y piedras que circulan entre Buenos Aires y Cuyo en ambos sentidos.
Actualmente, se destaca el incremento que tuvo la piedra partida con origen en la región de Cuyo que, por la suma de nuevos clientes, la incorporación de puntos de carga y el impulso del desarrollo de la industria de la construcción, las toneladas transportadas aumentaron en este año un 159% versus 2021.