Las flamantes instalaciones de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN), en la ciudad de Mar del Plata, se vieron superadas ante la multitudinaria respuesta que logró su convocatoria.
Representantes de distintas y diversas entidades públicas y privadas locales, provinciales y nacionales se hicieron presentes, además de numerosas notas de adhesión que se recibieron y fueron leídas. Entre los presentes se destacaba la presencia de la Secretaria Adjunta de la CGT de General Pueyrredón, Adriana Donzelli; del presidente honorario de la Confederación Argentina de la mediana Empresa (CAME), Raúl Lamacchia; miembros de la Unión Industrial Marplatense; Blas Taladrid, vicepresidente de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP); Bartolomé Zubillaga de la Cámara de Profesionales de Quequén (CAPROC); Jorge Tarnovsky, Rector de la Universidad Tecnológica Nacional – Regional Mar del Plata; el Presidente del Centro de Estudiantes de la UTN – MdP, Giuliano Falconnat; Bernardo Rodenas y Consuelo García, por la Asociación de Industriales Metalmecánicos de la República Argentina (ADIMRA), entidad que también integra ABIN; el presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Rosales, Guillermo Burgos, el Presidente del Consorcio Regional Portuario de Mar del Plata, Martín Merlini, consorcio éste donde la ABIN ocupa una silla en su Directorio; Daniel González Gomez, de la Casa de la Producción – Mar del Plata, y autoridades de la Prefectura Naval Argentina, empresarios y asociaciones sindicales, entre otras entidades.
Tras el corte de cintas, las nuevas instalaciones se vieron colmadas, y se procedió a la firma de un acta acuerdo entre la ABIN, la Cámara de la Industria Naval Argentina (CINA) y el Sindicato Argentino de Obreros Navales y Servicios de la Industria Naval de la República Argentina (SAONSINRA). Las tres entidades se comprometen a trabajar conjuntamente e invitando todo el sector, a través de astilleros y talleres, a fin de trabajar en el análisis, actualización y unificación de los convenios colectivos de trabajo vigentes. “Es que existen importantes asimetrías, que no sólo generan inequidades entre los mismos obreros navales sino también entre las empresas lo que genera otra de las limitaciones que terminan perjudicando a todos a la hora de ganar en competitividad, de consolidar el mercado interno y aprovechar incluso posibles oportunidades en el exterior”, comentaron tras la firma que estuvo a cargo del secretario general del SAONSINRA, Juan Speroni, la presidente de la CINA, Silvia Martínez, y de Jorge Varela y Marcelo Domínguez, presidente y secretario respectivamente de la ABIN.
“Hoy, es un día muy esperado después de 15 años, es la sede que siempre quisimos tener, y es un orgullo lograrlo durante mi mandato como presidente de la ABIN. Va a ser el punto de encuentro cuando nos reunamos acá con amigos, clientes y proveedores. Este lugar brinda la oportunidad del diálogo con distintos sectores, frente al momento preocupante y difícil por el que atraviesa la industria en Argentina”. expresó Varela.
Martínez agradeció la invitación hecha y señaló que “todos seguimos manteniendo el deseo de recuperar la flota y la industria naval para hacerla sólida, fuerte, unida, creadora de fuentes de trabajo para una nación soberana”. La Presidenta de la CINA, además, hizo entrega de una placa a las autoridades de ABIN y expresó: “Estoy muy contenta de compartir un hecho tan importante y por este nuevo espacio, para promover el diálogo y discutir un país más próspero donde la industria naval se desarrolle”.
Por su parte, el secretario general del SAONSINRA, ratificó en su discurso la importancia de integrar los convenios colectivos de trabajo como una forma de fortalecer más y mejor al sector industrial naval, a la vez que “felicito a la ABIN por sus nuevas instalaciones y por su rica trayectoria en apenas quince años, en los cuales han trabajado como pocos de manera incansable, con compromiso, con convicción y con solidaridad”.
Excepto Anibal Vanoli, que debió ausentarse por razones de salud, estaban presentes los otros dos ex Presidentes de la ABIN, Horacio Tettamanti y Miguel Ángel Sánchez. Los tres, junto al actual presidente, Jorge Varela, han tenido a su cargo la conducción de ésta entidad empresaria que comenzó a surgir en la ciudad de Punta Alta hasta que finalmente, un 19 de noviembre del 2004, se firmó su Acta Constitutiva en la ciudad de Necochea.
La ABIN hoy no sólo mantiene acuerdos de cooperación con universidades nacionales y con otras cámaras del sector en Uruguay y Brasil, sino que además es la entidad industrial naval con la mayor cantidad de empresas asociadas a nivel nacional. En éste contexto, desde serindustria.com.ar, entrevistamos Miguel Ángel Sánchez, actual vicepresidente I de la ABIN.
Pregunta: ¿Cómo recuerda aquellos primeros años de la ABIN?
Respuesta: La idea de organizar una nueva entidad para la industria naval y desde la pequeña ciudad de Punta Alta, sabía que no era tarea fácil y que en esto no hay individualidades, que no es cosa de uno sino de muchos. Así que muy pronto recibí los primeros apoyos que fueron de amigos como Daniel y Raúl Bou, Edgardo Fresneda, Carlos Mangudo. Y así, juntos, llevamos la idea a Necochea y a Mar del Plata. Inmediatamente se sumaron Oscar Dominguez y su hijo, Marcelo, Horacio Tettamanti, Anibal Vanoli. También se sumaron desde el norte de la provincia Blas Pacheco, Fabio Cestaro, Rubén Cipriano, y otros más. Así, de a poco y superando muchos obstáculos, fuimos y seguimos creciendo, con objetivos concretos y estrategias acordes. Nos equivocamos, y lo seguimos haciendo, pero sabemos que esto es parte de hacer algo y de no quedarnos quietos. Siempre visualizamos una industria naval inclusiva y no selectiva, activa e innovadora para no ser un simple sello de goma, respetuosa de todos y de todo, de nuestros estatutos y de las normas porque cumplir esto asegura nuestro compromiso con la institucionalidad. Una industria naval que incluya a sus obreros navales, a los proveedores, talleres, astilleros, estudios navales, a los estudiantes, docentes y profesionales, al sector público, tratando de comprender al otro, las lógicas y las situaciones de nuestros clientes, los armadores, de los funcionarios públicos.
P: Entonces, ¿costó mucho llegar a la situación actual de la ABIN?
R: Nada se logra sin esfuerzo, nada. Esta entidad hace 15 años que está en crecimiento y consideramos que aún no llegamos a nuestro techo. Pero hoy sólo es un momento agradecer. Estas instalaciones no se hubieran logrado sin el acompañamiento de Jorge Varela, nuestro presidente, y de los demás integrantes de la ABIN, especialmente resalto toda la labor hecha por la Sandra Cipolla, presidente del Grupo SPI y Marcelo Domínguez, titular de la empresa Punto Técnico, asociados que han realizado un aporte desde lo humano muy valioso y que va más allá de lo económico que también es muy importante; agradecer también el apoyo de los jóvenes empresarios de NODO, otro nuevo miembro de la ABIN, y también de nuestra Secretaria Administrativa, Miriam Medernach, quien siempre nos demuestra su sentido de pertenencia y lealtad a nuestra institución. Llegamos, además, luego de pasar estos últimos 40 días muy intensos para la ABIN ya que cerramos paritarias con el SAON; hemos consolidando nuestra presencia por medio de distintas acciones en las zonas de Quequén-Necochea y Punta Alta-Ing. White-Bahía Blanca, respectivamente; hemos convocado y conformado el Grupo Regional Empresario, integrado incluso por parques industriales, entre otros; hemos firmado un importante acuerdo con IRAM, ya que buscamos siempre que nuestras empresas asociadas dispongan de alternativas efectivas para de cualificar sus servicios, productos y gestiones, y hasta hemos logrado sumar seis asociados nuevos más.
P: ¿Y cómo están hoy?
R: Somos una asociación civil sin fines de lucro de que promueve, estimular, desarrolla y defiende a la industria naval argentina, es decir, hacemos honor a los objetivos de nuestro estatuto social y a cada uno de sus artículos. Cumplimos. Hacemos. Vamos. Defendemos sin fanatismos, participamos sin especulaciones, hacemos sin mezquindades. Por eso, como institución estamos muy sólidos y desde esa base podemos trabajar mejor.
P: Pero sin embargo en la reciente conformación de la Comisión Asesora de la Industria Naval la ABIN fue excluida. ¿Cómo se explica esto, a qué se debe?
R: Esa es una buena pregunta que la deben responder aquellos que definieron e influenciaron en la conformación de esta comisión. Nosotros, precisamente, no somos. Cuando pudimos opinar al respecto lo hicimos proponiendo incluir, no sacando a nadie. No solo la ABIN sino también otras instituciones fueron excluidas. Parece que las “simpatías” a veces son más poderosas que la lógica o el sentido común.
P: Se aprecia aquí un ambiente con mucha participación, de mucha confianza y cordialidad entre los presentes. ¿A qué lo atribuye?
R: Hoy inauguramos nuestra sede principalmente como un espacio común que abrimos para compartir con todas las entidades, incluso aquellas que no son del sector industrial naval. Cuando decimos que éste es un espacio común, lo decimos sinceramente Las universidades, las escuelas técnicas, los sindicatos, otras cámaras, las entidades públicas y privadas, locales o no, sepan que aquí tienen un lugar para realizar encuentros o reuniones. Realizamos esta inauguración en un contexto múltiple. Por un lado, aquí, en el Puerto de Mar del Plata, lo cual reivindica esa íntima relación que existe entre los puertos y la industria naval. A la vez, estamos en lo que nosotros llamamos la Provincia “Industrial” de Buenos Aires, un estado donde radica más del 80% de la industria naval del país, que cuenta con la mayor cantidad de puertos, que juntos no solo mueven la mayoría de las cargas, sino que también tienen la mayor diversidad en las mismas. Esto, sumado a la figura de los consorcios portuarios, a las inversiones y los empleos que generan, convierten a ésta provincia industrial en una tierra de oportunidades. Por otro lado, apenas ayer, en el Día de la Bandera Argentina, recordamos también a aquel ilustre prócer argentino que fue Manuel Belgrano quien tuvo una visión industrialista como nadie por entonces, asociando a la vez la soberanía de aquella Patria naciente a la necesidad de ejercer el comercio marítimo con buques propios, es decir, con una Marina Mercante Argentina.
P: El DNU para la Reconstrucción de la Flota Pesquera generado desde el Gobierno Nacional generó distintas expectativas. ¿En qué estado se encuentra éste tema actualmente?
R: Nunca se había lanzado una iniciativa como ésta de Reconstrucción de la Flota Pesquera, lo cual ya le da un valor importante. Luego, podremos discutir aspectos sobre su operatividad, pero ello no quita reconocer sinceramente este hecho, al menos de nuestra parte. Reconocemos incluso el trabajo del Subsecretario de Pesca dela Nación, Juan Bosch, que no dudo en incluir a nuestro sector en un espacio que, originalmente, era solo pesquero, y así conformar la Mesa de la Industria Naval y la Pesca. Las actividades y negociaciones hechas en este marco han sido muy productivas, al menos así lo vemos desde la ABIN. Este DNU, como se sabe, está vigente y aguardamos que a la hora de su respectiva reglamentación también sea convocada y consultada la ABIN como así también todos los actores involucrados de la industria naval y de la pesca con un criterio amplio y serio, sin subjetividades de ningún tipo. Nosotros confiamos en que así será porque el ministro Sica es una profesional que siempre tuvo una relación de respeto y de objetividad hacia los distintos sectores de la industria.
P: ¿Cómo ven desde la ABIN este año electoral en Argentina?
R: Ante todo, se trata de una nueva oportunidad para reivindicar en Argentina la plena vigencia de su Constitución Nacional, esta vez a través de las elecciones generales que se están celebrando a nivel nacional. Yo entiendo que una plataforma electoral no entra en un mensajito de whatsup, por eso es necesario que las principales fuerzas políticas electorales no sólo vuelvan a confeccionar y difundir tales plataformas, sino que, para ello, convoquen a los sectores industriales, en general, y a la industria naval argentina para conocer, comprender y sumar a éste sector no en el listado de promesas sino entre las herramientas de soluciones que nuestro país demanda cada vez más. Que más del 45% de nuestros niños y adolescentes argentinos estén en la línea de pobreza, y que más de 2.000.000 de personas estén sin trabajo, por no mencionar otros datos lamentablemente negativos en materia de educación, salud, etc., deben ser motivos por demás incentivadores para ponerse a hacer, antes que solamente seguir diciendo, a favor o en contra. Para estar a tono entonces, desde ABIN consideramos que junto a las demás entidades del sector debemos presentar nuestra “plataforma industrial naval 2019”, que estará a disposición de todas las fuerzas partidarias nacionales, provinciales y municipales. Tenemos que propiciar instrumentos realmente efectivos que permitan potenciar a nuestra industria naval, defender y fomentar el empleo argentino, y garantizar equidad en términos de competitividad. De hecho, ya estamos trabajando en esto.