La provincia de Mendoza se encuentra en una etapa clave para el desarrollo de su industria hidrocarburífera. Tras varios años de caída en la producción de petróleo, en 2024 logró revertir parcialmente la tendencia con un leve crecimiento. Ahora, la petrolera Aconcagua Energía busca consolidar esta recuperación al impulsar la exploración de recursos no convencionales en el bloque Payún Oeste, un área estratégicamente ubicada junto a la extensión mendocina de Vaca Muerta.
Cuando Aconcagua Energía obtuvo la concesión de Payún Oeste, un bloque que llevaba una década inactivo, se comprometió a invertir US$ 8 millones, con un desembolso inicial de US$ 7 millones en los primeros cinco años. El plan original incluía la reactivación de pozos convencionales inactivos, perforación de un nuevo pozo, estudios geológicos avanzados y saneamiento de pasivos ambientales. Sin embargo, durante un reciente encuentro con el gobernador Alfredo Cornejo y la ministra de Ambiente y Energía, Jimena Latorre, la compañía manifestó su interés en expandir su actividad hacia la exploración de recursos no convencionales.
Lucas Erio, director de Hidrocarburos de Mendoza, destacó que Payún Oeste es contigua a las áreas donde YPF logró resultados positivos en la primera etapa de exploración de Vaca Muerta en 2023. Actualmente, la petrolera estatal avanza en una segunda fase con la perforación de nuevos pozos a mayor profundidad, lo que podría consolidar el potencial productivo de la región. En este contexto, el interés de Aconcagua Energía se suma a una tendencia creciente de exploración y explotación en Mendoza, que podría generar nuevas oportunidades económicas para la provincia.
Un desafío a largo plazo con alto potencial
La exploración de petróleo no convencional en Mendoza podría representar un cambio estructural en la producción hidrocarburífera provincial, pero es un proceso que requiere tiempo y una fuerte inversión. Según la normativa vigente, el período exploratorio puede extenderse hasta 10 años antes de alcanzar la etapa de producción comercial. En Neuquén, el desarrollo de Vaca Muerta tomó 15 años desde las primeras perforaciones.
Para incentivar la exploración y acelerar el paso hacia la explotación, el marco regulatorio prevé un esquema de regalías más altas durante la fase exploratoria. Este mecanismo busca garantizar que las empresas delimiten los yacimientos de manera eficiente y avancen con rapidez en la extracción.
Desde Aconcagua Energía consideran que Payún Oeste tiene un gran potencial tanto en recursos convencionales como no convencionales. “La reactivación de pozos inactivos y los estudios geológicos en curso permitirán trazar una hoja de ruta para el desarrollo del bloque”, señalaron desde la compañía. La primera etapa de exploración, programada para 2025 y 2026, aprovechará los pozos existentes para obtener información clave antes de definir las perforaciones futuras.
El avance del proyecto dependerá de varios factores, tanto técnicos como económicos. Aunque la tecnología para explotar yacimientos no convencionales está optimizada gracias a la experiencia en otras regiones de la cuenca neuquina, la competencia por equipos de perforación es un aspecto crítico. La rentabilidad de operar en zonas periféricas de Vaca Muerta también influirá en la viabilidad del emprendimiento.
“En Aconcagua Energía estamos dispuestos a trabajar junto a las autoridades provinciales para maximizar el potencial de esta nueva concesión. Contamos con equipos propios que podrían ser utilizados para la exploración, lo que nos otorga una ventaja competitiva”, destacaron desde la empresa.