La Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió que la crisis alimentaria, agravada por la guerra en Ucrania, podría “durar años”, mientras el Banco Mundial anunció que inyectará 12,000 millones de dólares más para ayudar a los países más vulnerables. En solo dos años, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria grave se ha duplicado.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó que la crisis generada por la invasión rusa a Ucrania, sumada al cambio climático, la pandemia de covid-19 y las desigualdades crecientes entre países ricos y pobres, podría “durar años”.
“Si no alimentamos a la gente, alimentamos los conflictos”, señaló Guterres en una reunión convocada por Estados Unidos en la ONU para analizar la seguridad mundial de alimentos.
En solo dos años, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria grave se ha duplicado, “pasando de 135 millones antes de la pandemia a 276 millones”, recordó.
Pedido
Además, urgió a Rusia que libere las exportaciones de cereales almacenados en los silos de los puertos de Ucrania y a Occidente que permita el acceso de los fertilizantes rusos en los mercados mundiales.
Según el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, habría 22 millones de toneladas de granos que esperan que se den las condiciones para su exportación por los puertos del sur del país que controla en su mayoría Rusia, en particular Odesa.
Aunque no son objeto de las sanciones que Occidente ha impuesto a Rusia a raíz de su invasión de Ucrania iniciada el 24 de febrero, las medidas adoptadas contra el sistema financiero ruso dificultan la compra de fertilizantes en el extranjero.
Al respecto, Guterres negocia con Rusia, Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía para liberar la exportación de cereales y de fertilizantes.
“Tengo buena esperanza, pero queda todavía camino por recorrer”, dijo y apeló a la “buena voluntad” de las partes.
“No hay solución eficaz para la crisis alimentaria sin reintegrar en los mercados mundiales, pese a la guerra, la producción alimentaria de Ucrania, así como los alimentos y los fertilizantes producidos por Rusia y Bielorrusia”, señaló.
El director del Programa de Alimentos Mundial (PAM), David Beasley, recordó que los gastos operativos de sus operaciones han aumentado en 71 millones de dólares solo por el incremento del combustible, los alimentos y los fletes, generados por estas crisis.
“Esto significa que alimentaremos a cuatro millones de personas menos” que antes, recordó.
Más producción
Ante los pedidos de los líderes mundiales para que los países aumenten la producción de alimentos que evite poner en riesgo la seguridad alimenticia de 276 millones de personas en el mundo, el ministro de Agricultura brasileño, Marcos Montes, señaló que Brasil es uno “de los pocos países del mundo capaces de aumentar la producción sin incorporar nuevas áreas a la cadena productiva”.
En la región, Bolivia es uno de los pocos países que producen urea, compuesto químico que el sector agrícola usa como fertilizante.
Respuesta
Para Blinken, anfitrión del encuentro, esta “crisis exige una respuesta global”. En este sentido, pidió a los países que inyecten dinero a las organizaciones del sistema como la FAO, Unicef o el PAM, para que puedan seguir llevando ayuda a los necesitados, como ha hecho Estados Unidos, que anunció más de 2.300 millones de nuevos fondos para asistencia alimentaria de emergencia desde la arremetida rusa.
Espera que el Congreso apruebe nuevas ayudas de 5.500 millones para asistencia humanitaria y seguridad alimentaria, dijo.
La invasión rusa de Ucrania, dijo, recordando cifras del Banco Mundial, podría “llevar a 40 millones de personas en el mundo a la extrema pobreza y a la inseguridad alimentaria”. Y de ello tiene la culpa, según él, “únicamente” Rusia.
Para mitigar la falta de alimentos, abogó por un esfuerzo de los agricultores para que aumenten la producción.