El director de G&G Energy Consultants, Daniel Gerold, en conversaciones con Alejandro Díaz, CEO de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) manifestó que el sector energético es una oportunidad para que el país pueda lograr un equilibrio macroeconómico a través de más actividad, inversión, exportaciones y menores. En el mismo sentido aclaró que es necesario que haya reglas estables y se respeten las leyes.
Durante el AmCham Space, el especialista afirmó que Argentina tiene la posibilidad de producir petróleo y gas a una escala mayor a la que siempre tuvo. Sin embargo, explicó que “no vamos a ser Arabia, ni Estados Unidos. Pero para las necesidades y el tamaño de Argentina hay una posibilidad de crecer en forma rápida, sostenida y hacer un cambio estructural en un sector que siempre fue el talón de Aquiles del país”.
Estabilidad
Pese a que Argentina cuenta con la segunda reserva mundial de gas, la cuarta de petróleo y que la productividad media de Vaca Muerta es superior al 10% de los mejores pozos de Estados Unidos, Gerold consideró que la industria petrolera y de servicios de Norteamérica es sumamente dinámica y tiene un acceso enorme al capital. Además de que “las reglas son las mismas que hace 110 años”.
Sostuvo que, por el contrario, Argentina carece de estabilidad en las reglas. Asimismo, insistió que el capital que “va a donde hay estabilidad, donde tiene rentabilidad y reglas estables. Se dice que esto es como abrir una válvula y no. Es muy complejo, se necesita capital y durante muchos años”.
La estabilidad y la confianza son factores claves para la llegada de inversiones, pero los antecedentes de Argentina no son buenos y para Gerold eso es un desafío. Para revertir esta situación, el ingeniero industrial, sostuvo que el próximo gobierno debe ratificar una línea de funcionamiento, corregir la macroeconomía y el acceso a divisas. “Todo eso es sumamente importante para aumentar la inversión. Para jugar a nivel mundial necesitamos dar un salto y eso viene dado por el respeto a las reglas, las instituciones y las leyes”, afirmó.
El GNK, un hito
En cuanto a la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner, coincidió en que es un hito porque hacía cuatro décadas que no había uno nuevo. “Es la primera etapa, va a tener otras, pero es un arranque. En el 2024 y en el 2025 va a reducir muchísimo las importaciones de gas natural licuado y de gasoil para generación eléctrica”, dijo.
A su vez, señaló que el oleoducto que está construyendo Oleoductos del Valle (Oldelval) para llevar la producción de Vaca Muerta a Puerto Rosales duplicará la capacidad. “Eso también es un hito. Quizás hasta de más valor porque va a permitir exportar petróleo que tiene un valor más alto que el gas”.
GNL a largo plazo
Sobre la posibilidad de que Argentina se convierta en un gran exportador de gas a nivel mundial, Gerold señaló que para eso es necesario construir plantas de licuefacción, que requieren de inversiones de por lo menos US$ 6 mil millones para el primer módulo y lleva entre cinco o seis años de construcción y preparación. “Es factible en el largo plazo porque el recurso lo tenés. Hay que ajustar los costos, no es barato y hay mucha competencia en el mundo”, indicó.
El experto, descartó la posibilidad de que en diez años el gas se deje de utilizar. “Más allá de la transición energética y de las inversiones para ir a otras fuentes energéticas de menos emisión de dióxido de carbono, captar el incremento de la demanda de energía que existe en el mundo con ese tipo de alternativas, requiere un capital extraordinario”, dijo.
Seguidamente remarcó que si se quiere sustituir el petróleo y el gas natural “no alcanzaría el dinero del planeta. Con lo cual, como el mundo no se va a suicidar y los miles de millones de habitantes en el mundo que todavía no tienen acceso pleno a productos energéticos quieren progresar, el petróleo, pero en mucho más medida el gas natural, va a tener un rol muy importante en el futuro, en las próximas décadas”.
Al respecto, señaló que el proyecto de promoción de GNL que se presentó en las últimas horas en el Congreso “habla de un régimen de 30 años”, y agregó que “es apropiado que se discuta y se establezcan las bases para eso. Es una inversión muy grande y compleja. Involucra contratos de largo plazo. Ahí es donde más claro se ve que la necesidad de contar con respeto irrestricto a las leyes y a los contratos, eso es absolutamente imprescindible”.
Renovables
Sobre las posibilidades de Argentina en el desarrollo de energías renovables, Gerold marcó que en el país el gas natural tiene una participación muy alta en la matriz energética y no consume carbón, que emite el doble de emisiones de dióxido de carbono. “Tenemos una matriz sustentable y una perspectiva bastante buena. El problema se concentra en algunos países como China, India, ahora Europa que se ha volcado nuevamente al carbón por efecto de la Guerra de Ucrania”, argumentó.
Como la producción de energías renovables en Argentina están ubicadas principalmente la solar en el noroeste y la eólica en el sur de Buenos Aires y en la Patagonia, se necesitan líneas de transmisión muy extensas como la dimensión del país.
En consecuencia, cubrir esas distancias no es fácil y se perdería competitividad frente a otras alternativa, como generar electricidad con gas natural en centrales que ya existen. “El país tiene un grado de pobreza considerable, dificultades para poder aumentar las tarifas… Que todos los consumidores paguen lo que corresponde, es difícil. Por lo menos, comprender cómo voy a invertir miles de millones de dólares en todo un esquema alternativo cuando al más económico no lo estoy pagando”, reflexionó.