El sector productivo argentino vive en un momento caracterizado por una significativa incertidumbre que abarca problemas relacionados con la disponibilidad de insumos, el aumento de los costos y la administración de la liquidez. Las PYMEs, cada vez más afectadas.
Ante este panorama, Ser Industria Radio dialogó con Juan Bautista Fernández, miembro del comité de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y Coordinador del Corredor Norte Productivo. El dirigente consideró que en este delicado momento “debemos tener la capacidad de volver al diálogo”.
Sin embargo, aclaró que “se está perdiendo de vista que debemos ir adaptándonos a la realidad, pero mirando el futuro. Si no hacemos eso, ponemos en riesgo a las PyMEs”.
Al analizar la situación de la industria en la provincia de Buenos Aires, Fernández indicó que hay “una fuerte tensión en el sistema productivo”. En ese sentido, explicó que “son muchas las variables desde la macro y la micro que están afectando el día a día”. Aclaró que, según el rubro, la región, el mercado al que abastezcan, “tienen mayores o menores complicaciones”.
Subrayó que los empresarios establecen sus negocios con el objetivo de lograr rentabilidad de manera responsable, generar empleo y concentrarse en el aumento de su competitividad en el mercado. No obstante, en la coyuntura argentina deben estar ocupados por otros problemas en vez de destinar su atención al desarrollo del mercado y metas comerciales.
Problemas productivos para las PyMEs
Respecto a las posibilidades para acceder a créditos que tienen las PyMEs bonaerenses, el dirigente de UIPBA sostuvo que, más allá de algunas alternativas como subsidios, en general se tratan de tasas de 140% anual, sin tasa fija. “Uno saca un crédito si sabe que lo puede pagar”, manifestó dado que, en este contexto dominado por la incertidumbre, no están dadas las condiciones para tomar riesgos financieros.
Evaluó que, además, persisten los problemas en la importación de insumos. Fernández señaló que algunas empresas, que dependen en un 5% de componentes importados en la fabricación de sus productos, debido a las restricciones en el comercio exterior, enfrentan dificultades para adquirir estos componentes esenciales y mantener su proceso de producción.
En esa sintonía indicó que “cuando uno camina la Provincia empieza a encontrar empresas con problemas que están orientados a la falta de dinero, de perspectivas en cuanto a lo que sucede y muchas veces pierden negocios en el exterior que han sido ganados con tiempo, esfuerzo y calidad”, consideró.
También señaló que existe falta de comunicación con la dirigencia política y remarcó la necesidad de conformar una mesa para buscar consensos. “Hay que asumir que todas las partes tenemos una cuotaparte de responsabilidad, pero llegó el momento de sentarnos y hablar el mismo idioma. Es la única forma para cuidar a las PyMEs y al empleo”.
El desafío del cambio climático
Pese a la complicada situación económica y social en Argentina, Fernández insistió con que la industria nacional tiene que mirar lo que sucede en el mundo. Por eso resaltó la importancia de que las PyMEs comiencen el camino hacia la descarbonización. “El cambio climático es una realidad. Está cambiando el modelo de producción y de comercialización a nivel mundial. Si nosotros sacamos el foco de eso, vamos a solucionar el problema coyuntural y nos vamos a quedar sin mercados externos”, declaró.
Asimismo, consideró que “hay toda una cadena de valor a desarrollar para no quedarnos atrás. Si hablamos de la minería, estamos hablando de una minería sustentable que es la que va creciendo”.
Las oportunidades en materia energética que tiene Argentina fueron valoradas por Fernández. “Tenemos aproximadamente 25 años de furor con el petróleo y el gas que nos va a brindar Vaca Muerta, pero debemos ser conscientes que en ese tiempo el mundo va a cambiar y no va a requerir esas energías. Entonces, tenemos que capitalizar los dividendos que nos van a dar los hidrocarburos y generar fondos que sean asignados específicamente para la transición energética y el desarrollo de nuevas energías”.
Finalmente, el empresario alertó que “la medición de huella de carbono se está realizando y tiene tres grandes niveles. El uno es el consumo de la empresa. El dos es su transporte. Pero el tres es toda la cadena de valor. Por lo tanto, las grandes compañías van a pedir a las PyMEs su huella de carbono y eso no nos puede agarrar de sorpresa, porque si no, nos vamos a quedar sin mercados importantes y perderemos empleos”.