Ante las continuas operaciones mediáticas de los grupos concentrados que intentan trabar y boicotear permanentemente el tratamiento legislativo , ergo DEMOCRATICO, del proyecto de Marina Mercante e Industria Naval elaborado por el compañero diputado nacional Gastón Harispe, los abajo firmantes manifestamos la necesidad de darle inmediato tratamiento y generar la discusión sobre el futuro de ambas cuestiones.
Es trascendental e indiscutible que la presentación del proyecto de trato ha generado y abierto el debate, prueba de ello son las constantes acciones saboteadoras de grupos de poder. Esos mismos que se “beneficiaron” durante la dictadura cívico-militar con el vaciamiento del Estado , hasta alcanzar su exterminio con la entrega menemista de las empresas fundamentales, la soberanía hidocarburífera, las líneas de bandera de aeronavegación y marítimas junto con el sistema portuario, a las multinacionales, cerrando el círculo con el desguace de la industria naval; todo ,con la complicidad de dirigentes y funcionarios de adentro que sumieron a la Argentina en la mayor pobreza y desocupación jamás conocida.
Para algunos, simplemente pedirles que cesen en su entreguismo y a los otros que se jactan de ser representantes de sectores involucrados, sería bueno refrescarles la memoria, ya que en nombre del peronismos se juntaron con Alsogaray y Cavallo para salvaguardar sus negocios particulares olvidando la heroica resistencia peronista y sus mártires.
Con el peronismo, el país pasó a ser una potencia marítima, ocupando el lugar número 14 a nivel mundial, transportando el 1% del comercio internacional de la época, y dando trabajo a la población, y créditos a la industria naval local, multiplicando la demanda y la oferta del sector marítimo nacional. No debemos olvidar que por su tonelaje, la Marina Mercante argentina ocupaba entonces el segundo lugar en América, detrás de Estados Unidos, y el primer lugar entre los países iberoamericanos, por delante del Brasil.
Al poseer una flota mercante propia, hizo que nuestro balance de pagos tuviera una estructura diferente. Las grandes cantidades que antes egresaban en concepto de fletes pagados al exterior disminuyeron, y muy por el contrario, ingresaban al país sumas de dinero por este mismo concepto.
El Estado peronista captó la enorme importancia de contar con una flota mercante nacional, como un instrumento fundamental de nuestra economía.
El peronismo creó así una “conciencia marítima”. Que también llevó el progreso a todos los sectores incluido el rural a quienes en cierta ocasión Perón les expresó: “hoy puedo anunciar el precio de sus productos, porque logramos formar una flota mercante, nacionalizar los puertos, el ferrocarril, por ende los fletes, y nacionalizar la banca. Si alguno de estos sectores no lo tenemos nosotros, nos suben los seguros y yo no puedo cumplir con el precio que les ofrezco”.
Es un acto peronista generar el debate por tan importante industria, es un acto peronista bregar por la soberanía política y la independencia económica, es un acto peronista encontrar los consensos necesarios para legislar al respecto; y por supuesto, si nuestra conductora Cristina Fernández de Kirchner entiende necesario hacer modificaciones o generar objetivos superadores, allí estaremos, apoyando el modelo nacional y popular como peronistas que somos.
Julio Cesar Urien, Presidente FIPCA (Fundación interactiva para Promover la Cultura del Agua); Adolfo Barja, Secretario General SUTAP; Mauricio Zarzuelo, Representante para Latinoamérica de (IDC) International Dockworkers Council; José Luis Casares, Secretario General CGT – Zona Norte.