Uno será para grandes deudas y de hasta 24 cuotas, y otro para deudas menores y con un plazo de hasta seis meses, que permitirán ponerse al día a casi dos millones de contribuyentes, y al Estado percibir unos 36.600 millones de pesos.
“Esto no es una moratoria, porque no hay perdón impositivo, y quienes adhieran deberán mantener la cantidad de personal ocupado”, dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, al formular el anuncio de los planes, junto al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, durante una conferencia de prensa celebrada en el Palacio de Hacienda.
Uno de los planes de facilidades de pago es para deudas impositivas, aduaneras y de seguridad social, contraídas hasta el 31 de marzo pasado, que se podrán regular en hasta 24 cuotas mensuales a una tasa del 1,9% mensual.
Los interesados tendrán como fecha límite entre el 25 y el 29 de agosto para adherir a este plan, según el número de terminación del CUIT.
El otro plan de facilidades, conocido como “Planes Permanentes o Miniplanes”, mantiene el plazo de seis meses para la regularización de las deudas impositivas, pero eleva el tope de 10 millones de pesos anuales de facturación que tenían que tener los empresas, a 30 millones en el caso de las dedicadas a los servicios, y a 50 millones para el resto de las compañías.
Estas dos medidas “son producto del diálogo que viene manteniendo el Gobierno con el sector empresario que se inició en agosto del año pasado en Santa Cruz”, encuentros que fueron encabezados por la presidenta Cristina Fernández, destacó Kicillof.
El ministro dijo que la medida representa “un esfuerzo fiscal por parte del Estado”, porque se extiende en el período de cobranza “pero se compensa con todo lo que se percibe, y la regularización y mantenimiento del empleo”.
De manera más específica, Echegaray destacó que estos planes, y el aumento en los montos “están en línea con lo que pidieron la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) y la UIA (Unión Industrial Argentina)”.
Estimó que unos dos millones de contribuyentes se verán beneficiados por estos planes, entre ellos 700.000 contribuyentes morosos que ingresarán a los Miniplanes.
Con respecto a la deuda, estimó que “hay unos 36.600 millones de pesos pendientes de cobro” entre contribuciones a la seguridad social, aduaneras y por el pago del Impuesto a las Ganancias.
Luego del anuncio, el titular de la UIA, Héctor Méndez, destacó el rasgo positivo de la medida, “ya que va mejorando las expectativas”.
“Es buena la medida, nos obliga a mantener el personal, lo cual es un pedido razonable que nos hizo el Ministro (Kicillof). Si yo fuera ministro haría lo mismo”, agregó Méndez.
También ponderó la suba del monto tope de quienes ingresan al miniplan porque “diez millones de pesos (anuales) es una suma para un maxikiosco, no para una pyme industrial”.
Por su parte la CAME, a través de un comunicado, expresó “su satisfacción” por los anuncios, impulsados entre otros por esa entidad empresaria.