Luego de la ceremonia de juramento como ministra de Economía, Silvina Batakis, recibió apoyos desde entidades empresariales y la disposición del Fondo Monetario Internacional (FMI), para continuar la relación iniciada con su antecesor, Martín Guzmán.
También se escucharon voces planteando dudas respecto a la calidad del vínculo con el organismo internacional e incluso advirtiendo el riesgo de terminar el año con un índice inflacionario de tres dígitos.
Desde el FMI, aseguraron que esperan “trabajar con la ministra Silvina Batakis y su equipo para continuar apoyando a la Argentina”.
Asimismo, Orlando Castellani, presidente de ADIMRA, le deseo a Batakis “el mayor de los éxitos, porque sabemos que lograr una reducción en la tasa de inflación, mayor estabilidad macroeconómica y menor incertidumbre cambiaria, será beneficioso para todos los argentinos. La coyuntura macroeconómica del país es sumamente desafiante y se requiere el trabajo en conjunto de todo el Poder Ejecutivo y Legislativo, con el sector empresario y trabajadores para aportar soluciones y propuestas que permitan que tengamos el país que nos merecemos”
Por otra parte, el economista y especialista en mercados de capitales, Bruno Perinelli, opinó que la ministra “tiene que ser concreta y transmitir certidumbre y seguridad. El gobierno tendrá que abandonar cierta comodidad por la necesidad de llevar adelante ajustes que nunca quiso. Si no lo hace, el resultado va a ser cada vez peor. De hecho, Batakis reaccionó a su designación diciendo que va a respetar el acuerdo con el FMI, pero por otro lado dijo que se va a alinear con la vicepresidenta, que está en contra de ese acuerdo, lo que evidencia una contradicción”.
Consideró, además, que “lo más urgente es resolver la situación inflacionaria, la cuestión cambiaria y la incertidumbre de la plaza financiera, que es bastante grande. El fin de semana se negociaron dólares paralelos en torno a los 270 y 300 pesos en el mercado cripto. Además, debe tenerse en cuenta que hay alrededor de 8 billones de dólares de deuda en pesos a renegociar”.
“El gran problema que tiene este gobierno es que no quiere pagar el costo político del gran ajuste que hay que hacer, lo va a estirar hasta donde pueda. La inflación ya se está desbordando, el número de junio va a ser alto y se estima que el año cerraría en un 70, 80%. Por eso fundamental que las primeras medidas se direccionen hacia la reducción del gasto público y el cumplimiento de las metas con el FMI, para que siga otorgando los desembolsos trimestrales. Si no, va a llegar a un punto en el que la aceleración de la inflación y la suba del dólar van a impactar sobre la actividad económica, interrumpiendo este ciclo de crecimiento que arrancó con el piso de la pandemia”, concluyó Perinelli.
El director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, Víctor Beker, puso en duda la vigencia del acuerdo con el FMI. “Esto parece difícil, teniendo en cuenta que el sector que la respalda y que promovió a Batakis tiene un profundo desacuerdo con los términos del convenio con el Fondo”, indicó.
“En consecuencia, la incógnita es en qué se traduce ese replanteo de metas o bien si directamente nuestro país se encamina a una ruptura con el FMI. Tratándose de la Argentina, ningún escenario es descartable a priori”, reflexionó.
Finalmente, planteó que “como consecuencia directa, al menos así surge de nuestra estimación en el CENE de la UB, la inflación del 2022 pasa ahora a tener un piso del 100%”.
Por último, el presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), Leo Bilanski, respaldó a la nueva ministra. “Deseamos que pueda desplegar su capacidad de trabajo en el nuevo desafío que enfrentamos. La agenda de temas a abordar es vasta, pero ponemos a disposición toda nuestra capacidad para aportar al éxito de las políticas públicas que pongan primeros a los últimos y a las PyMEs por sobre los bancos”, expresó la entidad.