El especialista rosarino, expuso ante numeroso público que se congregó en el Salón Diagonales del Hotel Howard Jhonson de La Plata, entre quienes se encontraban el presidente de CEPBA, Guillermo Siro; el director de Puerto La Plata, Diego Príncipi y empresarios de la región.
Di Stefano pronosticó que 2023 será un año muy duro y que la economía argentina “sólo podrá recuperarse cuando consiga equilibrio fiscal y un plan de desarrollo sustentable. El ajuste hay que hacerlo”, repitió varias veces durante su disertación que contó con el auspicio de Banco Galicia.
Entre sus primeros conceptos, trazó un triángulo de acontecimientos internacionales que condicionan la economía global. Puntualmente citó a la pandemia del Covid 19, la guerra desencadenada por la invasión de Rusia a Ucrania y la suba de tasas de la Reserva Federal en Estados Unidos, orientada a bajar la inflación.
Indicó que, con sus particularidades, estos hechos modificaron significativamente el escenario del comercio mundial y las cadenas de suministros. En ese sentido, explicó que se está operando una reconfiguración mundial, resaltó los serios problemas que afrontará Europa y la fortaleza de Estados Unidos, que “dará mayor preponderancia a países de Latinoamérica”.
Al respecto, sostuvo que las posibilidades de inserción de Argentina en ese esquema, dependen de que tenga “un presidente normal, que entienda el contexto y no pierda el tiempo inventando excusas” y que, dada la coyuntura local, México y Brasil serían los principales beneficiarios de este nuevo sistema productivo.
Dentro del contexto de crisis energética global, señaló que, a partir de la guerra, Europa compara barcos gasíferos a los Estados Unidos, país que tiene la mayor reserva mundial de ese recurso.
Tas expresar que la segunda reserva se encuentra en nuestro país, dijo que “la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que aún no logró resolver el paso por Piedra del Águila, donde existe un conflicto con la comunidad mapuche, abriría la oportunidad de exportar GNL. Hacer esa obra cuesta US$ 4.000 millones y permitirá que en cinco años Argentina exporte US$ 27.000 millones, es una inversión que se recupera en un año”, afirmó.
Asimismo, di Stefano señaló que, “contrariamente a la creencia popular, en los últimos cinco años el dólar blue creció 1520%, más que los precios, que aumentaron 682%” y luego de explicar que la producción nacional es actualmente la misma que se registró en 2011, advirtió que 2023 será un año sumamente complicado”.
“Hay datos que permiten alertar caídas en el crecimiento y limitaciones para el gobierno de poder contar con herramientas y recursos”. En ese contexto recordó que Martín Guzmán, Silvina Batakis y Sergio Massa solicitaron adelantos de pagos correspondientes al año próximo a los productores de trigo, maíz y grandes empresas, respectivamente.
Finalmente, estimó que “en un año electoral y ante la posibilidad de un cambio de gobierno que pueda ofrecer un proyecto con menor presión tributaria, veo pocas probabilidades de que los mismos sectores adelanten los pagos de 2024. Considerando que ya anticiparon sus aportes este año, la sequía y la recesión, creo que la economía va a enfrentar muchas dificultades y perjudicará a los sectores más débiles”.