El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, respaldó la Ley Bases, en plena discusión en el Senado y destacó la importancia de aprobar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), uno de los puntos más controvertidos del proyecto del gobierno de Javier Milei.
En declaraciones radiales, sumó presión a los senadores que se oponen a la iniciativa al afirmar que “sin el RIGI no hay energía en la Argentina”. Utilizó de ejemplo del proyecto Argentina LNG (Gas Natural Licuado), que lidera YPF con Petronas y sostuvo que requiere inversiones superiores a los U$S 50.000 millones.
Al respecto, refirió que, de concretarse, será “el proyecto más grande de infraestructura y producción de la historia argentina”, aunque insistió que “tiene que ser rentable a bajo precios y la única forma de lograrse es con el RIGI”.
“Sin RIGI no hay proyecto LNG y la verdad que no entiendo lo que se está discutiendo. Si no se aprueba no se va a poder exportar por U$S 30.000 millones y es un error garrafal. Hay que hacerlo, hay que pasar el RIGI y entonces, de esa forma, vamos a conseguir capital para seguir produciendo y exportando energía, Si no ocurre se va a hacer todo muy difícil”, concluyó.
Venta de filiales
Por otra parte, YPF busca optimizar su inversión para impulsar proyectos de energía renovable, litio e hidrógeno verde. La empresa de mayoría estatal busca desprenderse de su participación de 70% en la energética local Metrogas, luego de que en 2017 contratara a Citigroup para iniciar este proceso, que estaba valuado en US$ 700 millones y que se suspendiera en 2019.
Durante el IV Fórum Nacional de Energía que organizó LIDE en Buenos Aires, Marín reveló que la estatal está emprendiendo “cambios profundos”.
Cabe recordar que en marzo pasado la compañía anunció un plan de optimización de portafolio que contemplaba un proyecto de racionalización y optimización de la inversión para desprenderse de más de 50 yacimientos que ya superaron su vida útil, estimando que el deterioro de estos activos en US$ 1.200 millones tras impuestos.
En los últimos días, Marín anunció el desprendimiento de sus filiales en Brasil y Chile, así como también de los papeles que tiene en la argentina Metrogas.
“YPF Brasil es una empresa que tiene en torno a 300 empleados, produce lubricantes, y gana US$ 1 millón anual“, aseguró durante la conferencia, añadiendo que existe una planta en este país que también será vendida.