Auguran un gran 2025 para Vaca Muerta, aunque advierten nuevos “cuellos de botella”

Luciano Fucello repasó los desafíos que deben superarse para sostener su crecimiento.

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23 enero, 2025

El petróleo no convencional se ha convertido en un pilar fundamental del futuro energético de Argentina, especialmente a través del desarrollo de Vaca Muerta, una de las formaciones más importantes del mundo que se encuentra en la provincia de Neuquén. Con una productividad incomparable y un alto potencial de expansión, este recurso ha transformado la industria hidrocarburífera nacional. La clave para consolidar su impacto en la economía argentina, sin embargo, radica en resolver los desafíos logísticos, sociales y políticos que aún persisten.

En este contexto, serindustria.com.ar conversó con Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage y experto en petróleo y gas, quien ofreció una visión clara sobre el presente y futuro de Vaca Muerta, así como el panorama global que influye en el desarrollo local. Desde su experiencia, destacó su importancia como un motor económico que podría posicionar a Argentina como un actor relevante en el mercado energético global.

Asimismo, se refirió al impulso que puede aportar el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), las posibilidades de desarrollo de la formación Palermo Aike en Santa Cruz y el futuro de la explotación convencional.

El inicio de 2025 trae consigo un escenario desafiante a nivel global. Por un lado, la segunda presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, se enfocará en los combustibles fósiles. Mientras que Arabia Saudita está desarrollando su no convencional, su ‘Vaca Muerta de Arabia’, Jafurah, para reemplazar el consumo interno de petróleo con gas y exportar el crudo sobrante. “Todo esto apunta a una baja en los precios internacionales”, explicó Fucello.

Vaca Muerta está cambiando la realidad energética del país.

En este contexto, la formación neuquina sigue siendo extremadamente competitiva. “Es una roca muy noble y un activo de primer nivel mundial. Su productividad es tan alta que un pozo promedio puede dar 1,5 y 2 millones de barriles de petróleo a lo largo de su vida útil, multiplicando por diez la producción de un pozo convencional”, explicó el fundador de Contactos Energéticos.

Un motor económico en expansión

Desde el inicio de su desarrollo en 2013, se han invertido en Vaca Muerta cerca de US$ 50.000 millones y el ritmo sigue acelerándose. “El año pasado se invirtieron US$ 9.000 millones, este año serán US$ 10.000 y las proyecciones hasta 2030 indican compromisos de inversión por US$ 180.000 millones”, detalló el especialista.

Además, Fucello destacó el impacto de esta actividad en la economía y remarcó que se espera que en futuro cercano Vaca Muerta genere el mismo volumen de dólares que produce el campo, entre US$20.000 y 40.000 millones. Y no solo habló de petróleo, también de gas, aunque en este último caso hay mayores limitaciones debido a la infraestructura necesaria para su exportación.

En el presente, el crecimiento de Vaca Muerta está transformando Neuquén y sus alrededores, expandiéndose a lugares como Rincón de Los Sauces. “El movimiento en localidades como Añelo es impresionante. Hoy Neuquén tiene más de 120 edificios en construcción y 5.000 obras en marcha. Sin embargo, esto también genera cuellos de botella en la infraestructura vial, que ya está colapsada. Este año se verá un impacto significativo en las rutas por el incremento del 35% en el movimiento de camiones“, señaló Fucello.

Entre obras para la exportación de petróleo, el country manager de NCS Multistage, sostuvo que la producción se espera que se incremente. Destacó la puesta en marcha del Plan Duplicar de Oldelval que permitirá despachar casi 300 mil barriles de petróleo de Vaca Muerta que hoy produce 500 mil barriles por día. “Se espera que en los próximos años dos, tres años por lo menos alcance los 800 mil solamente por el Plan Duplicar“, dijo y manifestó que “hay planes para evacuación por el Pacífico, así que el futuro es realmente increíble y todo esto se traduce en mayores exportaciones”.

Este desarrollo productivo también ha generado una demanda creciente de personal altamente especializado. “Trabajar en Vaca Muerta requiere profesionales capacitados. Muchas personas piensan que con solo ir podrán encontrar trabajo, pero no es tan simple. Es fundamental contar con conocimientos técnicos mínimos”, advirtió.

El gas de Vaca Muerta

El inmenso potencial en gas de Vaca Muerta enfrenta desafíos significativos que dificultan su consolidación como un jugador clave en el mercado internacional. “La situación del gas es totalmente diferente al petróleo. Hay una cantidad de gas increíble. Hoy estamos limitados por la red de gasoductos y el consumo interno. Prácticamente todo el gas que se produce se consume internamente, hay muy poquita exportación”, señaló Fucello, subrayando la escasa capacidad de salida hacia mercados internacionales.

Chile, que en su momento fue un cliente importante, ahora opera a niveles mínimos de intercambio energético con Argentina. “Alguna vez se exportó gas a Chile, se cortó el suministro y los chilenos perdieron confianza. Esa vía hoy está, es casi nula, está al 10% de la capacidad. Es entendible de parte de ellos porque no es pasarme gas y yo lo consumo. Tuvieron que cambiar toda su matriz productiva, maquinaria que era gas, pasarla a gasoil, carbón, lo que sea. Entonces, volver a importar gas es reconvertir su matriz productiva y es un cambio generacional”, explicó.

Además de Chile, Brasil surge como un mercado potencial. “Se está reacondicionando el gasoducto norte para proveer gas a toda la zona norte del país, las mineras”, detalló Fucello, aunque aclaró que estas iniciativas aún son pequeñas en comparación con el potencial del yacimiento.

LNG: futuro no tan cercano

El Gas Natural Licuado (LNG) aparece como una de las grandes apuestas para llevar el gas argentino al mercado global. Sin embargo, su desarrollo avanza con lentitud y se espera que recién en 2027 empiece la exportación. “Para poder exportar gas hay que comprimirlo 600 veces, llevarlo a temperaturas criogénicas y ponerlo en un barco para transportarlo. Los contratos que se hacen para el consumo de este tipo de gas son a nivel país, no es que ‘me falta gas, tráeme un barco’. Son contratos extremadamente complejos”, explicó Fucello.

La complejidad tecnológica y logística de este proceso, sumada a los costos asociados, plantea un desafío adicional. “Si en Vaca Muerta hay gas para 50 años probablemente gran parte de ese gas quede en la formación. De acá a 50 años quién sabe qué tipo de energía se va a estar usando”, opinó.

A diferencia del petróleo, cuya producción en Vaca Muerta se mantiene competitiva incluso en escenarios de precios internacionales bajos, el gas enfrenta barreras adicionales. Hay una complejidad adicional que incluye la licuefacción, el transporte, hace que Vaca Muerta tenga que ser rentable a precios muy por debajo de los dos dólares del millón de BTU en boca de pozo. “Hay que dar una vuelta de rosca más para que el costo de la extracción de ese gas haga que sea rentable al productor”.

A pesar de estos retos, Fucello no dejó de destacar el valor del recurso. “La productividad que tiene en gas Vaca Muerta es impresionante, así que vamos a ver cómo evoluciona”, concluyó.

Horacio Marín, CEO y presidente de YPF.

El RIGI

Sobre los efectos del RIGI, Fucello señaló que las obras adjudicadas aún no están en marcha, pero tendrán un impacto tremendo, empezando por el LNG y la red de gasoductos y oleoductos. Se espera que sean un gran motor para Vaca Muerta.

Sostuvo que, si bien hay un interés enorme, la falta de certeza sobre el control de los capitales por las restricciones cambiarias, como el cepo cambiario, frena la inversión de empresas internacionales. “Las grandes empresas internacionales no han regresado a ofrecer servicios y tecnología como en 2016. Es un obstáculo, porque las empresas necesitan la seguridad de poder repatriar beneficios. Esa es una de las claves para dar otro empujón a la industria”, sostuvo.

El especialista también mencionó que la falta de empresas internacionales operadoras y de servicios en el sector podría ser una oportunidad para la innovación. “Las empresas más pequeñas, ágiles y audaces, pueden generar la innovación que más tarde las grandes compañías compran”, afirmó y señaló que “de hecho, muchas empresas de servicios que operaban en otras provincias se están trasladando a Vaca Muerta por su rentabilidad, estabilidad y menor conflictividad sindical. Esto crea una capa adicional de complejidad para los sectores convencionales de otras provincias, pero también una oportunidad para la economía local”.

El futuro del convencional

Con los años, la rentabilidad de Vaca Muerta fue ocupando el lugar que tenía la producción convencional de hidrocarburos. A esto se suma la estrategia impulsada por Horacio Marín en YPF con el Plan Andes, mediante la cual la petrolera busca desprenderse de las áreas que generan menor rentabilidad para la empresa. La iniciativa apunta a maximizar la explotación de estos recursos mediante operadores con costos operativos más bajos y un enfoque local.

En convencional, “el nivel de inversión equivale al 10% de la que recibe Vaca Muerta”, señaló Fucello. A nivel de producción en el país, el 30% del petróleo se obtiene de esa manera y en gas, un poco más del 40%.

El convencional produce 200.000 barriles de petróleo por día, ¿cuánto va a producir de acá en 2030? Probablemente si produce lo mismo es porque le fue muy bien”, consideró. Sin embargo, aclaró que “la actividad es muy importante para las provincias donde tienen solamente convencional”.

El convencional puede ser una oportunidad para pequeñas empresas.

Ante este contexto, han surgido pequeñas empresas para ocupar ese lugar, lo que puede resultar muy rentable. Pero hay una cuestión en la que Fucello pone el foco. Para el especialista, Vaca Muerta ha logrado una licencia social donde la explotación de esos hidrocarburos es aceptada. Pero, a la hora de que empresas con menos recursos se hagan cargo de áreas convencionales, deberán enfrentar estas exigencias para mantener ese consenso. La duda que plantea el ingeniero es si las nuevas compañías que queden a cargo estarán en condiciones de mantener los niveles de seguridad alcanzados en los últimos años.

A esto se suma el interrogante de quién se hace cargo del pasivo ambiental que deja YPF al desprenderse de las áreas. “El impacto que puede llegar a tener a nivel social es importante y quedan involucrados tanto el que hace el traspaso, el que toma la posesión y la provincia en sí. Entonces se está haciendo con mucho cuidado, mucho más lento de lo que se pensaba”, explicó.

Al respecto, consideró que fueron 80 las empresas que se inscribieron para obtener alguna de las áreas de YPF. Muy pocas han logrado cerrar un acuerdo. “Hay gente que armó una sociedad anónima y se presentó, pensando que con un camioncito iba a sacar el petróleo, venderlo. No es así, tiene muchas partes involucradas, hay temas muy complejos”.

Asimismo, remarcó que buena parte de estas áreas YPF las ha subexplotado. Esto da lugar a que, con poca inversión, se pueda levantar la producción. Para lograrlo, las empresas deberán operar con costos operativos muy bajos y una estructura pequeña. “No pueden tener una oficina en Buenos Aires llena de directores. Va a ser una empresa seguramente local donde el gerente va a ser el que mire si se está haciendo bien las cosas en el campo y haga la venta”, remarcó Fucello quien consideró que el 2025 puede ser un año de resurgimiento para las PyMEsdel sector.

Otro punto al que prestó atención es el sindical. En ese sentido, el ingeniero señaló que es necesario que los gremios tengan un tratamiento diferente con estas nuevas pequeñas empresas, respecto del que mantienen con las grandes.

Palermo Aike

Consultado sobre la formación Palermo Aike, Fucello mencionó las dificultades que enfrenta la región, especialmente debido a la falta de infraestructura tanto para el desarrollo de la actividad como para la vida social.

“Allí no hay servicios como bombas de fractura y todo se lleva desde Neuquén. Además, la profundidad y temperatura en el reservorio hacen que la producción de gas y petróleo liviano sea más compleja”, afirmó.

Palermo Aike ¿la nueva Vaca Muerta?

Fucello también advirtió que el nivel de conflictividad sindical en Santa Cruz es mayor que en Neuquén, lo que hace más complicado el desarrollo de la región. “A pesar de los desafíos, hay apetito por parte de las empresas, pero el desarrollo de la infraestructura y los servicios aún está en sus primeras etapas”.

“Palermo Aike está mucho más atrás que Vaca Muerta en 2013, cuando ya contaba con la infraestructura necesaria para su desarrollo. Lo importante es que el recurso está ahí y va a depender de las decisiones económicas de los privados”, concluyó.

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