La obra aborda el funcionamiento de las ofertas engañosas, las trampas de algunas empresas a la hora de rotular alimentos y otros productos, además de diversas cuestiones que buscan “pensar críticamente sobre los riesgos de adoptar como verdades incuestionables las premisas del pensamiento económico dominante; para comprender lo que se dice y lo que se omite en los discursos políticos; y para conocer qué es lo que se oculta detrás de los mensajes y eslóganes proselitistas que nos llegan a través de los medios de comunicación y de las redes sociales”.
Ante un centenar de empresarios convocados por la Unión Industrial del Gran La Plata (UIGLP), Costa, quien se especula será ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires desde el próximo 10 de diciembre, aseguró que “la economía argentina está en un estado muy delicado y sólo se puede salir mediante un consenso entre los sectores de la producción, las empresas, los trabajadores y el estado. Dar vuelta esto va a requerir de mucho esfuerzo y coordinación”.
“El libro no plantea un debate nuevo, sino un debate de siglos. Desde las familias hasta las academias discuten cómo funcionan la economía, los mercados, lo precios y cuál debe ser el rol del Estado. Es el resultado de muchos años de reflexiones desde el punto de vista académico, personal, profesional y mi experiencia en la función pública”, señaló.
El ex secretario de Comercio de la Nación explicó que debido a su extensa trayectoria como docente universitario le llevó trabajo elaborar un mensaje llano. En ese sentido dijo que “el mercado es la interacción entre quienes tienen algo para vender y quienes tienen algo que comprar” y que “el precio se compone con el costo de producción, los impuestos y la rentabilidad empresaria. El margen de rentabilidad debería ser razonable. Pero asistimos a un mundo de desigualdad donde pocos ganan mucho y muchos sólo subsisten”.
En el mismo contexto dijo que es correcto que los empresarios quieran ganar mucho dinero, pero aclaró que “lo que pagamos no lleva una ganancia razonable”. Tras considerar que el gobierno de Cambiemos dejó actuar libremente al mercado, sostuvo que en una economía como la Argentina eso “es sinónimo de achicamiento del mercado. Tiene que haber un estado más presente para evitar que los grandes coman a los chicos” porque “el estado tiene que hacer que el mercado funcione y asignar correctamente los recursos”.
Por último, consideró que “un país normal no es el que no tiene cepo, sino el que tiene estabilidad, en el que sus habitantes llegan a fin de mes y pueden conseguir trabajo”.