Por lo tanto, el consumo de este insumo que se utiliza para rutas, autopistas, pistas de aeropuertos, pavimentación de calles y corredores de metrobus fue de 49.630 toneladas en enero pasado y de 52.936 en febrero.
Durante todo el 2017 hubo récords y el año cerró con un consumo de 619.260 toneladas, lo que lo transformó en el mejor año de la historia.
El uso de cemento es otro indicador del movimiento de la obra pública: en marzo su consumo llegó a 1.091.121 toneladas, lo que implica un récord histórico y representa una suba del 18,1 por ciento con relación a febrero y un incremento del 6,2 por ciento sobre marzo de 2017.