Las dragas 258 C Santa Fe y 261 C Córdoba, profundizan la vía navegable a 34 pies.
Luis Denicola, es el ícono de la draga 258 C Santa Fe, que está profundizando el canal Martín García. Cuando, en 1998, el Gobierno de Carlos Menem decidió pasar la draga a cuarteles de invierno, Denicola fue uno de los tres tripulantes que se mantuvo a bordo de la unidad. Allí resistió hasta su vuelta a la vida en 2007, tras la reparación y actualización llevada a cabo en el astillero Tandanor. Hoy, Denicola es primer maquinista dentro de una dotación de 23 tripulantes: 10 en máquina y 13 en cubierta.
Junto a la Santa Fe, trabajan, en la zona la draga 261 C “Córdoba” y la lancha 54 B “Domingo Sánchez”, todas unidades construidas en los `70 y recuperadas por la Dirección de Vías Navegables (DNVN), que depende de la Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables de la Nación.
“Nuestro ciclo de dragado, en el Martín García, es de 14 días de trabajo por 14 de franco. Estamos dragando a 34 pies, con un ancho de solera de entre 140 y 150 metros según la zona, Se realizan 10 u 11 viajes por día con un promedio diario de extracción de 12.000 m3. Venimos de dragar en el río Uruguay con resultado muy bueno, también en el canal Martín García. La primera etapa fue antes de fin de año con éxito. Gracias a eso, nos dieron la oportunidad de seguir. Debe ser porque el trabajo anduvo muy bien”, dijo a Hugo Nestor Gopar, capitán de la draga 258 C Santa Fe.
“Las máquinas de esta unidad están por debajo de las 10.000 horas, y se comportan a la perfección. El consumo de combustible depende del tipo de material que levantemos. En zonas de arena muy pesada puede llegar a 6.000 litros por día y estamos ocupando tanques cercanos a los 280.000 litros. Tenemos buen apoyo logístico y un plantel de gente que acompaña”, señaló Ramón Angel López, jefe de Máquinas de la draga.
Según Anibal Díaz, director Nacional de Vías Navegables, “que haya tres embarcaciones del Estado argentino, trabajando en este canal es histórico. Esto, en gran parte, se debe a la voluntad de los compañeros que forman parte de las distintas tripulaciones”.
Por su parte, Juan Carlos Donato, coordinador de Puertos de la subsecretaria, resaltó que, en simultáneo con estos trabajos, se están llevando a cabo tareas de balizamiento, en el rio Uruguay, a través de la delegación rio Uruguay de la DNVN, con asiento en Concepción del Uruguay, y en el Alto Paraná en aguas compartidas con Paraguay a través de la delegación Paraná Superior, con asiento en Corrientes.
El diputado nacional, Gastón Harispe, destacó que “la suma de nuestros mares y ríos representa el 50% del territorio argentino. Por eso, es importante estar a bordo de una draga nacional en operaciones”. El legislador impulsa un proyecto de ley, que incluye a la marina mercante y a la industria naval que tiene tratamiento en la Cámara baja.
El rio Uruguay fue abierto a 21 pies y eso generó economías regionales más competitivas. El arroz volvió a salir de un puerto como el de Concepción del Uruguay, que casi había desaparecido de las cartas náuticas por su escaso calado.
“Por este exitoso trabajo, las cancillerías de Argentina y Uruguay acordaron llevar la profundización de esta vía fluvial a 25 pies. El Estado está presente para poner la infraestructura al servicio de los proyectos de desarrollo regionales”, resaltó el subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Horacio Tettamanti.
El funcionario anticipó el proyecto de comprar una draga por parte de la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP)
“Para mantener el canal Martin García, se necesita como equipamiento mínimo una draga, un balizador, una lancha de batimetría y un remolcador, los que también podrán utilizarse para el río Uruguay”, destacó Tettamanti.