El café colombiano, la soja argentina, la logística o el Real Estate, son algunas de las actividades que podrían aprovechar los beneficios de blockchain. En ese camino trabajan en Koibanx, una empresa nacida en Argentina, que se encarga de la tokenización de activos y que además en siete años, desde su fundación, ha logrado establecerse en países como México, El Salvador, Colombia y Uruguay. Próximamente abrirá oficinas en Panamá y Paraguay y apuesta por el mercado de Centroamérica.
En diálogo con Ser Industria Radio, la Chief of Staff de Koibanx, Leticia López Tiznado, explicó algunos de los proyectos en los que está trabajando la empresa, que no sólo están enfocados en el mundo bancario y financiero.
Desde el DF México, la directora habló sobre la plataforma low-code para crear productos financieros blockchain que lanzarán en diciembre, la necesidad de formar desarrolladores y las posibilidades de que la región sea un actor protagonista en la creación de soluciones con esta tecnología.
Recibieron inversiones por más de 20 millones de dólares. ¿Cuáles son los próximos pasos de la compañía?
Estamos muy contentos de haber obtenido esta primera ronda de inversión con partners como Algorand, que es un protocolo de blockchain muy importante y se está consolidando en América Latina como el principal debido a los bajos costos. En el corto plazo nos queremos enfocar estratégicamente en Centroamérica porque son países donde vemos mayor desarrollo y adopción de esta tecnología. Queremos concentrar ahí nuestros esfuerzos, muy diferente a lo que están haciendo la mayoría de las fintech que se están yendo a los mercados gigantescos como Brasil. Nos vamos a concentrar en este mercado donde estamos viendo no solo una buena demanda, sino una muy buena oportunidad para entrar con la oferta de valor que tenemos para proponerle al mercado latino.
¿Cuáles serían las razones para enfocarse en el mercado centroamericano?
La primera es que hay mucha oportunidad. El sistema financiero pocas veces voltea a verlo y sin embargo hay mucha oportunidad, mucha búsqueda de finanzas del exterior y nosotros podemos ayudarlos a habilitar esas carreteras de pago. Además, El Salvador es el único país donde la cripto está regulada. Estamos trabajando con seis de los 12 bancos que operan allí y queremos que se cree ese efecto dominó en Centroamérica.
¿Por qué decidieron lanzar una plataforma low-code para desarrollar productos en blockchain?
Con el crecimiento de este mercado y la demanda, necesitamos más desarrolladores que puedan entender el mundo de la blockchain. Es un área de oportunidad que nosotros queremos y estamos aprovechando con esta propuesta de valor que vamos a implementar. En el mercado de Latinoamérica todavía no hay muchos desarrolladores que sepan este tipo de tecnologías, por lo cual nosotros nos preguntamos ¿cómo podemos incentivar que más desarrolladores empiecen a trabajar sobre los protocolos? Nosotros hoy trabajamos sobre ocho protocolos diferentes y una manera de incentivarlos es hacerles el camino un poco más fácil. Lo que tendrá esta plataforma son unos comandos o códigos que son como el habilitador para entrar a la blockchain. Con eso se facilita muchísimo poder empezar a construir sobre ese producto en vez de empezar desde cero y hacerlo de esa manera más friendly y así invitar a que más personas en Latinoamérica comiencen a trabajar sobre blockchain. Esperamos que funcione la estrategia que será lanzada con un enfoque principal en los estudiantes de sistemas, porque ellos son los que en realidad deberían estar impulsando esta tecnología a futuro y a donde estamos apostando.
En Argentina no existen carreras de grado para blockchain. ¿Cómo es la situación en México?
En México tampoco existe ninguna especialización respecto a esta tecnología, seguramente en los próximos años comenzará a surgir. Lo que sí existen son cursos de especialización y por eso también vemos esta plataforma como una oportunidad para empezar a programar sobre blockchain.
Se relaciona a blockchain directamente con bitcoin, pero esta tecnología está transformando la industria financiera. ¿A qué otros sectores lo están aplicando?
Blockchain está muy relacionado con Bitcoin, pero es un riel transaccional. Sobre él circulan diferentes criptomonedas como pueden ser las stablecoins. Blockchain, en el sistema financiero, ayuda a reducir costos. Pero también lo estamos ocupando, por ejemplo, en industrias como el agro, donde Koibanx tiene proyectos muy interesantes. Uno, con la Federación de Cafeteros de Colombia, es un coffee token que representa la cosecha futura de café. Con ese token vendés tu cosecha futura. Se emiten los token en una wallet, que puede ser ocupada como medio de pago en los diferentes comercios afiliados. Ese token lo pueden liquidar después de la cosecha. Otro ejemplo, que tenemos en Argentina, es con Agrotoken que representa la cosecha de la soja y es exactamente lo mismo, una manera de inyectar liquidez al sistema agro, diferente a lo que significa ir a pedir un préstamo por la cosecha futura.
¿Se aplica sobre todo a materias primas?
Se puede aplicar en materias primas, pero también hay otros casos de uso que estamos explorando, por ejemplo, en los bienes de Real Estate. Comprás una fracción de la inversión sobre un edificio y después te pagan las regalías, una vez que la obra está terminada, respecto al porcentaje que pagaste en ese token. Ese es otro caso de uso bastante interesante.
¿El tema inmobiliario es una realidad o un proyecto?
Son proyectos que estamos explorando, aún no se ha concretado ninguno. La regulación es un poco estricta en ese sentido. Sin embargo, vamos encontrando espacios para llevarlos a cabo. Hacia allá va un poco la demanda del sistema financiero. Desde Koibanx podemos ayudarlos a encontrar mayor liquidez siempre y cuando haya respaldado con dinero fiat del mundo real, porque no tiene sentido emitir tokens que no estén respaldados.
¿Latinoamérica puede ser el faro donde se desarrolle esta tecnología para utilizarse luego en otros continentes?
Sí, definitivamente. Hasta puedo presumir que ahora estamos incursionando en África, vamos a crear una wallet para el gobierno de Nigeria. Quieren globalizar los trademarks nigerianos y hacerlos públicos a nivel internacional. Todo lo que se desarrolla sobre los protocolos Blockchan puede ser replicable y utilizable a nivel mundial y en diferentes protocolos. Depende de la necesidad final de nuestros clientes.
¿El caso de Nigeria es particular porque pasó la etapa de la bancarización para ir directo a las cripto?
Es un caso de uso bastante interesante porque lo que están buscando primero es retener al talento nigeriano. Que los jóvenes se den cuenta que hay más oportunidades de crecimiento quedándose en el país que saliendo. Sucede lo mismo que en nuestros países donde existe la mentalidad de que solamente si te vas al exterior podés crecer e incursionar en la economía mundial. En Nigeria hay un boom de la industria creativa, ya sea creadores de vídeos, músicos, pintores… Nosotros vamos a poner toda esta creatividad en una plataforma que les permita mostrar ese talento a nivel mundial y a través de eso recibir dinero directamente en sus wallets, que pueda utilizarse en Nigeria. Eso les va a permitir tener más independencia económica a los creadores de contenido.
Hay sectores más tradicionales que están empezando a utilizar blockchain, ¿Eso también se ve en los interesados en invertir en el desarrollo de esta tecnología?
Sí, definitivamente estamos viendo una tendencia. Desde Koibanx pensamos que, si bien blockchain no va a sustituir el actual sistema bancario y financiero regulado, es un gran complemento, porque ayudamos a los sistemas financieros a bajar los costos transaccionales, a ser mucho más transparentes y eficientes entre países. Tiene muchas bondades que están explorando y que están descubriendo otras industrias. Pensamos que va a seguir esta tendencia, no solamente en el sector privado. Los gobiernos se están dando cuenta de la importancia, la transparencia, la inmutabilidad de la blockchain. En Colombia, para controlar la vacunación por el Covid 19, decidieron que cada certificado esté en la blockchain y eso no se puede modificar. Las bondades que da blockchain se irán replicando a futuro, a eso estamos apostando.
¿Coincidís con los que dicen que blockchain va a generar los mismos cambios que internet?
Veo difícil que el impacto sea como el de internet, que se hizo en tan corto plazo. Lo que veo es que blockchain va a revolucionar muchas de las cosas que hacemos hoy. Desde el sector privado y el público, porque cambia muchísimo que toda la información sea pública, inmutable. Si todo el sector público se moviera para ese lado, seríamos un sistema anticorrupción. Pero hay muchas maneras en la que sí va a transformar la forma en que hacemos proyectos.
¿Estamos recién en los comienzos de la aplicación y el desarrollo de blockchain?
A pesar de que somos una empresa que ya tiene siete años en el mercado, la verdad que ha sido picando piedra, convenciendo de cómo es utilizable y sirve a diferentes industrias. Lamentablemente, al principio todos pensaban que la blockchain y las criptos era para terroristas, para hacer cosas mal. Ahora se están redescubriendo las bondades que tiene, no sólo para mandar dinero entre países de manera más rápida, eficiente y más barata que entre bancos, sino que también la tokenización nos permite intercambiar y dar liquidez al sistema financiero de una manera distinta.
Koibanx es parte de la implementación del sistema cripto en El Salvador. ¿Cómo viene la evolución en ese país?
Efectivamente fuimos parte del desarrollo e implementación de la primera wallet cripto respaldada por un gobierno, el de El Salvador. Evidentemente, la adopción es lenta. Hace poco tuvimos la oportunidad de estar allí y lo que hemos estado observando es que la gente empieza a quedarse con sus cripto, más que usarlas como medio de pago, como el gobierno pensaba que lo iban a hacer. La gente entiende que es un método de inversión a futuro y evidentemente se necesita más transaccionalidad. Es un caso de uso muy interesante y el hecho de que lo hayan formalizado a nivel nacional a nosotros nos favorece mucho.