Durante el año pasado, en la provincia de Buenos Aires se generó casi el 30% de las energías renovables, con un total proyectado, cuando faltan los datos de diciembre, de 6,5 GWh. Esto implica un crecimiento del 14% respecto al año anterior y del 26% si se compara con 2021, de acuerdo con datos de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA), publicados por el Post Energético.
En los últimos años, Buenos Aires crece en forma sostenida, impulsada por inversiones privadas, que le dieron un gran dinamismo y le permitieron convertirse en el territorio donde más energías “limpias” se producen.
En segundo lugar aparece Chubut, con una participación del 26% de la energía que se despacha al sistema nacional, a partir de 5,8 GWh generados el año pasado. Si se la suma con Buenos Aires, entre ambas alcanzan el 56% de las renovables que se produjeron en el país.
En el tercer puesto, pero bastante lejos, están Santa Cruz y San Juan con el 7%, mientras que en el último lugar aparece Santa Fe, con menos del 1%. Debe tenerse en cuenta que cuatro distritos no aportan generación con renovables al sistema nacional: Ciudad de Buenos Aires, Formosa, Tierra del Fugo y Entre Ríos.
Crecimiento regional
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Andrés Rebolledo, destacó que América Latina continúa avanzando en la incorporación de energías renovables, posicionándose como un líder mundial en sostenibilidad.
De acuerdo con las estadísticas de la organización, el 60% de la energía generada en la región proviene de fuentes limpias, como la solar, eólica, geotermia, biomasa e hídrica. Con miras a 2050, se espera que el 85% de la electricidad en la región provenga de fuentes renovables, con una meta ambiciosa de generar 1,500 gigavatios (GW) adicionales de capacidad instalada. Además, para 2024, se anticipa que el 79% de la nueva capacidad instalada sea de energía renovable.
Uno de los temas clave que ganará relevancia en 2025 es la generación de energía eólica marina, que comenzará a ser integrada en las políticas públicas de países como Colombia y Brasil. También se espera que el debate sobre la energía nuclear se intensifique, con Argentina, Brasil y México a la vanguardia y países como El Salvador considerando su incorporación en los próximos siete años.
El almacenamiento de energía mediante baterías, cuyo costo ha disminuido, es otro de los temas destacados. Empresas en El Salvador, como Neoen y AES, ya están implementando esta tecnología como una opción viable para optimizar el suministro energético.
Por otro lado, la transmisión de energía será un desafío creciente. Países como Ecuador, que enfrentaron crisis de suministro, han fortalecido los intercambios energéticos con sus vecinos mediante sistemas como el SIEPAC en Centroamérica, permitiendo a los países miembros optimizar el uso de su energía.
Para 2025, se prevé que estos temas tomen gran protagonismo en la región, consolidando a América Latina como referente mundial en la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible.