El declive de la demanda del combustible es un indicador de la debilidad económica tanto de China como de Estados Unidos. Marcando un preocupante pesimismo a la hora de invertir.
Meses atrás, el mercado del combustible estaba dominado por inversiones optimistas, con incrementos en las inversiones, ahora el pesimismo tomó el mando en cuanto al crudo, aunque no sólo de este elemento.
Siempre volátil, el precio del petróleo cayó más del 20% desde abril, debido a los crecientes temores de que la demanda sea más débil de lo esperado. Los inversores también están a la defensiva desde la guerra comercial de Estados Unidos y China y la reciente amenaza del presidente norteamericano, Donald Trump, de poner tarifas a las importaciones de México pueden deprimir aún más el crecimiento. Para ilustrar esto, esta semana los precios futuros del crudo cerraron en $us 51.68 por barril, una baja de 3,4% en el día, incluso cuando el mercado de valores cerró en alza.
La perspectiva del precio del petróleo era muy distinto seis semanas atrás, cuando la administración de Trump estaba endureciendo las sanciones a dos productores líderes, Irán y Venezuela y estallaba una guerra civil en los alrededores de la capital de Libia. Algunos analistas especularon que no habría el suficiente petróleo para suplir la demanda, y que los precios podrían saltar a $us 90 por barril o incluso más.
“Todo el mundo está sorprendido y ahora dudan de las proyecciones de crecimiento de la demanda global”, expresó Tom Kloza jefe global de análisis de energía del Servicio de Información de Precios del Petróleo. “No es que haya habido un acercamiento con Irán, ni que hubiera un aumento en el número de plataformas en los Estados Unidos o Canadá”, agregó Kloza sobre la poca garantía de la vuelta a la normal circulación de petróleo a nivel mundial.
El declive de los precios del crudo es solo una de las muchas señales, que los mercados han enviado en las últimas semanas, oscureciendo las perspectivas de la economía mundial. Los precios de otras commodities industriales como el cobre, el níquel y el acero han declinado.
Los mismos temores económicos que redujeron los rendimientos de los bonos del Tesoro (Tesoro Nacional de Estados Unidos), parecen estar reduciendo el precio del petróleo. Neil Bradley, jefe de políticas de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, se pronunció “es un indicador, al evaluar las vulnerabilidades de la economía, esta es una de las cosas que estamos considerando”.
La última señal de que la demanda es inferior a lo esperado se produjo este miércoles, cuando un informe del gobierno estadounidense mostró que los inventarios de combustible en Estados Unidos estaban aumentado. Generalmente, los suministros son escasos a principios de junio, a medida que comienza la temporada de verano (en el hemisferio norte). Los suministros de petróleo aumentaron en casi siete millones de barriles en la semana, el nivel más alto en dos años. El índice de referencia del petróleo estadounidense ha subido y bajado en el último año. El precio es casi el mismo que hace tres años, cuando los precios se recuperaron por primera vez de una fuerte caída en 2014 y 2015 a menos de $us 30 por barril.
En los últimos días, muchos analistas habían pronosticado que los precios del petróleo pronto se recuperarían, al igual que lo hicieron después que cayeron a finales del año pasado cuando el gobierno de Trump facilitó que países como Japón e India siguieran comprando petróleo de Irán sin entrar en conflicto con las sanciones que su gobierno impuso.
Sin embargo, el gobierno de Trump advirtió recientemente, que se volverá más estricto con respecto a la imposición de sanciones contra Irán y que hará más para frenar las exportaciones de petróleo de Venezuela. Eso junto con la violencia en Libia y la decisión de muchas compañías petroleras de recortar su presupuesto de exploración para 2019, llevó a concluir que los precios del petróleo subirán. Pero ocurrió lo contrario.
Otra gran parte de analistas dijeron que la caída de los precios de petróleo fue impulsada, al menos en parte, por factores a corto plazo. Los inversores estuvieron comprando contratos a futuro de petróleo durante meses, esperando precios más altos. Esos comerciantes comenzaron a revertir esas apuestas a principios de mayo, cuando parecía que China y Estados Unidos no estaban cerca de un acuerdo comercial como muchas personas habían asumido.
Una visión más pesimista de la economía se mantuvo, incluyendo los temores de que la industria manufacturera en los Estados Unidos estaba en dificultades y que China crecía más lentamente de lo esperado.
Por supuesto que aún es posible un repunte en el precio del petróleo, especialmente si la administración de Trump alcanza acuerdos comerciales con China y México, o si las tensiones de Irán y sus vecinos y Estados Unidos conducen a una nueva violencia. Se puede contar, con la caída de los precios del petróleo y la gasolina, especialmente en una época del año en que suelen subir, podría actuar como una especie de estímulo económico.
El precio promedio de la gasolina regular en Estados Unidos, el miércoles, fue de $us 2,80 por galón, nueve céntimos menos que hace un mes. El sr. Kloza predijo que el precio podría bajar a menos de $us 2,50 en las próximas semanas, ayudando a los consumidores, especialmente a los hogares de bajos ingresos, que tienen autos más viejos y menos eficientes.
Las compañías de petróleo han disfrutado mejores gran parte de este año que no esperaban y están generalmente bien posicionadas porque están gastando menos, dijo Raoul Le Blanc, director ejecutivo de Energía en IHS Markit. Pero la industria podría tener problemas si el precio del barril baja de $us 50.
“Cincuenta dólares no es un buen precio, es sobrevivencia”, añadió Le Blanc, “pero si va a menos de $us 45 es insostenible y las compañías no podrán siquiera gastar el dinero para mantener la producción”.