El Jefe de Gabinete señaló que el Gobierno nacional sigue de cerca la evolución de las tasas de interés que los bancos cobran por los préstamos que otorgan a empresas y particulares.
“Entendemos que esas tasas son elevadas, en algunos casos usurarias, y allí es donde deben propender dos acciones posibles: la autorregulación o eventualmente la actividad regulatoria por parte del Estado, y en eso estamos trabajando minuciosamente”, dijo Capitanich durante su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada.
El Jefe de Gabinete respondió de esta forma a una consulta formulada por la prensa en base a informes que sostienen que los inconvenientes que enfrentan empresas y particulares para acceder al crédito debido al alto costo del dinero.
“Qué mejor quisiera el Gobierno que la gente haga cola para sacar préstamos para consumo, pero las tasas que están cobrando son absolutamente usurarias”, manifestó Capitanich.
Tras deslizar la posibilidad de que el Estado asuma un rol más activo en la materia, en el caso de que los bancos no se autoregulen, Capitanich reivindicó la política financiera seguida por el Gobierno nacional en los últimos 10 años.
“Como dije en varias oportunidades, entre los años 2003 y 2013 la expansión del crédito en la República Argentina duplicó su participación en el PBI, en cifras redondas de 8 a casi 16 puntos, un poquito más, en términos de Producto Interno Bruto”, explicó.
También recordó que “ha habido políticas activas por parte del Estado para inducir una política regulatoria, por eso se planteó el préstamo del Bicentenario, con casi 52.000 millones de pesos”.
“Y si uno suma la totalidad de los instrumentos con subsidio de tasa, desde préstamos del Bicentenario hasta el inciso Q, K y otros niveles de asignación de recursos crediticios por parte del Estado, la suma da cerca de 200.000 millones de pesos”, dijo.
Asimismo, remarcó que, además, está en vigor “la línea de inversión productiva a tasa regulada por parte del Banco Central de la República Argentina, que implica para el primer semestre del año 23.000 millones de pesos con orientación a las pequeñas y medianas empresas con una estrategia que tiene que ver con el tema de regulación de capital de trabajo al 17,5%”.
Actualmente, las tasas de interés promedio que los bancos de primera línea cobran por sus préstamos personales para clientes oscilan alrededor del 50% anual, aunque algunas entidades pequeñas llegan a cobrar hasta el 107%, de acuerdo con datos brindados al Banco Central.
Justamente a estos altísimos porcentajes cobrados por algunas entidades se refirió Capitanich al hablar de “tasas usurarias” y advertirles que, de no mediar una reducción de esos costos, el Estado podría regularlos.
El presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, dijo que “resulta esperable que en las próximas semanas las tasas experimenten una tendencia a la baja”, un comentario que está en línea con el pensamiento que deslizan otros directivos bancarios.
Si así ocurriese, las entidades financieras creen que podrían recuperar algo de terreno en el campo crediticio ya que, según los últimos datos oficiales, en marzo la colocación de préstamos por parte de los bancos se desplomó, una situación que se repetirá en abril, debido la retracción de la demanda por el alto costo del dinero.