La realidad de la región lleva irremediablemente a una dura conclusión: Argentina no advierte lo que otros países sudamericanos están viendo en relación a la industria naval. En las últimas semanas, Brasil resolvió una billonaria inversión para el sector. Mientras tanto Chile y Paraguay, profundizan su apoyo financiero y ahora Colombia resolvió reducir aranceles para fomentar la producción. En tanto, en nuestro país aún se sigue lamentando el veto de los artículos 10 y 13 de la Ley 27.418, que financiaban y otorgaban estímulos a la actividad.
El Gobierno colombiano publicó el decreto 590/18 que da vida al Programa de Fomento para la Industria Astillera, denominado “Proastilleros”. Con él se reduce a 0% el arancel para 395 subpartidas que no produce el país, decisión que permitirá reducir sensiblemente costos de producción a las empresas del sector.
Proastilleros da vida al programa de Fomento para la Industria Astillera, que también impulsa el crecimiento de otros 14 sectores como metalmecánica, plásticos, vidrios y químicos, entre otros. La iniciativa fue liderada por el Programa de Transformación Productiva (PTP), del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en conjunto con el sector privado.
“Es una herramienta para facilitar la producción, para que las empresas reduzcan costos y sean más competitivas en los mercados internacionales”, explicó la ministra María Lorena Gutiérrez. De acuerdo a los cálculos, la industria podrá ahorrar cerca de $400.000 millones anuales en aranceles de las subpartidas que cobija el decreto.
“Al reducir costos en la importación de insumos y materia prima, las empresas podrán mejorar su productividad y optimizar sus recursos para construir más y mejores embarcaciones navales, marítimas y fluviales, haciendo crecer la demanda de los sectores que jalona y dinamizando la industria nacional”, señaló Felipe Torres, gerente del PTP.
Entre los bienes que podrán importar los astilleros con arancel cero y que no se producen en el país, se encuentran empalmes de tubería en zinc, sierras de mano, máquinas para afilar metales, piezas especiales de acero, recipientes aislados por vacío, analizadores de espectro y placas de caucho vulcanizado, entre otros.
Proastilleros también permitirá consolidar un clúster región Atlántico-Bolívar, encadenado con empresas de diferentes sectores y regiones del país, en el que se desarrollan capacidades para la construcción de embarcaciones para sectores especiales como offshore, pesca, fluvial, ocio y defensa.
Según el PTP, construir un barco genera $ 5.700 millones en encadenamiento con otros sectores, pues dicha construcción requiere piezas agrupadas en 1.563 sistemas de los sectores de acero, propulsión, eléctrico, monitoreo y vigilancia, sistemas auxiliares de buques, antideslizantes, puertas, ventanas, vidrio, cocinas, carpintería metálica, pinturas, perfiles y mástiles. “La importancia de un programa como Proastilleros radica en que ayuda a aumentar la productividad de una industria que, por sus características, se encadena con otros 14 sectores que no se dedican específicamente a la producción astillera, pero que sí son sus proveedores”, precisó el PTP.
Fortalecer esta cadena permitirá atender la demanda de embarcaciones nacional e internacional. Por ejemplo, como parte del proyecto para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, se tiene contemplada una demanda de al menos 1.000 barcazas, empujadores y dragas para el transporte de carga.
En la actualidad, las exportaciones se concentran en los mercados de Perú, Paraguay, Panamá y Brasil, pero se han identificado oportunidades en mercados como Guatemala, Nicaragua, Costa de Marfil, Francia, Inglaterra y España.
También se espera que Proastilleros impacte positivamente en la creación de empleos. Según datos del Dane, para 2016, esta industria generó 6.000 trabajos directos y 4.000 indirectos. La industria naval impacta no solo en las regiones en las que hay astilleros, sino también en aquellas que le proveen materias primas e insumos para su construcción o que se especializan el mantenimiento de las embarcaciones.
En Colombia hay un total de 32 astilleros: 11 en Cartagena; seis en Barranquilla; cuatro en Bogotá; cuatro en Buenaventura; tres en Medellín y de uno en Santa Marta, Bahía Solano, Cali y Turbo. Por su parte, los proveedores nacionales de bienes y servicios para esta industria se encuentran en su mayoría en Bolívar (69%), pero también en Bogotá (16%), Atlántico (6%), y Antioquía, Valle del Cauca, Santander y Cundinamarca (9%).