Investigadores de varias universidades e institutos pidieron al Congreso aprobar el proyecto de ley que crearía un ministerio encargado de la ciencia y la tecnología.
Mientras las organizaciones sindicales y obreras recorrían las calles de Bogotá rumbo a la Plaza de Bolívar para protestar por las políticas económicas y sociales del Gobierno, adentro del Congreso tenía lugar otro debate no menos importante: la discusión sobre la necesidad de crear un ministerio que gobierne el sector de la ciencia y la tecnología en el país.
Investigadores de universidades como la de Antioquia, Nacional, Andes, Javeriana, así como directores de institutos de investigación asociados a las Fuerzas Armadas e invitados internacionales, expusieron sus argumentos a favor y en contra de esta propuesta, que promueve el representante a la Cámara por Antioquia Iván Agudelo.
Las cifras en las que Colombia siempre sale mal librada salieron a flote en las presentaciones de casi todos los expositores. Por ejemplo, mientras países como Finlandia y Suiza invierten hasta el 4 % de su PIB en ciencia, Colombia apenas llega al 0,2 %. En Estados Unidos la inversión per cápita en ciencia y tecnología es de US$1470; en Brasil, US$160; en España, US$140, y en Colombia apenas llega a US$2.
“Ninguna institución colombiana está en situación privilegiada para asumir las reformas que se necesitan en ciencia y tecnología”, argumentó el alemán Andreas Trepte, director de la Oficina de Enlace para América Latina de la Sociedad Max Planck y uno de los invitados al debate.
Fanor Mondragón, de la Facultad de Química de la Universidad de Antioquia, se mostró a favor de la creación de un ministerio de ciencia e insistió en que Colombia requiere una política de Estado para la ciencia y un pacto nacional que la sustente por al menos 30 años. Habló además sobre la necesidad de crear de tres a cinco universidades de investigación, institutos nacionales de investigación y parques universitarios.
Varios directores de institutos y departamentos de investigación asociados a las Fuerzas Armadas participaron en el debate. Fernando Lozada, jefe de educación de la Fuerza Aérea, se sumó al grupo de los que quieren un ministerio, junto a miembros de la Policía Nacional y la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar).
Gabriela Delgado, del departamento de farmacia de la U. Nacional, propuso que en caso de crearse el ministerio de ciencia, las sociedades científicas propusieran ternas para el nombramiento de los funcionarios. “Así sería cierta la meritocracia como norma”, dijo. Uno de los riesgos que ve Delgado en este proyecto es que se termine gastando más dinero en burocracia.
“Hacer ciencia se volvió una carrera de obstáculos para los científicos”, comentó la vicerrectora de investigaciones de la U. de los Andes, Silvia Restrepo, al referirse al número de permisos, autorizaciones, burocracia e instituciones con las que tiene que llegar a interactuar una persona que intente sacar adelante un proyecto de investigación. Recordó que las universidades privadas están cubriendo con dinero de las matrículas parte del presupuesto de investigación. En el caso de la Facultad de Economía de Uniandes, el 62 % del presupuesto de investigación proviene de fondos internacionales y no colombianos.
El director de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), Lucas Restrepo, reconoció las virtudes de crear un ministerio de ciencia, pero advirtió a sus colegas que esa no era la solución para los problemas históricos que arrastra el país en este campo. Señaló también que por falta de recursos adicionales la idea podría terminar en una frustración más para los científicos. Restrepo hizo un llamado al realismo. “Si en algo estamos mal, es en cultura científica”, apuntó al tiempo que criticó el egoísmo que reina entre los investigadores universitarios y la poca empatía para crear alianzas y trabajar en equipo.
Fuente: www.elespectador.com