El distrito bonaerense de Tandil marca un hito en su industria apícola con el inicio de las asistencias técnicas destinadas a facilitar la implementación de las auditorías del Sello “Miel de Tandil”. Este proceso representa un avance significativo en la búsqueda de estándares de calidad y buenas prácticas en la producción y fraccionamiento del producto en la región.
El programa de asistencias técnicas se centra en los integrantes del grupo de Cambio Rural de Fraccionadores de Miel de Tandil, quienes desempeñan un papel crucial en la promoción de prácticas sostenibles y de calidad en el sector. Encabezando este esfuerzo se encuentran los miembros del equipo técnico Guillermo Corbetta y Diego Civit, cuya experiencia y conocimiento son fundamentales para el éxito del programa.
Cada visita técnica realizada por los especialistas proporciona orientación específica y práctica para los establecimientos fraccionadores. Durante estas sesiones, se ofrecen recomendaciones destinadas a ayudar a los fraccionadores a cumplir con los criterios establecidos por el Sello. Desde la gestión de la calidad hasta la implementación de estándares sanitarios, cada consejo tiene como objetivo mejorar los procesos de producción y garantizar la autenticidad de la miel tandilense.
Con el respaldo de estos profesionales, los fraccionadores están más cerca de obtener la certificación del Sello, un reconocimiento que valida su compromiso con la calidad y abre nuevas oportunidades en el mercado. Estos calificados aportes y la responsabilidad de los productores, auguran a la miel de Tandil un futuro prometedor. Este proceso marca el inicio de una transformación positiva hacia estándares de calidad superiores.
La marca “Miel de Tandil”
El ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, afirmó que aproximadamente el 92% de la miel que se produce en Tandil se exporta, lo que implica un volumen importante.
Los productores vienen desarrollando en el sector un gran trabajo, tanto en la Mesa apícola local como en el grupo de Fraccionadores, a través del cual se pretende poner en valor la actividad apícola, su historia y dar valor agregado en origen.
Junto a los estados municipal, provincial y nacional, en red con otras instituciones como INTI, INTA, UNICEN, la Facultad de Agrarias de Balcarce y la Cámara Agroindustrial, se trabaja en la constitución del sello de calidad “Miel de Tandil”, en línea con la iniciativa “Marca Tandil” que lleva adelante el Acuerdo del Bicentenario.